El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió este domingo 2 de febrero de 2020 un nuevo alerta por “vientos fuertes con ráfagas”, que incluye a Chubut, sur de Neuquén, sur de Río Negro, norte de Santa Cruz. Según el reporte oficial, “se espera que a partir de la tarde de hoy domingo comiencen a intensificarse los vientos del noroeste sobre el sur de Neuquén, sur de Río Negro, Chubut y norte de Santa Cruz”.

El parte del SMN indica que “se prevé que hacia la noche sobre las zonas costeras del sur de Río Negro, Chubut y noreste de Santa Cruz se incrementen los vientos del sector norte con velocidades entre 50 y 70 km/h con ráfagas que pueden superar los 100 km/h”. (Diario Jornada 02/02/2020)

Esta noticia debe invitarnos a pensar con más detenimiento y profundidad en un tema que nos compete directamente: la DESERTIFICACIÓN.

La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) define este proceso como «la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas». La desertificación es creada por la acción del hombre y se diferencia de la desertización que es un proceso natural.

Sin dudas los climas árido y semiárido de la meseta chubutense son propicios para los procesos naturales de desertización sin embargo, hechos concretos como la desaparición del lago Colhué Huapi y los críticos niveles del lago Musters deben ponernos en alerta. Así lo señalan los Autoconvocados por el agua de la Cuenca del Río Senguer. Y agregamos: Y la actividad petrolera debe hacerse cargo, no solo por el uso en el territorio provincial sino porque el agua del Senguer se desvía para ser usada en el petróleo a Santa Cruz.

Los fuertes vientos que soplan en la región han provocado la caída de árboles y voladura de techos en zonas cordilleranas y también en la costa. Pero los vecinos de la zona costera además sufren los efectos de la erosión de los suelos en la meseta y suman en forma preocupante la recepción de partículas provenientes de la extracción de arenas silíceas en Dolavon. -que no solo vuelan sino que consumen agua- que se utiliza en los procesos de fracking tan cuestionados en Vaca Muerta.

La desaprensión e indiferencia de los sucesivos gobiernos hacia el cuidado y el bienestar del pueblo chubutense -que dicen representar- se pone en evidencia una vez más: no les interesan las comunidades de la meseta y tampoco el resto de las ciudades. No les importa que desaparezcan las cuencas ni que la gente se vea forzada a tragar arena aunque ello luego se manifieste como un problema sanitario del que el sistema de salud tenga que hacerse cargo (sin insumos por supuesto).

No importó cuando una inundación destrozó Comodoro Rivadavia, es más hubo quienes negociaron con esa desgracia.  No importó cuando Trelew se quedó sin agua. Y tampoco importó el hantavirus en Epuyén. No hay acuse de recibo sobre los análisis de agua en El Maitén como no hubo nunca intenciones de remediar Mina Ángela en Gastre. No. Se concentran en reservar el acuífero para las mineras y en ocultar en qué se aplicó la millonaria deuda tomada; esos parecen ser sus únicos objetivos.

La desertificación parece no afectar solo los suelos de la provincia sino también los cerebros de los funcionarios que ocupan cargos públicos y es por eso que el pueblo de Chubut se autoconvoca, intercambia, aprende y decide.

¿Se imaginan este viento con minas a cielo abierto de uranio y el gas radón llegando a 120km x hora?

Relacionados:

Trabajadores de arenas silíceas en pésimas condiciones y con peligro para la salud

https://noalamina.org/mundo/asia/item/43528-las-arenas-siliceas-y-su-legado-letal-en-china

Por Asamblea No a la Mina Esquel