En el discurso de exactos 60 minutos, al asumir Alberto Fernández como presidente argentino, la palabra “ambiental”, “ambientalismo”, “ambientales”, aparece unas cinco veces. Entre ellas, menciona que la Secretaría donde estuvo el ñoqui de Bergman, volverá a tomar el carácter de Ministerio. Si bien elevar la jerarquía de la cartera ambiental resulta ser –obviamente – una gran noticia, repasamos apenas algunos dichos expresados esta tarde.
Por: Vecinxs de Comodoro Rivadavia
Foto: Sofía Frugoni – La Nueva
El presidente electo, a la media hora de estar hablando, menciona que:
“Reafirmamos nuestro compromiso con el Acuerdo de París, promoviendo el desarrollo integral y sostenible mediante una transición justa que asegure que nadie quede atrás. Estas medidas son esenciales para atender las vulnerabilidades del país, en particular, de los sectores más desprotegidos, que son los que más sufren los efectos del Cambio Climático.”
Este Acuerdo mencionado, se realiza dentro de lo definido por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y establece medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Al respecto, podemos afirmar que, en América Latina, se produce menos del 10% de GEI a nivel mundial. Sin embargo, somos una de las zonas más afectadas por el cambio climático global. En los últimos 20 años, son innumerables los eventos como tormentas y sequías extraordinarias, que superan los valores de las estadísticas históricas y fácil de recordar son los eventos relacionados a incendios forestales incontrolables en Cholila en 2015 o las precipitaciones extraordinarias en el sudeste de la provincia en otoño de 2017.
Según los trabajos científicos realizados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático en 2017, se estima que las temperaturas para 2100 aumentarán hasta 6,7 ºC en Latinoamérica. Esto se traducirá, solo por mencionar una de las consecuencias, en mayor frecuencia de los fenómenos hidrometeorológicos extraordinarios.
Para continuar hablando sobre cambio climático y Chubut, debemos decir que nuestra provincia cuenta con fuertes núcleos poblacionales junto al mar y márgenes de ríos. Siguiendo las mismas fuentes de datos oficiales mencionadas en el párrafo previo, encontramos que en el sudeste de América Latina ha subido el nivel del mar de 1 a 3 mm al año. En caso de no reducirse las emisiones, el mar podría subir hasta valores de entre 45 y 82 cm para 2100, de forma generalizada en toda la región, con la consecuente desaparición de importantes núcleos poblacionales.
Una de las peores consecuencias de las alteraciones climáticas, es el STRESS HÍDRICO, fenómeno que produce mayor demanda de agua en la zona, al tiempo que su disponibilidad se reduce. Este panorama amenazante se agrava por la desigual distribución de este bien común y la feroz competencia por su control.
Es decir que, sabiendo que toda minería es una minería de agua, y además es una industria energívora, el primer compromiso para prevenir los efectos del cambio climático, debe ser el de no permitir la expansión de los proyectos megamineros. Es un claro ejemplo donde resulta de suma relevancia saber lo que no se debe hacer.
En América Latina y el Caribe (ALyC) la producción de energía genera 35% de las emisiones de la región y la industria minera es uno de los sectores que más usa agua y energía. Solo por mencionar un ejemplo de cada factor en ALyC, en relación al cambio climático y la megaminería, podemos decir que:
- La minera de plata San Cristóbal, en Potosí (Bolivia), consume 500 litros de agua dulce por segundo para su producción. Saquen cuentas.
- La mina de Bajo La Alumbrera, en su período de mayor actividad, consumía el equivalente al 170% de la electricidad de la provincia de Catamarca (Argentina).
Actualmente, nuestro país destina el 43% de su producción de electricidad a la industria extractiva, usando para generarla fuentes fósiles.
Es decir, si hay un sector que genera significativos aportes de GEI y que empeora las condiciones de resiliencia y capacidad de mitigación para los efectos de este cambio climático, ese es el sector minero.
En Chubut, aún nos queda revisar, con la transparencia correspondiente, los consumos de agua dulce que realizan las operadoras petroleras, como así también poder acceder a datos que existen en los registros de emisiones de GEI de estas, para tener un mínimo diagnóstico respecto de los consumos de materia y energía en el territorio. ¿O acaso los trabajadores petroleros nunca vieron una antorcha a 20 metros de altura, venteando las 24 horas del día en los yacimientos? ¿Cuántos miles de metros cúbicos de GEI son así emitido por esas “antorchas de seguridad”? ¿Cuántos miles de metros cúbicos de agua obtenida del río, de las reservas subterráneas, del acueducto, fueron consumidos en el último año?
Si ni siquiera se puede contar con esos datos de un modo fidedigno y confiable, ¿Cómo podemos posicionarnos como una región de vanguardia para la lucha contra el cambio climático? Tomamos el desafío propuesto en el discurso de hoy, buscamos nuevas preguntas, para salir de estos viejos modelos:
¿Cómo se pueden volver acción las palabras tan felizmente pronunciadas en el discurso de asunción de Alberto Fernández si no se cuestiona el accionar antidemocrático que lleva adelante el lobby minero?
Pensemos que Chubut ya está sufriendo los impactos de las industrias destructivas/extractivas. Lo peor que podemos hacer es sumar a la más voraz de todas ellas. Ya tenemos suficiente viendo las líneas de alta tensión cruzando toda la provincia para darle energía a Aluar, mientras en la meseta los pueblos tienen horas contadas de luz. Ya tenemos suficiente viendo cómo los yacimientos petroleros chupan agua del acueducto sin cesar, mientras en Rada Tilly y Comodoro sufren días y días de cortes.
De todas las promesas que dijo allá por 2015 cuando asumió el ex presidente, dejó solo mentiras y el archivo lo condena. Hoy arranca una nueva etapa y tienen la posibilidad de escuchar al pueblo de Chubut.
Existen herramientas, indicadores, marcos legales, sectores académicos, de ciencia y técnica locales, compromiso de las comunidades y mucho más, como para lograr la producción con otras lógicas que no impliquen profundizar el saqueo y despojo que nació con la mal llamada conquista del desierto. Debemos buscar un sendero hacia el buen vivir en cada rincón del país para que no sean los sectores más golpeados quienes financien el progreso de unos pocos.
Otra de las afirmaciones realizadas en el discurso del día de hoy, fue la siguiente:
“La idea de un Nuevo Contrato de Ciudadanía Social supone unir voluntades y articular al Estado con las fuerzas políticas, los sectores productivos, las confederaciones de trabajadores, los movimientos sociales, que incluyen al feminismo, a la juventud, al ambientalismo. Vamos a sumar en ello, también al entramado científico-tecnológico y a los sectores académicos.”
Todos esos sectores que nombra, todos, pero ABSOLUTAMENTE TODOS, forman parte de las asambleas, de los vecinos y vecinas de Chubut, incluyendo el entramado científico-tecnológico y sectores académicos. Incluyendo el sector, olvidado en esas palabras, de los pueblos mapuche y tehuelche. Escuchen de una vez lo que estamos pidiendo hace décadas y que el actual gobernador oculta a fuerza de represión y torturas en las comisarías, tal como ocurrió hace menos de una semana. Escuchen a las asambleas, acá estamos, somos todo eso y gritamos ante el avance del despojo de nuestra soberanía porque amamos nuestra Tierra, de la cual formamos parte. Y seguiremos gritando cada vez que nos amenacen con desaparecernos. ¿O acaso olvidamos que estos proyectos de muerte son ejecutables solo pasando por encima de los Derechos Humanos?
El actual presidente no podrá cumplir con sus palabras y nos habrán mentido una vez más si es que la megaminería se expande en Chubut. Si es real el compromiso emitido públicamente, si realmente piensa que es necesario hallar un nuevo vínculo con y a través de la naturaleza; si realmente busca ser parte de la lucha en contra del Cambio Climático en la región, cumpliendo así con el Acuerdo de París, entonces la megaminería no debe tener lugar en nuestros territorios.
Con la megaminería pasará lo mismo que con el petróleo: nunca se consideran en la balanza, los consumos de materiales y energía por parte de la industria.
Para pensar seria y responsablemente el cambio climático, se debe apuntar a las lógicas de sistemas abiertos, contemplando los flujos de energía y materiales en la entrada y salida de estos. Si se realizara de este modo, sería aún mucho más visible que este extractivismo, no es más que una lista larguísima de costos, impactos y externalidades negativas, tremendamente significativas en los territorios, para las generaciones presentes y –sobre todo – para las futuras. Desde todas las ópticas, el pueblo argentino, pierde más de lo que gana. Gobernar para las mineras, es gobernar para unos pocos.
Si no se vinculan los efectos del megaextractivismo con el cambio climático y cómo eso provoca daños en la sociedad, no estamos haciendo bien las cosas.
No queremos ser zona de sacrificio. Estas no son consignas vacías, son fruto de décadas de procesos políticos y sociales, que atraviesan el ser y el sentir de cada chubutense, desde la cordillera, pasando por la meseta y hasta el mar, en cada río, en cada lago, en cada memoria y en cada gota de agua que nos habita el cuerpo-territorio. Por los miles de “sí” que se hallan atrás, por los miles de caminos que se encuentran al superarlo, por nuestra historia y por quienes vendrán, reafirmamos en este día y cada día que No es NO.
Referencias
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Fundación Heinrich Böll (2014). Minería y cambio climático. Revisado en https://soundcloud.com/boell_mxca/mineria-y-cambio-climatico el 10-12-2019.
OPSUR (2015) ¿Por qué la crisis energética?. Revisado en https://www.opsur.org.ar/blog/2016/12/13/video-por-que-la-crisis-energetica/?fbclid=IwAR0C-bvSet_znV4AhoOOLMJ6zSXgN7KsAdHhije5e1UH0hr04M-H8yVBocQ el 10-12-2019
Observatorio de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de La Rábida (2018). Cambio climático y desarrollo sostenible en Iberoamérica. Revisado en https://www.fundacioncarolina.es/wp-content/uploads/2019/06/Segib-Informe-La-Ra%CC%81bida-Resumen-ejecutivo-2018.pdf el 10-12-2019
Bárcena, Alicia y otrxs (2018). La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe. Una visión gráfica. Revisado en https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42228/4/S1701215A_es.pdf el 10-12-2019.
El Extremo Sur (2015). “A PAE no le cortan el agua por un acuerdo confidencial con la SCPL”. Revisado en https://www.elextremosur.com/nota/a-pae-no-le-cortan-el-agua-por-un-acuerdo-confidencial-con-la-scpl/ el 10-12-2019
Google Maps (2019). Antorcha de venteo en yacimiento petrolero Chubut. Revisado en https://www.google.com/maps/@-45.8766592,-68.552189,101m/data=!3m1!1e3?hl=es-ES el 10-12-2019
YouTube (2019) “El discurso completo de Alberto Fernández en la asunción como presidente”. Revisado en https://www.youtube.com/watch?v=nEEIAgcLbKY el 10-12-2019
Diario Página 12 (2019) “Asambleístas de Chubut en defensa de la ley que prohíbe la megaminería. Revisado en https://www.pagina12.com.ar/235156-asambleistas-de-chubut-en-defensa-de-la-ley-que-prohibe-la-m el 10-12-2019.