El 23 de marzo de este año se cumplieron quince años de la primera victoria en la lucha de un pueblo contra una multinacional minera apoyada por los gobiernos nacional, provincial y municipal. Durante estos quince años la montaña y la meseta se han mantenido de pie gracias a su gente, y los tiempos que corren hacen pensar que hoy, más que nunca, necesitan de ella.
Por Aldana Roberts Marrero y Alejandro Ferrero* para La tinta
¿Megaminería? No, gracias. En el año 2002, la empresa minera canadiense Meridian Gold (hoy Yamana Gold) llega a Esquel para extraer oro de sus montañas; ante la presencia del emprendimiento minero “Cordón Esquel”, la ciudad vive uno de los momentos más intensos de su historia.
A partir de la presentación de este emprendimiento, se organiza en Esquel la reconocida Asamblea de Vecinos Autoconvocados, y la población comienza a informarse más profundamente sobre esta activad y descubre que un proyecto de extracción de oro a cielo abierto utiliza, por día, 9 toneladas de explosivos, 10 toneladas de cianuro y 300 mil litros de agua potable; un sólo anillo de oro equivale a 18 toneladas de desechos tóxicos; el 80% del oro es utilizado como respaldo de la economía mundial, almacenándose como lingotes en las bóvedas de los bancos, un 18% se utiliza en elementos de joyería y decoración (cadenitas, anillos, etc.) y sólo el 2% es utilizado para la industria. Entonces, lxs vecinxs llegan a la conclusión de que, en contraste con sus posibles beneficios, la actividad minera implica riesgos ambientales intolerables:contaminación del suelo y napas de agua con cianuro, destrucción del ecosistema local (cabe aclarar que Esquel se encuentra rodeada de reservas naturales), y los consecuentes problemas de salud en los pobladores.
Ante esta situación, Esquel expresa su rechazo a través de numerosas asambleas y marchas, con lo cual logra su primera victoria: frenar la instalación de la empresa minera a pesar de las intenciones del por entonces gobernador Lizurume, quien quería inaugurarla el 4 de enero de 2003. Ante la insistencia de las fuerzas gubernamentales de turno de instalar la mina en Esquel, se lleva a cabo el plebiscito celebrado el 23 de marzo de 2003, que le regalaría a la ciudad la victoria más grande.
Entre el 24 de noviembre, dia en el que se llevó a cabo la primera marcha en contra de la mina, y el plebiscito, el tiempo se dedicó a defender los ideales del pueblo: todos los domingos a la plaza, a manifestarse, a cortar calles. Banderas, bombos, pintadas en paredones céntricos, actividades de recreación, ferias, etc. Gran cantidad de gente desfilaba desde la plaza hasta la oficina de Meridian Gold y desde allí de nuevo a la plaza. El diálogo entre vecinxs, la creación del movimiento Guanacos en Pié, y de Vecinos Informan a Vecinos, Radio Kalewche, etc., hicieron posible una difusión de información impensable para el Esquel de la época.
23 de Marzo: Día de la Dignidad
“El honorable concejo deliberante de la ciudad de Esquel, en uso de las atribuciones que le confiere la ley N°3098 sanciona la presente ordenanza: Artículo 1°: Autorícese al departamento ejecutivo municipal a convocar a una consulta popular, atento de consultar al pueblo de Esquel para que exprese su voluntad por el SI o el NO sobre la concreción del emprendimiento minero ‘Cordón Esquel'(…)” se escuchaba en la radio días antes; al mismo tiempo “¡El pueblo unido jamás será vencido!” se escuchaba en las calles. El Plebiscito se llevó a cabo el 23 de Marzo del 2003. El 81% de la población esquelense dijo NO a la megaminería en la ciudad. Había, en ese momento, una suma aproximada de 6.000 personas sin trabajo estable. El proyecto minero recibió apenas 2.000 votos a favor. Es entonces, el 23 de Marzo, el día de la dignidad esquelense. Al día siguiente, Meridian Gold vio caer a pique el valor de sus acciones en la bolsa de Nueva York. A partir del rechazo a la minería en Esquel, se formaron más de un centenar de asambleas de vecinos autoconvocados que se oponen a la megaminería en el resto de Argentina.
A raíz de estos resultados, el 9 de abril del mismo año se sancionó la Ley 5001, la cual prohibía “la actividad minera metalífera en el ámbito de la Provincia del Chubut, en la modalidad a cielo abierto y la utilización de cianuro en los procesos de producción minera”.
Sin embargo, éste no fue el único intento por instalar la megaminería en la provincia. En los años posteriores hubo numerosos proyectos de explotación en la meseta chubutense, con diversos matices y a cargo de distintas multinacionales, pero la respuesta se mantuvo siempre firme: a lo largo y ancho de la provincia el pueblo se manifestó en contra, y la lucha traspasó las fronteras provinciales e incluso nacionales.
En 2014 se presentó un proyecto de ley elaborado por iniciativa popular para prohibir definitivamente todo tipo de explotación minera en toda la provincia del Chubut. Cuando la iniciativa llegó al congreso fue saboteado y bastardeado a favor de las mineras. Por eso aún hoy se mantiene una puerta abierta para la intromisión de dichas mineras en la provincia, frenadas únicamente por la movilización constante de lxs vecinxs y las asambleas permanentes.
Pan American para hoy, hambre para mañana
La situación actual es preocupante: Chubut atraviesa una de las crisis económicas más duras de los últimos años. Los sueldos están siendo pagados escalonadamente y en algunos sectores incluso en cuotas. A la crisis económica de la provincia se suma a la invitación abierta de Mauricio Macri en Canadá a las multinacionales mineras para la explotación de los yacimientos chubutenses, lo que ha envalentonado a estas empresas a recrudecer sus presiones y operaciones mediáticas en un intento de presentar a la megaminería como la “solución” a los problemas financieros.
El 20 de febrero de este año se realizó una cumbre minera en Telsen, Chubut, a la que asistió el ministro de energía y minería de la nación Juan José Aranguren, quien encabeza las presiones del gobierno nacional. La cumbre, realizada en un gimnasio, contó además con la presencia de intendentes y jefes comunales de distintas localidades de la meseta, empresarios y distintos funcionarios provinciales y nacionales. Fuera del recinto, una fuerte presencia de cuerpos policiales federales, provinciales y de Gendarmería (cerca de 400 efectivos en total) reprimía e impedía el ingreso de vecinxs que se manifestaban en repudio al cónclave minero.
En esencia, la intención de la cumbre era instalar el “debate” minero, con el horizonte final de habilitar el Proyecto Navidad de la multinacional Pan American Silver. Este supuesto debate consiste claramente en propaganda pro-minería, encabezada por dos diputados provinciales Alfredo Di Filippo y Sergio Brúscoli, quienes declararon a la prensa que la explotación del Proyecto Navidad sería la “salida” a los descalabros económicos que atraviesa la provincia. Pero ¿qué tan cierta es esta afirmación?
Los diputados sostienen que la provincia obtendría un 7% de las ganancias generadas. Sin embargo, es sabido que el tope máximo establecido por el Acuerdo Federal Minero es de apenas un 3% en concepto de regalías. Parece un porcentaje demasiado bajo como para afirmar que puede ser de gran ayuda financiera. De hecho, alcanzaría solamente para cubrir una parte de la deuda que tiene Nación con la provincia. Cabe preguntarse: ¿qué quedará para desarrollar políticas de Estado?; dentro de 17 años (lo que se estima duraría la explotación) ¿cuánto de ese supuesto 7% serviría para mejorar la economía provincial?; ¿y el daño ambiental quién lo paga?; ¿acaso no vale más la salud y la vida del pueblo que un hipotético beneficio económico (para algunos)?
No pasarán
Ante esta situación apremiante de un nuevo asedio minero, el pasado 4 de abril toda la provincia de Chubut se movilizó para exigirles a sus representantes que no permitan la megaminería en la meseta. Las manifestaciones realizadas en Esquel, Trevelin, Rawson, Pto. Madryn, Comodoro Rivadavia, Trelew, Lago Puelo, Pto Pirámides, Sarmiento, Yala Laubat, también tuvieron eco en diversos puntos del país en donde residen y estudian cientos de jóvenes chubutenses: en Córdoba, Capital Federal, La Plata, Fiske Menuco y San Juan se realizaron diversas actividades con el objetivo de visibilizar la situación que vive la provincia patagónica. Hubo música en vivo, proyección de videos alegóricos, recolección de adhesiones a la causa anti-minera, entre otras cosas.
El 23 de marzo de este año se cumplieron quince años de la primera victoria en la lucha de un pueblo contra una multinacional minera apoyada por los gobiernos nacional, provincial y municipal. Durante estos quince años la montaña y la meseta se han mantenido de pie gracias a su gente, y los tiempos que corren hacen pensar que hoy, más que nunca, necesitan de ella.
* Estudiantes Autoconvocadxs en Córdoba Capital.