La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) está tras el principal “combustible” de la industria nuclear en La Pampa, mientras que la empresa canadiense U3O8 Corporation avanzará en Chubut y la norteamericana Sophia Energy proyecta trabajos en Santa Cruz. El caso Chubut. Noticias del futuro.
Por Diego Colinamún publicado en Prensa Tercer Milenio
Los depósitos de Cerro Solo en Chubut y el de Sierra Pintada en Mendoza están definidos por las principales empresas del sector como los más grandes de Argentina. La canadiense U3O8 Corporation está detrás de las territorios chubutense y – según reseña en su página web – ha podido establecer que en la zona hay uranio superficial y uranio alojado a no más de tres metros bajo tierra.
Un análisis económico preliminar expuesto por la misma empresa demostró que este depósito de uranio y vanadio cercano a superficie “es potencialmente susceptible a métodos de extracción y procesamiento de bajo costo”. Según la empresa sólo con el yacimiento de Cerro Solo podrían producirse anualmente unas 640.000 libras de uranio y alrededor de 960.000 libras de vanadio a lo largo de 10 años. El uranio está hoy en alrededor de US$ 38,75 la libra. Es una comodity en ascenso.
El negocio a valores actuales reportaría para la empresa unos 24.800 milones de dólares ( 229.069,99 millones de pesos argentinos al cambio actual). Según datos de la propia empresa la explotación tendría un costo de capital total de unos u$s 136 millones. Un negocio redondo para accionistas, empresarios y ejecutivos.
U3O8 Corporation es una empresa que está focalizada en la exploración y desarrollo de recursos de uranio y productos asociados en Sudamérica. Los recursos de uranio de la compañía comprenden tres depósitos que se encuentran localizados en Argentina, Colombia y Guyana.
El trabajo presentado hace pocos semanas por la misma empresa recomienda su avance “a la instancia de pre-factibilidad y la construcción de una planta piloto”. Para ello, U3O8 deberá desembolsar u$s 8,5 millones, de los cuales casi u$s 2 millones tendrían como destino la adquisición de permisos y la elaboración del necesario estudio de impacto ambiental.
Por otro lado, señalan medios promineros como El Inversor Energético, “la provincia se ilusiona con la puesta en valor de Cerro Solo. El año pasado, la CNEA presentó ante el gobierno chubutense un análisis de hidrogeología –realizado en conjunto con la Universidad Nacional de la Plata (UNLP)– que certifica que el agua subterránea de la Meseta Central no es apta para el consumo humano y puede cubrir sobradamente las necesidades del yacimiento”. El argumento es endeble, esos litros de agua podrían utilizarse para un desarrollo productivo en agricultura y ganadería, por ejemplo.
Tal como lo muestra en el gráfico que acompaña la nota, la empresa multinacional posee entre sus propiedades en Chubut al menos 11 sitios donde explotar el recurso. Son Bajo del Gualicho, Sierra Charta, Bajo Colorado, Mirasol, Cerro Solo Este, Cerro Cóndor, Cerro León, Laguna Colorada, Laguna Salada, Sierra Cuadrada y Cañadon del Gato.
La empresa se prepara a dar batalla. Guillermo Re Küh, empresario del sector minero reconoce que “La palabra uranio implica algo fuerte, porque muchas veces la gente imagina radiaciones y complejidades. Precisa un trabajo social mucho más intenso a nivel educativo que el resto de los minerales. El rol del Estado, en ese sentido, es fundamental”.