censura120El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) reclama que en medio de la conflictiva situación que se vive en la localidad de Andalgalá (Catamarca) entre pobladores que protestan contra el emprendimiento minero de Agua Rica y las fuerzas de seguridad que días atrás reprimieron a los manifestantes, se permita a los profesionales de prensa realizar su trabajo informativo sin agresiones, presiones ni amenazas.

Fuente: Catamarcactual

23/02/2010. A los periodistas les asiste el derecho de trabajar con libertad y sin temores, así como la sociedad -principal destinataria del producto de la labor periodística- merece que la información que recibe sea confiable y no un producto de presiones de cualquier índole.

Los fuertes intereses económicos y sociales relacionados con el tema de la minería en varias provincias argentinas están funcionando, a veces, como una mordaza para varios periodistas que intentan ofrecer una visión que refleje las diferentes posiciones del conflicto. Tanto empresas del sector y funcionarios de los gobiernos provinciales y municipales, como algunos directivos de medios y la reacción de algunos grupos de manifestantes, han coartado en muchos casos la labor profesional del periodismo.

Solicitamos a las autoridades de Catamarca y del Gobierno nacional que, al mismo tiempo que aseguren la paz social en Andalgalá y la libertad de manifestación, garanticen las condiciones para que los periodistas puedan desarrollar su tarea.

Fopea fue informado de dos casos ocurridos el pasado lunes 15, que motivaron su preocupación: el primero fueron los empujones, patadas, insultos y robo de equipo que sufrió un equipo de periodistas del canal 10 de Cable (el cronista Nicolás Ziggiotto y el camarógrafo Lucas Oláz); el otro, las amenazas de muerte anónimas que recibió al aire la locutora de FM La Perla , María Márquez.

En este contexto, Fopea llama la atención de aquellos actores privados, en particular las empresas mineras y a los propios medios que reciben pauta publicitaria de este sector o del gobierno local que apoya estos emprendimientos, ya que se han conocido testimonios de varios colegas que denunciaron, en forma confidencial, las presiones que recibieron desde ellos.

Ante este complejo panorama, Fopea recuerda a todos los sectores que el trabajo profesional del periodista debe estar basado en poder contar lo que ocurre, no sólo porque eso hace a una necesidad inclaudicable de nuestra profesión sino porque la sociedad en su conjunto tiene el derecho al acceso a la información veraz, sin que medien intereses particulares que puedan condicionarla.