La gasificación subterránea de carbón, que implica una forma de energía extrema, es presentada como una forma limpia de aprovechamiento de ese mineral. Sus promotores aseguran que con esta técnica se reducen las emisiones de dióxido de carbono y se resuelve el problema de la disposición final de cenizas, ya que quedan alojadas en las profundidades del subsuelo. Sin embargo, en Australia, el fuerte rechazo de la población y los impactos ambientales verificados en experiencias piloto, llevaron a la prohibición de su aplicación en los estados de Queensland y Victoria, en abril y agosto de este año. Las autoridades de ambos estados concluyeron que eran mayores los potenciales riesgos para el sector agropecuario, actividad central de sus economías, que los beneficios que se obtendrían a partir de los proyectos energéticos.

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Por Hernán Scandizzo * publicado en La Izquierda Diario

Desde que en 2010 Barranca Sur Minera comunicó el descubrimiento de carbón en Laprida, se sucedieron una serie de anuncios oficiales en torno al potencial energético del subsuelo bonaerense.

Si bien a mediados de la década de 1990 comenzaron los trabajos exploratorios de Barranca Sur Minera, empresa del grupo Bridas, el anuncio del descubrimiento de carbón en Laprida se conoció recién en 2010. Por esos días Daniel Scioli, al frente de la gobernación provincial, firmaba un convenio de exploración de hidrocarburos con YPF-Repsol en el que se destacaba el interés por la cuenca sedimentaria de Claromecó. Poco después el tema quedo en nada y volvió a la palestra dos años más tarde, cuando se produjo la expropiación parcial de la petrolera e YPF renovó sus votos de interés.

A pesar de que no hay precisiones sobre el potencial de la cuenca, existen coincidencias en que para explotar el carbón se aplicaría la técnica de gasificación subterránea -también conocida como UCG, por su sigla en inglés-, dado que las vetas se encuentran en profundidades que varían entre los 500 y 850 metros. Así lo manifestaron Isidoro Schalamuk, director del Instituto de Recursos Minerales (INREMI) de la Universidad Nacional de La Plata, el grupo australiano Delmo y la minera mendocina AgAuCu. Este método, en trazos muy gruesos, consiste en la combustión del carbón en la misma veta, transformándolo en gas de síntesis o syngas, el cual puede ser utilizado como combustible o insumo no energético para la industria química.

En el caso del proyecto promocionado por Delmo se plantea la generación de electricidad a partir de la construcción de una central térmica. Aunque el grupo australiano no lo expresa, los destinos posibles, por su cercanía y necesidades energéticas, serían el polo petroquímico de Ingeniero White, que proyecta su ampliación, y las cementeras de Olavarría. En este sentido cabe destacar que Loma Negra, empresa líder de ese sector, tramitó alrededor de 30 solicitudes de cateo de carbón en la cuenca.

Entre febrero de 2008 y enero de 2013 se iniciaron en la provincia más de un centenar de expedientes por solicitudes de cateos de carbón en los partidos de Adolfo Alsina, Cnel. Pringles, Cnel. Suárez, Gral. La Madrid, González Chávez, Guaminí, Laprida, Saavedra y Tres Arroyos. Las gestiones fueron por las empresas del grupo australiano Delmo -Delmo PTY Natural Resources, Delmo Patricios 1000 y Claromeco Energy-, la minera AgAuCu, la cementera Loma Negra y particulares vinculados al sector. En el mismo período también comenzó el proceso de registro de cuatro manifestaciones de descubrimientos tramitadas por Barranca Sur Minera y particulares. Hasta el momento cada uno de esos trámites se encuentra estancado, sea porque los peticionantes no cumplieron con todos los requisitos -por ejemplo, adeudan documentación- o porque el Departamento de Minería bonaerense no se expidió.

Esta información surge del listado suministrado por la directora de Minería bonaerense, Carola Patané y el licenciado Nelson Coriale, de la misma dependencia, a integrantes de la Asamblea de Concejales de la Cuenca Claromecó. Aunque extrañamente en la nómina no aparece el Proyecto de exploración Gral. La Madrid, de la británica Rio Tinto Mining & Exploration Limited, tramitado en 2008. Durante la reunión, sostenida el jueves último, los funcionarios del área subrayaron el interés de la gobernadora María Eugenia Vidal en saber qué hay en el subsuelo de la provincia.

Cabe recordar que a fines de 2014, el entonces secretario de Servicios Públicos, Franco La Porta, se refirió a la intención del gobierno de Scioli de aprovechar el potencial energético del carbón bonaerense. En 2010 el Ministerio de Producción de la provincia había ejecutado el Estudio de Tecnologías “Limpias” para la Explotación y Utilización del Carbón Mineral, y en mayo de 2015 la Subsecretaría de Desarrollo de Servicios Públicos inició el expediente 2174-369 sobre Producción de energía eléctrica mediante gasificación de carbón mineral en la Cuenca de Claromecó.

No resulta un dato menor que la gasificación subterránea de carbón, que implica una forma de energía extrema, sea presentada como una forma limpia de aprovechamiento de ese mineral. Sus promotores aseguran que con esta técnica se reducen las emisiones de dióxido de carbono y se resuelve el problema de la disposición final de cenizas, ya que quedan alojadas en las profundidades del subsuelo. Sin embargo, en Australia, país que en los últimos años apostó al desarrollo de la UCG, el fuerte rechazo de la población y los impactos ambientales verificados en experiencias piloto, llevaron a la prohibición de su aplicación por parte de los gobiernos estaduales de Queensland y Victoria, en abril y agosto de este año. Las autoridades de ambos estados concluyeron que eran mayores los potenciales riesgos para el sector agropecuario, actividad central de sus economías, que los beneficios que se obtendrían a partir de los proyectos energéticos.

Una de las empresas involucradas en estas pruebas piloto fallidas en Australia es Carbon Energy, que firmó un memorándum de entendimiento con Delmo para realizar la gasificación subterránea en caso de concretarse su proyecto en la cuenca de Claromecó.

* El autor es periodista y miembro del Observatorio Petrolero Sur.