El Congreso Nacional comenzó a discutir en primer debate la nueva Ley de Minería que regulará la explotación de este rubro a nivel nacional en el que las alcaldías y las comunidades tendrán la última palabra en cuanto a la modalidad de producción a aplicar.

Fuente: El Heraldo
La Dirección de Fomento a la Minería de Honduras mantiene bajo estudio más de 200 solicitudes de concesión para explotar minas.

Debido a que el diputado udeísta, Marvin Ponce, no quiso retirar su proyecto, como sí lo hizo el otro proyectista, el democristiano Ramón Velásquez Názar, la Directiva optó por discutir dos documentos a la vez: el Dictamen, elaborado por una comisión de diputados, y la iniciativa de ley del congresista Ponce.

El dictamen recoge el espíritu del proyecto de ley elaborado por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna), que durante dos años estuvo concertando el cuerpo jurídico con las empresas mineras, alcaldías, comunidades y organizaciones no gubernamentales vinculadas al ambiente.

Este proyecto fue presentado la semana pasada por el ministro Rigoberto Cuéllar y por el diputado Donaldo Reyes Avelar, coordinador de la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente.

La nueva ley de la Serna deja a criterio de las alcaldías y comunidades la decisión final de autorizar la explotación de un recurso natural bajo la modalidad de cielos abiertos, un sistema cuestionado por las organizaciones ambientales y sociales porque contamina el ambiente y pone en riesgo la salud de las personas.

Estos cuestionamientos son válidos si no hay un efectivo mecanismo de mitigación, según el ministro de Recursos Naturales, Rigoberto Cuéllar.

El cierre de las compañías mineras también es importante que quede bien regulado para evitar problemas como los ocurridos en El Porvenir, Cedros.Según el ministro, la modalidad de cielos abiertos es más grotesca, sin embargo, esto no significa que exista un menor impacto con la subterránea.

“Es muchísimo más segura la de cielo abierto y es más fácil de cerrar y reconstruir después”, dice.”La ley es una ley lógicamente controversial, pero debe ser controversial. Yo creo que es una ley que impacta tanto en todos los ciudadanos hondureños y en todos los sectores que deseen decir algo al respecto deben tener la oportunidad de hacerlo”, dijo el ministro Cuéllar.