Hace una semana, la compañía New Talisman Gold Mines informó sobre el descubrimiento de una gran veta de oro en la Garganta de Karangahake, en la península de Coromandel, situada en la costa noroccidental de la Isla Norte en Nueva Zelanda. De acuerdo a The Guardian se trata de 8.500 kilos de oro de la más alta calidad. El hallazgo despertó la preocupación de las comunidades locales pues se tratan de tierras protegidas de la Isla Norte. El lugar es considerado un monte sagrado y destaca por la belleza de sus paisajes. La empresa contaría con todos los permisos y, según el gobierno de aquel país, la actividad minera generaría un pequeño impacto en la montaña.

Fuente: Veo Verde

“Es una hermosa montaña sagrada para los pueblos indígenas de la zona y un hermoso parque recreativo para turistas y residentes locales, que se oponen activa y pacíficamente al desarrollo de la actividad minera, que convertiría la montaña en una zona industrial”, explicó la diputada del Partido Verde Catherine Delahunty, según destaca El País.

La compañía se defiende asegurando que la prospección traerá beneficios económicos a los lugareños y que los trabajos apenas afectarán una pequeña zona de la montaña (0,4 hectáreas). También esperan comenzar la extracción a comienzos del próximo año en una operación que podría generar decenas de millones de dólares neozelandeses.

Por lo mismo, y ante la urgencia de encontrar una solución, lugareños y varias organizaciones ambientales se han manifestado de manera pacífica para llamar la atención sobre los riesgos y el grave impacto que podría generar la prospección en la zona. Es de esperar que las autoridades por una vez escuchen con atención el grito de auxilio que emana de la montaña.