La compañía presenta hoy un remozado proyecto ante el Gobierno regional. Los responsables de la minera Astur Gold se reunirán hoy con miembros de la consejería de Economía y Empleo con el objetivo de presentar al nuevo Gobierno del Principado el proyecto que han elaborado con vistas a intentar explotar el yacimiento de oro de Salave, en Tapia de Casariego. El presidente de la compañía, Emilio Hormaeche, aseguró ayer a LA VOZ que el encuentro se dispuso con dos intenciones: en primer lugar, presentar los nuevos planes que tienen para la mina y segundo, iniciar el camino para la solicitud de una serie de sondeos, cuyos resultados serían los encargados de cerrar la redacción del proyecto.
Los planes de Astur Gold, según Hormaeche, no tienen nada que ver con las características de la explotación que en su día quería llevar a cabo la primera concesionaria de la explotación, Río Narcea Gold Mines. El presidente de la empresa precisó que los planes de su firma pasan por alejar la estación de tratamiento (la infraestructura más polémica) del yacimiento y además, hacer una extracción en interior, no como si fuese una mina a cielo abierto que era la fórmula por la que se había optado hasta el momento.
La otra gran novedad es que Astur Gold tiene programado construir un conducto subterráneo, por debajo de la Autopista del Cantábrico a través del que se transportaría el mineral hasta la estación de tratamiento, que en el nuevo proyecto se instalaría en un valle cercano al pueblo de Tol, en el concejo de Castropol.
“Hemos encontrado una zona alejada del paso del Camino de Santiago así como de los restos arqueológicos que abundan por esa zona”, manifestó Hormaeche.
Batalla judicial La historia del yacimiento de Salave se remonta a 2005, cuando la por entonces concesarionaria- Río Narcea- se lanzó a explotar la mina y sumarla de ese modo a las que tenía en Belmonte. Sin embargo, una fuerte oposición vecinal y también del gobierno socialista del Principado hizo que la empresa se encontrase con grandes dificultades para sacar adelante el proyecto. Finalmente, todo terminó en una batalla judicial que tuvo su último capítulo en el 2009.
El 21 de abril de ese año, el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) desestimaba los tres recursos pendientes presentados por la empresa Narcea Gold Mines ante la negativa del Principado a autorizar la explotación.
La compañía recurrió al denegársele la autorización excepcional para explotar la mina en los terrenos del Plan de Ordenación del Litoral Asturiano (POLA), y solicitó asimismo una indemnización de 300 millones de euros por responsabilidad patrimonial al no concederse esa autorización. Un año después, los tribunales también desestimaron la petición de la minera de una indemnización millonaria contra el Principado.
Río Narcea pasó a manos de Lunding Mines, una poderosa compañía sueca, que posteriormente vendió el yacimiento de Salave a Astur Gold. A partir de ahí, esta última se marcó el objetivo de sacar adelante el proyecto y para ello, tiene recurrida la decisión del TSJA en el Tribunal Supremo, aunque la petición de la indemnización al Principado ya se desestimó.
En cuanto al proceso judicial, Hormaeche confirmó que todo está en manos del Supremo y en cuanto a la oposición vecinal, desde Astur Gold admiten que cuentan con encuestas elaboradas por ellos mismo en las que el porcentaje de oposición a la mina es mínimo.
El problema con el que se pueden encontrar en Astur Gold es el hecho de que su intención de llevar la planta de tratamientos a las cercanías de Tol podría provocar la entrada en escena de otro pueblo, además del de Salave. De todos modos, Homaeche confía en que la oposición vecinal sea mínima.
Dentro de la empresa también son conscientes de que todo está en manos de la decisión del Tribunal Supremo, que la alta instancia declare Salave como terreno de utilidad pública, lo que permitiría salvar el POLA.