El derrame de 400 metros cúbicos (400 mil litros) de una solución rica en cianuro amenaza a la población del Municipio de Altar, en el estado de Sonora, norte de México. En algunos días, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) determinará posibles sanciones a la minera.
Ver también: Minera del grupo Aurico Gold derrama 400 mil litros de cianuro en Sonora
Fuente: Servindi
Santa Rita, empresa minera dueña de la sustancia, fue sindicada como responsable del hecho por sus propios trabajadores.
Según declaraciones recogidas por el diario La Jornada, el vertido se produjo el pasado 26 de abril a causa de una fisura en un ducto de la mina El Chanate.
Las causas habrían sido las fallas en la seguridad del tubo y un deficiente mantenimiento. De acuerdo a la versión de los trabajadores, la empresa tenía conocimiento de esta situación porque ellos mismos habían dado el aviso.
Pese a ello, la empresa, que es parte del grupo canadiense Aurico Gold Inc, no efectuó las reparaciones, manifestaron los trabajadores quienes prefirieron no ser identificados.
Asimismo, acusaron a los ejecutivos de la empresa de esperar casi dos días para reportar el derrame. Recién el 28 de abril informaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), relataron.
Indicaron también que la empresa dispuso cubrir la zona contaminada con tierra sin tomar en cuenta protocolos de seguridad obligatorios ante casos de esta naturaleza.
Según su relato, es posible que se hayan contaminado los acuíferos de la zona al haber sido absorbido la solución tóxica.
Jorge Carlos Flores Monge, funcionario de la Profepa, señaló que el derrame se originó por una falla en la unión de una tubería con una válvula, lo que obligó a que la sustancia sea conducida a la pileta de contaminantes.
Flores indicó que se encuentra inspeccionando la empresa para evaluar el posible daño ambiental. Afirmó que en un plazo de siete días determinará posibles sanciones a la minera.
Anterior derrame
El Estado de Sonora hizo noticia en 2014 por un desastroso derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado de la empresa Buenavista del Cobre, en los ríos Sonora y Bacanuchi.
Pese a su gravedad, la empresa notificó el derrame a las autoridades 24 horas después de ocurrido, hecho que significa una violación a las normas.
En aquella ocasión, al menos 464 personas sufrieron una serie de afecciones como enfermedades reumatológicas, gastritis, alopecia, conjuntivitis, cefaleas, entre otras.
Igualmente, unas 24 mil personas se quedaron sin agua potable tras el cierre de 322 pozos.