Decenas de elementos de la Policía Estatal desalojaron a manifestantes de la mina Gan-Bo, propiedad de empresarios chinos, ubicada en el poblado de Tequesquitlán, en este municipio. Los habitantes de la comunidad Tequesquitlán bloquearon por algunos días el acceso a la mina Gan-Bo Minera Internacional, propiedad de empresarios chinos debido a los problemas ambientales que ha generado, entre ellos la contaminación del subsuelo por la filtración de aguas de una presa en la cual la empresa descarga aguas residuales.

Fuente: La Jornada

Hernández explicó a regidores y a Brambila –quienes visitaron la mina– que su oposición se debe a los problemas ambientales que ha generado, entre ellos la contaminación del subsuelo por la filtración de aguas de una presa en la cual la empresa descarga aguas residuales.

Brambila informó que el edil, Pedro Sánchez, se reunió con el delegado municipal, Nicolás Rodríguez; con el presidente del comisariado ejidal, Gregorio Zamora, y con el del consejo de vigilancia, Gustavo García, a quienes ofreció convocar a una sesión de cabildo para determinar si procede clausurar la mina.

Policías del estado desalojan a ejidatarios de mina Gan-Bo

Decenas de elementos de la Policía Estatal desalojaron a manifestantes de la mina Gan-Bo, propiedad de empresarios chinos, ubicada en el poblado de Tequesquitlán, en este municipio.

Desde muy temprano unas diez camionetas y dos camiones repletos de antimotines llegaron al lugar y les ordenaron que se retiraran a los manifestantes, quienes no opusieron resistencia para no desatar violencia. “Nos desalojaron pero no hubo ningún agredido”, dijo Fidencio Hernández, dirigente del Barzón que apoya a los pobladores de Tequesquitlán.

Paralelamente los uniformados subieron sillas, mesas de plástico y enseres domésticos en unas camionetas y fueron a dejarlas al poblado de Tequesquitlán.

Minutos antes del desalojo, los empresarios chinos había sido sacado en una camioneta. Pobladores se oponen a la mina debido a que ocasiona contaminación en el aire y subsuelo del lugar.

Actualmente los policías mantienen un especie de retén a un kilómetro de la mina, que impidió que este reportero ingresara, además de que lo bajaron del vehículo y revisaron tanto sus bolsas de ropa como su equipo. Uno de los agentes soltó: “Son los mismos de los de Ixtapa, de Puerto Vallarta”, lugar en donde presuntos integrantes del crimen organizado han invadido diez hectáreas “regalando” terrenos a la población a cambio de “cooperaciones” de 100 ó 150 pesos semanales.