Miles de trabajadores guatemaltecos se manifestaron hoy en apoyo a la lucha por la justicia emprendida por los indígenas ixiles que han llevado a juicio por genocidio al exdictador José Efraín Ríos Montt, así como a la “resistencia” de las comunidades que se oponen a la explotación minera.

Fuente: La Información

Acompañados de estudiantes universitarios, activistas, amas de casa y líderes de organizaciones populares, las principales centrales obreras del país emprendieron una marcha de más de diez kilómetros, desde el monumento al trabajo, en el sureste de la capital, hacia la Plaza de la Constitución, en el centro histórico.

Otros grupos se manifestaron en las afueras del Ministerio de Trabajo, en el centro cívico de la capital y en la Corte Suprema de Justicia.

Aunque cada sindicato y organización gremial reivindicaba diferentes derechos y exigencias, en todas las expresiones hubo coincidencia respecto a exigir “justicia pronta y cumplida” en el juicio por genocidio y crímenes de guerra que se sigue a Ríos Montt.Ríos Montt, de 86 años, y su antiguo jefe de Inteligencia José Rodríguez, de 67 años, son procesados por la matanza de 1.771 indígenas de la etnia ixil en operativos militares durante el gobierno de facto del primero, entre 1982 y 1983.

“Esta marcha es por los derechos de los trabajadores, por la igualdad, por la solidaridad, por la unidad, pero también es para exigir justicia por los miles de ixiles asesinados durante la guerra”, dijo a Efe Carlos Gómez, uno de los más de 200 estudiantes de una universidad privada que participaron en actividad.

Las distintas movilizaciones también coincidieron en su oposición a la explotación minera en varias comunidades del país, donde esa actividad se lleva adelante sin que sean tomadas en cuenta la opinión de los pobladores.Ayer un policía murió y una docena de personas resultaron heridas durante una protesta contra una empresa minera que opera en el departamento oriental de Santa Rosa.

A la marcha en Guatemala por el Día Internacional del Trabajo también se unió un nutrido grupo de empleadas domesticas que exigi respeto a sus derechos laborales y que aprovechó la presencia del ministro de Trabajo, Carlos Contreras, para reclamarle la falta de políticas en beneficio de ese sector.

En solidaridad con las mujeres, Contreras se dejó poner una gabacha o delantal similar a las que utilizan las domesticas y ofreció apoyar sus demandas.En la marcha también se hicieron presentes representantes de los trabajadores del servicio de transporte público, uno de los gremios más afectados por la violencia y que vestidos de negro clamaron por seguridad.

Marchas simultáneas se realizaron en las principales ciudades del interior del país, en las que también se demandó respeto a los derechos de los trabajadores.Las marchas se desarrollaron de manera pacífica y sin mayores incidentes, según el reporte de las fuerzas de seguridad.