El máximo jerarca de la Iglesia Católica salvadoreña, el Arzobispo de San Salvador Monseñor José Luis Escobar Alas, aseveró este domingo que “La explotación minera es dañina en todos los países, donde quiera que se haga. No es cierto lo que han dicho, que ahora hay capacidad y tecnología para tener una explotación minera limpia y que no causa ningún daño; no es cierto, porque se ocupa una gran cantidad de cianuro, que es letal”, comentó el Arzobispo Escobar Alas en una conferencia de prensa posterior a la misa de este domingo.
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Fuente: Verdad Digital
Explicó que el cianuro mezclado en el agua separa el oro de los demás metales, ese es el método “y si nosotros tenemos poca agua, que buena parte está contaminada, pero si se va a ocupar nuestra poca agua en la industria de la explotación minera, sería gravísimo, porque serían millones de metros cúbicos los que se ocuparían en la explotación minera”.
Escobar recordó los estragos que la minería ha hecho en el Valle de Siria, del municipio de San Andrés, Honduras, “ahí se contaminaron los ríos, vaya usted a ver cómo viven las personas: con insuficiencia pulmonar, renal, han sufrido de cáncer, llagas en la piel. Basta con entrar a Google y buscar las fotografías de los niños y personas mayores sufriendo”.
Si se permite la explotación minera en el país, sucederá lo mismos que ha sucedido en Honduras “y si eso sucede en Honduras, que es 5 veces más grandes que nosotros, hágase una idea de lo que pasaría aquí. ¡No es justo! la más grave agresión al medio ambiente es la explotación mineral”.
Existen testimonios de hondureños donde aseveran: “éramos pobres y después de la explotación minera, ahora no sólo somos pobres sino enfermos, hemos quedado contaminados”, recordó el jerarca.
Un estudio determinó que la mina El Dorado, en El Salvador, utilizaría más de un millón de litros diarios de “agua que se contaminaría día a día (…) si ahí se hace esa inyección de cianuro y otros venenos, se contaminará el agua y el aire, todos saldremos afectados y los principales afectados serían los pobladores pobres que no tienen a donde ir”, reveló.
La contaminación de los mantos acuíferos causaría un daño no sólo a las presentes generaciones, sino también a las futuras, “verán un país contaminado, lleno de enfemedades congénitas, que los niños nazcan ya con enfermedades incurables”.
Hizo un llamado a la clase política del país, representada en la Asamblea Legislativa, para que aprueben, por unanimidad, la prohibición a la minería en el país, “porque estaría en esa lógica en el sentir de la población (…) Nosotros no podemos esperar menos de nuestros diputados y diputadas, que han sido elegidos por el bien público, para proteger los intereses del país”.