Ángel Quelal, tiene 64 años, mientras arréa sus reses al campo, en el sector de Llurimagua, en García Moreno, comenta que el tema minero debe ser socializado, para conocer de qué forma se realizará esta actividad. La preocupación sobre la minería, volvió a la zona de Íntag, cuando el 13 de febrero de 2013, el Gobierno Municipal de Cotacachi durante la sesión de Concejo, con cinco votos a cuatro emitió un informe favorable para la exploración solicitado por la empresa minera del Ecuador, ENAMI EP, sostiene Polibio Pérez, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de once comunidades de la zona de Íntag.


Fuente: El Norte
La concesión de 4800 hectáreas está ubicada en la zona de Llurimagua del proyecto Junín.

La empresa estatal minera conjuntamente con la CODELCO de Chile serán los responsables de la fase exploratoria de la cordillera de Toisán. Lo hicieron desconociendo el derecho constitucional de la Consulta Previa. Esta decisión desencadenará enfrentamientos y conflictos sociales en la zona de Íntag, menciona Pérez.
Hasta el momento ningún organismo estatal ha llegado a nuestra zona a darnos a conocer de qué forma funcionará el proyecto, sentencia Pérez, quien asegura que la lucha para defender la zona ya empezó.

Las comunidades de la zona de influencia del proyecto minero de Junín son: Magdalena Bajo, Chontal, Junín, Chalguayacu Alto y Bajo, Cerro Pelado, Barcelona, Magnolia y de forma indirecta toda la zona de Ínatg.

minera-infoAcercamiento a la comunidad. Francisco Pérez, representante de la ENAMI EP, dio a conocer que no han iniciado ningún estudio de exploración minera en el área. Comentó que están en una etapa de acercamiento con la comunidad para darles a conocer los términos del proyecto.

No queremos propiciar una confrontación entre las comunidades. Buscamos que los habitantes se sumen al proyecto y nos acompañen en todas las actividades y se conviertan en veedores del trabajo, dijo.

Actividades. Una de las as actividades a realizarse es la recopilación de muestras testigo para efectuar un análisis geológico minero.
La zona concesionada abarca 4 800 hectáreas, pero esto no significa que en toda la zona se vaya a realizar perforaciones, mencionó. Esta investigación permitirá a la ENAMI EP, determinar si existe cobre. Si no se supera la fase de investigación no se puede continuar con las siguientes, recalcó.
Aseguró que para cumplir con la exploración minera se cumplen parámetros exigidos por el Ministerio del Ambiente, explicó, que uno de los más importantes es la licencia ambiental.
Recalcó que es responsabilidad de la empresa minera informar a la comunidad sobre las acciones que se cumplirán en el proyecto Llurimagua. Durante la investigación el impacto ambiental será poco significativo, ya que solo se recolectará muestras a través de pequeñas perforaciones, explicó.
Ángel Quelal, dice que la minería es una alternativa de trabajo en la zona, pero no para él, sino para sus hijos.

Creación de la Enami EP. El Presidente Constitucional de la República del Ecuador, mediante decreto ejecutivo No.203 publicado el 14 de enero del 2010, determina la creación de la Empresa Nacional Minera, ENAMI EP, como una sociedad de derecho público con personalidad jurídica, patrimonio propio, dotada de autonomía presupuestaria, financiera, económica, administrativa y de gestión, con domicilio principal en el cantón Quito, provincia de Pichincha, pudiendo establecer agencias o unidades de negocios en el país o fuera de él.
Rechazo. La exploración minera en la concesión de Llurimagua, antes en manos de la japonesa Bishimetals, y luego de la Ascendant Copper, afectará a la biodiversidad que tiene esta zona, manifiestan los comuneros.

Recordaron que ambas empresas fueron expulsadas de la zona de Intag debido a la decidida oposición de las comunidades y gobiernos locales. Mencionaron que la presencia de estas empresas, en especial la de la canadiense Ascendant Copper, generó violentos enfrentamientos entre comunidades. Los conflictos y divisiones antes vividos es algo que los moradoras de Intag deseamos evitar, dicen.

Otra razón para rechazar la minería es los graves impactos sociales y ambientales identificados por los japoneses que elaboraron un Estudio de Impacto Ambiental en 1990 para una pequeña mina de cobre.