Nacientes de las entrañas del majestuoso Páramo de Santurbán, al oriente de Bucaramanga, tres ríos; Suratá, Tona y Frío, son el manantial que calma la sed de más de 1’200.000 personas en Bucaramanga, Floridablanca y Girón, en Santander. Aunque en toda la región recorren grandes zonas mineras, el tratamiento dado en el acueducto al vital líquido, lo convierte en uno de los más puros del país. 2.261 litros de agua se canalizan y bombean cada segundo a los hogares de estos municipios, trabajo en el que además intervienen otras entidades que pagan por cuidar los bosques.
Fuente: Canal 1
“La calidad de agua que se consume en Bucaramanga es de las mejores de Colombia, porque todos los sistemas de tratamiento que se hacen, sobre todo en la planta de Bosconia que es donde pueden venir las aguas contaminadas de Betas y California producto del beneficio minero, se manejan con un índice de calidad de agua inferior al 2 %, con lo cual garantizamos cero presencia de mercurio y de cianuro, en el agua que consumen los ciudadanos”, indicó Eliseo Osorio, gerente de proyectos del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga.
2.261 litros de agua se canalizan y bombean cada segundo a los hogares de estos municipios, trabajo en el que además intervienen otras entidades que pagan por cuidar los bosques.
“Estamos pagando de manera mensual a familias campesinas para que garanticen el cuidado de las hectáreas de bosque natural que tienen bien preservado en sus parcelas. Pagamos 250.000 pesos por cada hectárea que ellos se comprometan a preservar”, confirmó Mauricio Montoya, gerente de la Electrificadora de Santander.
En medio de tanta generosidad natural, un temor acorrala a los generadores de agua en Santander, la explotación minera.
“No es solo ese proyecto, sino todo lo que podría sobrevenir en la medida que existen grandes solicitudes de títulos que están algunos otorgados y otros por otorgarse, con lo cual sería la destrucción total de los ecosistemas que garantizan el futuro regional”, dijo el gerente de proyectos del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga.
Tres plantas de almacenamiento y un embalse de 51 hectáreas, que tiene 18 millones de metros cúbicos de agua, son las reservas con las que cuenta esta región para abastecerse.