El impacto de la mayor tragedia medioambiental de Brasil, provocada por una riada tóxica que dejó 19 muertos, aún es visible un año después en el poblado de Bento Rodrigues, sepultado completamente por el lodo y en donde todavía emana agua contaminada. Ver el breve video.
Fuente: EFE
La atmósfera en Bento Rodrigues es fantasmagórica, ya nadie vive en este pueblo en ruinas, envuelto en una capa arcillosa que se adhiere a las pocas paredes que quedan en pie tras los siete millones de metros cúbicos de residuos minerales (níquel, sílice y hierro) que cubrieron por completo la localidad.