Compartimos con Uds. La desgrabación de este impactante trabajo documental que desnuda la realidad del accidente nuclear de Fukushima Daichi. Al pié, el link para ver completo el material fílmico.
Desgrabación y edición: Fernando del Cul, BIOS Argentina
La Mentira de Fukushima
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Narrador: – Para protegernos del polvo radioactivo y evitar ser reconocidos por la policía vestimos ropa de protección.
La zona contaminada alrededor de la planta nuclear japonesa destruida es una zona prohibida. Estamos citados con un hombre que quiere enviar un mensaje sobre lo que está sucediendo realmente.
Yukitero Naka es el jefe de una oficina de ingenieros que ha trabajado en la industria nuclear japonesa durante décadas, también en Fukushima.
Hemos pasado el punto de control sin ser reconocidos. Los trabajadores regresan en autobuses después de su despliegue en las ruinas nucleares. “Muchas señales indican que la catástrofe del 11 de marzo es solo un anticipo de lo que podría ocurrir en Japón y en el mundo”, advierte Yukitero Naka.
Para comprender el peligro debemos entender el pasado.
Narrador: – Estamos en la zona de exclusión a 7 km de las ruinas nucleares. Yukitero Naka vivía y trabajaba aquí entre las dos centrales nucleares, Fukushima Daiichi y Fukushima Daini.
Durante muchos años Yukitero Naka y su personal llamaron la atención sobre la violación de las medidas de seguridad en las plantas nucleares, pero nadie los escuchó.
Yukitero Naka: – Algunos más despiertos tomaban mis preocupaciones en serio. Pero no podían tomar nota de ellas, porque en Japón existe un gran, influyente, grupo de presión. En Japón los llamamos la “aldea nuclear”. Su filosofía es: la economía primero.
La “aldea nuclear” la componen TEPCO, el gobierno e investigadores de la universidad. Este grupo toma todas las decisiones importantes.
Narrador: – Nos encontramos en Tokio para una entrevista en exclusiva con Naoto Kan. Era jefe de gobierno en el momento del desastre, y tuvo que liderar la peor crisis desde la II Guerra Mundial.
Nos contará unas cuantas historias que nos asombran. Como sobre una red que incluso dejó al margen al primer ministro.
Los medios difundieron mentiras sobre él. El jefe del gobierno entró en conflicto con la “aldea nuclear”.
Naoto Kan: – El problema más grande es que las medidas de seguridad que se tenían que haber tomado antes del 11 de marzo, no se tomaron. En este sentido, aunque la causa directa del desastre fue el tsunami, el fallo más grave fue que no se tomaron las medidas de seguridad requeridas. Esto es un fallo de los responsables. Simplemente no hicieron lo que debían.
Narrador: – La causa de la catástrofe no fue el terremoto y el tsunami.
Estamos en la pista de la “aldea nuclear” y de descubrir una red de mentiras y complicidad de los criminales de la industria nuclear.
Nuestra investigación nos lleva a través de dos continentes. Volamos a San Francisco, California.
Tenemos una cita con un hombre que inspeccionó los reactores durante años. Así fue testigo de cómo la compañía nuclear japonesa TEPCO era capaz de ocultar hasta los incidentes más graves. El primer reactor fue construido por General Electric en los años 70. Las investigaciones las realizaban ingenieros americanos. Y en Fukushima surgían problemas continuamente.
Narrador (entrevistando): – ¿Qué esperaba TEPCO de ustedes cuando se completaban las inspecciones?
Kei Sugaoka: – Le puedo decir en dos palabras lo que TEPCO quería de mí cuando descubrí las gritas: “Cierre la boca, no cuente nada a nadie”.
Narrador: – No sé esperaban problemas, porque en Japón la industria nuclear no tiene problemas. Al ingeniero nuclear Kei Sugaoka no se le permitió cambiar nada de esto.
Kei Sugaoka: – En 1989 hicimos una inspección con video del “secador de vapor”. Empezamos nuestra inspección y de repente nos dimos cuenta de que había una grieta realmente grande. Una grieta de un tamaño que nunca antes había visto.
Narrador: – Pero esta grieta no es lo único que Kei Sugaoka y sus compañeros descubren.
Kei Sugaoka: – Mi compañero miró al reactor y sus ojos se abrieron de par en par. Exclamó “han colocado un secador de vapor al revés”.
Narrador: – Las zonas centrales del edificio del reactor tienen serios fallos y defectos.
Kei Sugaoka es el jefe de la inspección, y es responsable de corregir los procedimientos de construcción. TEPCO no acepta los resultados de la inspección.
Kei Sugaoka: – Nosotros realizamos la inspección, encontramos las grietas y entonces nos pidieron que borráramos el material del video. Ni siquiera me permitieron escribir el informe por mí mismo. Ellos lo escribieron y yo sólo lo firmé. Sabían que yo vi la posición errónea del secador de vapor en el reactor.
Narrador (entrevistando): – ¿Obligaron a su dirección a manipular los documentos?
Kei Sugaoka: – Si, obligaron a nuestra dirección a falsificar nuestros documentos.
Narrador: – Sugaoka permaneció callado durante 10 años por miedo a perder su empleo. Cuando General Electric prescindió de él rompió su silencio e informó a los departamentos gubernamentales japoneses correspondientes. Para su sorpresa no ocurre nada durante años. La agencia japonesa de supervisión nuclear trató de quitárselo de encima.
Sin embargo en 2001 conecta finalmente con el ingeniero americano, que será su aliado, aquí en Fukushima, Japón.
Eisako Sato fue gobernador de la prefectura de Fukushima durante 18 años. Miembro del gobernante partido conservador LPD (Partido Liberar Democrático), Sato es un hombre de establishment político que incluso acompañó a la pareja real japonesa en sus viajes.
Se dejó convencer de que la energía nuclear no tenía riesgos para la población. Pero Sato perdió la confianza.
Eisako Sato: – Recibí 20 faxes de informantes de las plantas nucleares de mi prefectura. Dos de ellos era de Kei Sugaoka. El Ministerio de Economía en lugar de comprobar las acusaciones, pasó la información directamente a TEPCO. Entonces ocurrió algo que difícilmente podía creer. TEPCO simplemente falsificó los informes. Escribí un artículo de periódico diciendo que si continuaban haciéndolo, podía haber un accidente muy grave.
Narrador: – Ahora deben actuar los burócratas. 17 reactores están apagados. Una investigación descubrió que la compañía de electricidad TEPCO estuvo falsificando informes durante décadas. Había silenciado incidentes muy serios, incluso un meltdown en Fukushima que fue ocultado durante 30 años.
Ejecutivos dimiten, el staff es castigado, pero reciben nuevos puestos. Nadie es acusado. El mayor responsable, Tsunehisa Katsumata incluso es ascendido a presidente de la compañía.
Se disculpó con el gobernador Sato por el fraude y el comportamiento antiético. Sin embargo, Sato no se detiene. Continúa criticando la rápida expansión de la energía nuclear.
Esto va contra las reglas del juego de la política nuclear japonesa. En el 2004 se vengan.
Eisako Sato: – El 27 de diciembre aparece un artículo periodístico en el que le acusan de estar involucrado en ventas inmobiliarias ilegales. El autor era un periodista que ahora está especializado en política nuclear. La historia era pura ficción. Entonces arrestaron a mi hermano. El abogado responsable, que estaba en el departamento del ministro presidente, había sido provisionalmente trasladado aquí.
Su nombre era Morimoto y le dijo a mi hermano “antes o después vamos a destruir a tu hermano el gobernador”. Fueron tan lejos que 200 personas de mi entorno fueron presionadas. Les dijeron: “Hable mal del gobernador, eso es suficiente para nosotros”. Dos o tres no pudieron soportar la presión y se suicidaron. Uno de mis jefes de departamento todavía está en coma.
Narrador: – Para proteger a sus amigos y colegas Sato dimitió. Un tribunal confirmó más tarde su inocencia, pero el alborotador que se atrevía a romper su silencio estaba acabado.
Esta es la venganza de un grupo poderoso que tiene a gran parte de la sociedad japonesa en su puño. Su nombre que suena inofensivo es la “Aldea Nuclear”.
Naoto Kan: – En Japón, durante largo tiempo, especialmente los últimos 10 – 20 años, se han suprimido todas las declaraciones relacionadas con los peligros de la energía nuclear. Cuando especialistas de la universidad afirmaban que había algún riesgo, ponían en peligro su futura carrera.
Los políticos reciben a menudo apoyo financiero de las compañías eléctricas. Sin embargo cuando alguno habla sobre los riesgos de la energía nuclear pierde ese apoyo. Por el contrario cuando estás de acuerdo con la energía nuclear recibes generosas donaciones. Esto se extiende a la cultura, el deporte e incluye a los medios. Debido a estas ataduras se ha generado un ambiente en el que la crítica difícilmente se expresa.
Por eso la “Aldea Nuclear” no es un problema limitado a un área pequeña, sino que afecta al país entero. Todo el mundo está atrapado en esa “Aldea Nuclear”.
Narrador: – El primer ministro Kan se enfrenta a un parlamento en el cuál más de 100 miembros recibían dinero de TEPCO. Entre ellos un antiguo primer ministro, así como miembros de su propio partido.
La red es mucho más grande. Muchos políticos pasan al gigante eléctrico al final de sus carreras políticas. Desde 1962 el puesto de Vicepresidente de TEPCO es ocupado por antiguos responsables políticos de alto nivel que previamente se ocupaban de la regulación nuclear. Los llaman Amukadari que significa en japonés “aquellos que descienden de los cielos”.
También ocurre a la inversa, Tokio Kanou paso de Vicepresidente de TEPCO al parlamento. En aquel tiempo fue responsable de la política energética del gobernante partido LPD durante 12 años antes de volver a TEPCO.
Hablamos a cerca de esta red con el miembro del parlamento Taro Kono.
Kono procede de una prominente dinastía de políticos. Su padre fue ministro de asuntos exteriores. Kono pertenece al partido conservador LPD. El LPD dirigió el país después de la 2° guerra mundial durante casi 60 años. Fue el LPD el que en gran medida impulsó la construcción y expansión de la industria nuclear.
Taro Kono: – Ellos siempre explicaban “En Japón no puede ocurrir ningún desastre nuclear”. Nunca explicaron a la gente que deberían estar preparados para ello. Ni siquiera lo gobiernos locales eran consientes de los peligros. Sólo sé que no era necesario estar preparado para un incidente grave porque estos casos simplemente no podían suceder nunca. Trataban de mantener esa ficción y encubrir la verdad con historias que fabricaban y ahora tienen que admitir que estaban mintiendo.
Narrador: – En esta atmosfera sucede el 11 de marzo una catástrofe que Japón nunca había visto.
A la 14:46 uno de los más fuertes terremotos registrados golpea el país. Su intensidad es de 9.0.
Pero el terremoto es solo el desencadenante del horror que se está desencadenando muy lejos de la costa, en el Pacifico. Un tsunami enorme avanza hacia la costa japonesa a varios cientos de km/h. La ola que tiene hasta treinta metros de altura en algunas partes golpea ciudades enteras.
Casi 20.000 personas perdieron sus vidas en las inundaciones.
Las olas también arrollaron la intacta central nuclear de Fukushima Daiichi. Su dique anti-tsunami de 6 metros es demasiado bajo. Esta es la consecuencia por no haber, ni TEPCO ni la agencia reguladora nuclear, tomado en serio a la llamada ola asesina y por cambiar el plan para la ubicación.
Naoto Kan: – La zona en la que estaba originalmente planeada la planta nuclear estaba a una altura de 35 m, pero la tierra fue retirada y finalmente el suelo sobre el que se construyó quedó a 10 metros sobre el nivel del mar. El razonamiento fue que bajar la altura sobre el nivel del mar permitiría un bombeo de agua marina más eficiente. Asi se hace constar expresamente en la propia historia de la compañía TEPCO, que la razón fue esencialmente económica.
Narrador: – La enorme ola destruyó la maltrecha central nuclear. Primero la electricidad se interrumpe, y luego los equipos de emergencia quedan anegados porque estaban demasiado bajos. Sin energía no se puede refrigerar el núcleo del reactor.
Naoto Kan: – Por ley, todas las estaciones de energía necesitan un centro de emergencia para casos graves. En Fukushima estaba a 5 km de la central, pero no pudo funcionar adecuadamente ni un minuto. Debido al terremoto la gente no fue capaz de llegar al lugar rápidamente. No había electricidad y por lo tanto los equipos de trasmisión no funcionaban. Esto significa que sometido a una situación de emergencia real, el centro de emergencia no funcionaba en absoluto. La ley ni siquiera considera que un terremoto y un accidente nuclear pudieran ocurrir a la vez.
Narrador: – Naoto Kan apenas recibió información sobre el dramático desarrollo de los hechos en la central nuclear. El Primer Ministro de Japón sólo conoció la noticia de la fuerte explosión en la planta nuclear a través de la TV.
Naoto Kan: – Incluso después de una hora de aparecer las imágenes en la TV TEPCO no informó sobre el tipo de explosión que había tenido lugar. Aunque probablemente era muy difícil evaluar la situación sobre el terreno, TEPCO debería haber estado en situación de valorar los hechos e informar al público. Pero no se esforzaron lo suficiente.
Narrador: – 15 de marzo de 2011. Cuatro días después de la catástrofe, TEPCO y la agencia reguladora nuclear japonesa siguen minimizando los riesgos en público. Sin embargo TEPCO pide permiso en secreto al Primer Ministro para que los trabajadores evacúen la planta. De otro modo morirían todos.
Naoto Kan: – Le dije al presidente de TEPCO que una evacuación de los trabajadores no se planteaba. Porque si se iban de allí nos enfrentaríamos a un meltdown que emitiría enormes cantidades de material radioactivo. Si hubiera ocurrido, una gran parte de nuestro país sería inhabitable.
Narrador: – Kan no sé fía de TEPCO desde el principio y vuela a Fukushima él mismo. Quiere informarse por sí mismo sobre el terreno, pero nadie le dice al Primer Ministro de que el meltdown ya había ocurrido en tres de los reactores el día 11 de marzo, en la tarde de la catástrofe.
Naoto Kan: – En los informes de TEPCO y la agencia de seguridad nuclear japonesa no hay ninguna frase que mencione que las barras están dañadas o que se ha llegado a un meltdown nuclear. En el informe del día 15 de marzo se afirmaba que tales incidentes no habían ocurrido todavía.
Narrador: – Tokio, casi un año después de la catástrofe.
Queremos saber de TEPCO por qué tardaron dos meses en admitir lo que los expertos de todo el mundo ya se esperaban. Que los reactores habían alcanzado el meltdown desde el comienzo de la catástrofe.
Narrador (entrevistando en conferencia de prensa): – ¿Cuándo supo TEPCO que los reactores 1, 2 y 3 habían alcanzado el meltdown?
Junichi Matsumoto (Sprecher TEPCO): – Naturalmente no podemos verlo con nuestros propios ojos, pero podemos evaluar la situación por los datos del centro de control central. Sólo supimos que los núcleos se habían fundido y probablemente caído al suelo de la vasija de prisión a principios de mayo.
Narrador: – A día de hoy todavía se ocultan detrás de papeles y números. Diariamente, en las conferencias de prensa, el gigante eléctrico afirma que la situación está bajo control. Escondidos en los datos de mediciones hay señales que nos hacen preguntarnos si los responsables de la catástrofe realmente saben lo que están haciendo.
Curiosamente uno de los portavoces explica que el agua de refrigeración contaminada ha desaparecido. La razón es que las tuberías en terreno contaminado han sido dañadas por la hierba en crecimiento.
Narrador (entrevistando en conferencia de prensa): – ¿Está diciendo realmente que el agua radioactiva está siendo trasportada por tuberías que pueden ser dañadas por hierbajos?
Junichi Matsumoto (Sprecher TEPCO): Bueno, si, es la primera vez que colocamos tuberías en el campo. Creo que nuestros conocimientos sobre esto no eran suficientes.
Narrador: – Pero no es sólo la hierba lo que amenaza las ruinas nucleares.
Estamos en Tamioka, un pueblo fantasma. Estamos a 7 kilómetros de lo que fuera Fukushima Daichi. Viajamos con Yukitero Naka, ingeniero nuclear.
Los residentes como él están autorizados a entrar una hora cada cierto tiempo en la zona de exclusión para recorrer sus efectos personales.
Nos muestra su empresa destrozada por el terremoto e inhabitable por la radiación.
Yukitero Naka (Prasident Tohoku Enterprise): – Este edificio de madera era muy confortable. Una oficina agradable. Era tranquila, fresca en verano y cálida en invierno. MI gente se sentía muy bien aquí.
Narrador: – 80 expertos nucleares trabajaban para él. Desde la catástrofe muchos de ellos ayudan a tratar de mantener la destrozada planta nuclear bajo control. Yukitero Naka y su gente saben lo que está ocurriendo realmente en la nuclear en ruinas.
Yukitero Naka (Prasident Tohoku Enterprise): – Mi mayor temor es que pronto no vamos a tener profesionales que puedan trabajar en la destrozada planta nuclear. Muchos de ellos pronto van a alcanzar la máxima cuota de radiación. No sé de dónde vamos a sacar los profesionales necesarios para trabajar en la planta.
Narrador: – Sin profesionales cualificados con exposición baja será imposible mantener el desastre bajo control. Incluso si pudieran formar suficientes ingenieros y personal cualificado para los próximos 40 años, sigue habiendo un problema que podría cambiar Japón y el mundo.
Narrador (entrevistando): – ¿Es segura ahora la planta nuclear?
Yukitero Naka (Atomingenieur): – Bueno, eso es lo que dice TEPCO y el gobierno, pero la gente que está dentro no lo cree. Todavía hay un gran peligro. Mi preocupación personal es el bloque del reactor 4.
El edificio fue muy dañado por el terremoto. Hay aproximadamente 1300 barras de combustible gastado en el piso 4. En el piso de encima se almacenan las barras más nuevas, además de mucha maquinaria pesada.
Eso es todo muy, muy pesado. Si ocurre otro terremoto, entonces el edificio puede colapsar y sería muy probable que ocurra otra reacción en cadena.
Narrador: – Entonces ocurriría un meltdown al aire libre, con lo que Japón, tal y como lo conocemos hoy, desaparecería. La radiación sería directamente mortal. El trabajo sobre el terreno sería totalmente imposible. Lo más probable es que los reactores 1, 2, 3, 5 y 6 quedasen fuera de control. ¡Armagedon!
Narrador: – En Tokio nos encontramos con el reconocido sismólogo profesor Hideki Shimamura.
En febrero, científicos de la universidad de Tokio publicaron un nuevo estudio a cerca de los terremotos. Según su investigación Japón va a sufrir un nuevo gran sismo en los próximos 4 años, con una probabilidad del 75%…
Narrador (entrevistando): – ¿Hay una posibilidad real de que la planta sea dañada por un terremoto de esas características?
Hideki Shimamura: – Si, muy probable.
Narrador (entrevistando): – ¿Por qué?
Hideki Shimamura: – La aceleración del sismo, que nosotros medimos en gal, fue más fuerte de lo que nosotros creíamos posible. En los últimos años, hemos construido más de 1000 dispositivos de medición y establecieron que el terremoto fue más fuerte y más rápido que lo que previamente creíamos posible.
Narrador: – Esto significa que todos los edificios en Japón tienen un enorme problema, incluidas las centrales nucleares, explica el Profesor Shimamura.
Hideki Shimamura: – Este es el estudio del edificio de una de las centrales nucleares japonesas. La empresa que el terremoto más fuerte en el futuro tendrá una aceleración de 300 a 450 gal. Luego explican que para un evento altamente improbable planifican para una aceleración de hasta 600 gal. Pero esto sólo se aplica para la zona de contención de los reactores, no para el resto de las estructuras.
Nuestra investigación muestra que los dos últimos grandes terremotos tuvieron aceleraciones por encima de los 4000 gals. Esto es mucho más alto que la cantidad planificada en las especificaciones de diseño.
Narrador (entrevistando): – Los propietarios de la planta conocen esto, pero no la han reforzado, ¿es así?
Hideki Shimamura: – Todavía no. No lo suficiente. Me temo. Construir una planta que pueda soportar semejante terremoto es prácticamente imposible.
Narrador: – A 60 kilómetros de la nuclear en ruinas. En el centro de crisis donde toda la información se recibe al mismo tiempo. TEPCO, la agencia de seguridad nuclear, y la prefectura coordinan la lucha contra el infierno nuclear.
Tenemos una cita con un mando de TEPCO responsable de la limpieza después de la catástrofe. Queremos saber cómo quieren proteger la planta de un terremoto fuerte. Especialmente al dañado edificio 4.
Shirai Isao: – Tenemos almacenadas muchas barras de combustible en la piscina del reactor 4. Para protegerlas es necesario reforzar la piscina. En la planta debajo de la piscina se están construyendo contrafuertes.
Narrador (entrevistando): – Su planta nuclear esta casi completamente destruida. ¿Cómo pueden saber si resistirá un nuevo terremoto cuando no lo hizo hace un año cuando la central estaba todavía intacta?
Shirai Isao: – Hicimos pruebas para proporcionar seguridad frente a terremotos. No sólo en relación al reactor 4 y daban como resultado que no habría problemas.
Narrador (entrevistando): – Los sismólogos miden aceleraciones de hasta 4000 gal y afirman que ninguna planta de energía nuclear puede soportarlo. ¿Qué les hace estar tan seguros de que un terremoto directo bajo Fukushima no dañaría seriamente el resto de la planta?
Shirai Isao: – La localización de los 4000 gal de los que usted habla quizá sea diferente. Creo. No puedo responder a eso.
Narrador (entrevistando): – ¿Cree usted que TEPCO está preparado para gestionar plantas nucleares en Japón?
Shirai Isao: – … (Silencio)… Esa es una pregunta difícil.
Yukitero Naka (Atomingenieur): – Este es el único resultado que recibimos después de todo esto. La humanidad debe aprender de esta historia. Para que podamos planear un futuro mejor para la gente común.
Documental subtitulado por Kohai
Galiciaverde
María Urizar
Subtitulos sincronizados por
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Disponible en http://www.youtube.com/watch?v=ZZ4e5Arx7T4