El próximo 28 de julio la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) tiene previsto considerar una resolución presentada por el gobierno boliviano para que se declare el “derecho humano al agua y al saneamiento”. Se espera un arduo debate en el seno de la Asamblea General. Es que varias naciones industrializadas han estado trabajando para evitar que el agua sea reconocida como un derecho humano priorizando los intereses comerciales que rodean el gran negocio de las bebidas y otras industrias.
Fuente: Radio Mundo Real
21/07/2010. “Para obtener una fuerte resolución adoptada por la Asamblea General debemos hacer saber a los gobiernos que apoyamos el derecho humano al agua y al saneamiento, y que demandamos el reconocimiento de esos derechos en el lenguaje más claro posible”, dice un llamamiento del Proyecto Planeta Azul, movimiento de la sociedad civil internacional contra la privatización del agua, con sede en Canadá.
De los aproximadamente 6500 millones de personas que viven en el mundo actualmente, 884 millones no tienen acceso al agua potable y 2600 millones no cuentan con los servicios mínimos de saneamiento.
El 12 de julio el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que había presentado la propuesta de declaración de derecho humano al agua ante la ONU, al tiempo que pidió a las organizaciones sociales de las diversas regiones del mundo que persuadan a los jefes de Estado para que se apruebe la solicitud.
Se espera un arduo debate en el seno de la Asamblea General. Es que varias naciones industrializadas han estado trabajando para evitar que el agua sea reconocida como un derecho humano. Entre ellas se destacan Canadá, Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña.
Las diferencias entre los países industrializados y los que no lo son parecen cobrar mayor evidencia en el tratamiento de este asunto. “Me resisto a ver esto como una cuestión Norte-Sur, pero se empieza a parecer mucho”, dijo a la agencia IPS la fundadora del Proyecto Planeta Azul, Maude Barlow.
En una carta enviada a los representantes de los 192 Estados miembros de la ONU, la activista señala que “en 2010 no es exagerado decir que la dificultad de acceder al agua potable es una de las peores violaciones a los derechos humanos”.
Barlow explica que Canadá especialmente ha frenado los pasos más básicos hacia un reconocimiento internacional del acceso al agua como derecho universal.
Por su parte, otro integrante del Proyecto Planeta Azul, Anil Naidoo, expresó a IPS que “organizaciones locales e internacionales que luchan por justicia en el acceso al agua reclaman el liderazgo de la ONU para que se reconozca claramente que es un derecho humano, al igual que el saneamiento”.
Naidoo ha estado trabajando con decenas de países en desarrollo para promover el documento presentado por Bolivia. Más de veinte lo han auspiciado. “A medida que se avanza reclamamos que el texto de la resolución sea contundente y no deje dudas respecto de que el agua y el saneamiento son derechos humanos”, dijo.
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