La Cámara Argentina de Empresarios Mineros comenzó una campaña mediática exponiendo las virtudes de la minería a cielo abierto. ¿Qué hay de cierto en sus argumentos?
Por Marcos Giorgetti publicado por Plaza de Mayo
A mediados de febrero de 2012, mientras Famatina era noticia, Cristina Fernández de Kirchner pidió dar “una discusión responsable y en serio” sobre la calidad ambiental. “Hay que dar discusión responsable y en serio en el país. Exigir calidad ambiental pero con responsabilidad y seriedad sobre los planteos que se realizan, sin posiciones dogmáticas y cerradas que se resisten a cualquier matiz” dijo la mandataria.
A pocos meses de cumplirse un año de lo que manifestó en esa ocasión la presidente, esto es lo que va dejando el año de “debate serio”.
A principio de año, con en el punto máximo de discusión mediática sobre la mega minería y con distintos pueblos en las rutas manifestando su descontento, la Cámara Argentina Empresaria de Mineros sacó una serie de publicidades que aún se escuchan y ven en las distintas tandas de los programas de radio y televisión con mayor llegada. Esta es una recopilación de lo que dice en su spot publicitario la CAEM. ¿Qué aporta a la discusión sobre la minería a cielo abierto y en que medida escucha las acusaciones de las organizaciones sociales en contra de la explotación minera a gran escala?
Spot publicitario CAEM (Cámara Argentina Empresaria de Mineros):
Imaginar el mundo sin minería es imaginar:
-Una casa sin techos ni paredes.
-Un enfermero sin ambulancia.
-Un científico sin computadora.
-Un casamiento sin anillos.
-Una silla de ruedas sin ruedas.
-Un alumno sin anteojos.
-Una fabrica sin minerales.
Porque sin minerales no se podrían producir las cosas con las que vivimos todos los días. “Por una minería limpia, segura y sustentable”.
El argumento fuerte de la publicidad podría resumirse con el motivo “la minería es necesaria, no podemos vivir sin ella”. Una serie de premisas que redundan sobre un mismo sentido. Los elementos cotidianos que dejaríamos de tener en el caso de que no existiera la minería. Las afirmaciones que encontramos en la propaganda explican solo una cosa, la minería es importante.
“Por una minería limpia, segura y sustentable” sintetiza en el final la publicidad, pero: ¿Limpia cómo?, ¿segura bajo que parámetros? Y ¿sustentable para quienes? Lo único que nos deja en claro el spot es que hay materiales extraídos mediante la minería (en términos generales de extracción minera, no se hace mención a una forma en particular) y que son importantes para la vida cotidiana. El slogan está lejos de otorgarnos profundidad de análisis sobre el tema.
En el libro “15 mitos y realidades de la minería transnacional en la Argentina” el colectivo de organizaciones que suscriben a dicho ejemplar (Colectivo Voces en Alerta) denuncia distintos puntos de conflicto, el primer “mito” que menciona el libro se titula “Son fundamentalistas, están en contra todo tipo de minería”.
Este artículo contrasta de lleno con el spot de CAEM, esto es lo que dicen desde las organizaciones:
Los puntos que discuten las organizaciones:
– La escala de explotación: mega minería metalífera hidro-química, orientada a gran escala a la extracción de oro, plata, cobre y otros minerales críticos estratégicos.
– El carácter transnacional de este tipo de extracción.
Extractos del libro:
No hay una única forma de extracción minera y tampoco las resistencias sociales se oponen a “todo tipo de minería” sino a un tipo específico de explotación: la minería transnacional a gran escala, mayormente practicada “a cielo abierto”.
El eje del debate no tiene nada que ver con la sal de mesa, la roca caliza para cal y cemento, la arena de y el ripio para la construcción, y muchos otros minerales no metalíferos explotados en nuestro país. No han sido una fuente generadora de conflictos como el caso que aquí sí nos ocupa (Ver Spot…: “Una casa sin techos ni paredes”).
Las formas de valoración y los usos dados a los distintos minerales, las formas de extraerlos, procesarlos y trabajarlos, dependen de los diferentes entornos culturales en los que se realizan.
Intentan discriminar que otras formas culturales de extracción minera son “arcaicas” y que la mega minería es “la evolución y el progreso”.
Por parte de los empresarios mineros el “debate serio” sólo alcanza una parte de la discusión. Después de esos acalorados meses a principio de año, la CAEM encaró la discusión sobre la minería inundando de spots publicitarios los programas políticos. El punto tratado en las publicidades fue contrastado en esta nota con la posición de las organizaciones sociales en el mito número 1 del libro. Cada uno podrá sacar sus conclusiones.
Por alguna razón no hay diálogo más allá de este contraste, una de las dos partes esta cercando el foco de la discusión. No hay diálogo, a la objeción que algunos plantean contra “la minería transnacional a gran escala, mayormente practicada “a cielo abierto” responden con la minería en su totalidad (frases como “Imaginar el mundo sin minería”). En términos retóricos una forma de metonimia o si se quiere de sinécdoque al revés, es decir “el todo para defender la parte”.Es más parecido a un diálogo oral entre sordos que una discusión.
Tengo los otros 14 puntos que plantea el libro “15 mitos y realidades de la minería transnacional en la Argentina” en la mano, me gustaría también poder contrastar cada uno de ellos pero tengo solo una versión de las cosas ya que las voces oficiales a favor de la explotación a gran escala no han abordado otros aspectos. Los sectores mineros, empresarios y funcionarios del gobierno competentes en el área luego del reclamo de “discusión seria y responsable” dejaron en manos del spot lo que querían comunicar al respecto.
El resto de la controversia brilla por su ausencia desde un costado por lo tanto esperaré a otro momento para poder seguir con los puntos que contiene el libro. La sensación que queda es que el “debate serio” esta limitado por una pata y no es precisamente la de las organizaciones sociales que se expresan en contra de la minería. Las posiciones dogmáticas en esta ocasión parecerían estar en otro lado.
Con cierta duda me animo a citar a Eduardo Galeano, en una nota que le realizaron los colegas de La Garganta Poderosa en su número de julio, dada su condición de intelectual y referente de las causas en América Latina pueden sus palabras llegar a ahondar el debate. Esto decía el autor de Las venas abiertas de América Latina: “En donde todavía veo que andamos medio lentos es en la necesaria comprensión de que los derechos humanos y los derechos de la naturaleza son dos nombres de la misma dignidad. O sea, en el fondo, son la misma cosa. Y digo que en eso andamos más lentos, porque algunos gobiernos más progresistas de la región, de los que más han hecho en la lucha de la injusticia y por los derechos humanos, tienen una política no muy clara, o para mi bastante equivocada, en lo que respecta a la defensa de los recursos naturales, como la minería a cielo abierto, y en la relación protección de la naturaleza en general, de la que formamos parte al fin y al cabo. Además venimos de cinco siglos de saqueos de los recursos naturales, siempre con la promesa que vamos a ser mañana prósperos, felices y todos millonarios. Y eso solo ha dejado nada más que agujeros, fantasmas, palacios vacíos, y miles y miles de muertos, en los socavones de las minas, o por la intoxicación derivada de las explotaciones más implacables”.