La intolerancia y el desprecio por quienes intentan desempeñar honestamente el rol del periodismo suele ser preocupante. Pero cuando esas embestidas provienen del poder político, es más alarmante todavía.
Por Pablo Fernando Quintana
02/05/2012. Esta provincia vivió días lamentables desde el 2003 hasta el 2011, entre una prensa sumisa, que negoció su silencio a cambio de una jugosa pauta publicitaria del gobierno, y aquella que intentó contar la otra historia por fuera del boletín oficial. Quienes pretendieron romper ese cerco, tuvieron que soportar días de furia. Como las experimentadas por los colegas del Canal 4 Esquel o de la desaparecida agencia Infochubut, contra quienes el ex gobernador Mario Das Neves supo atropellar, gritar y encolerizar porque estos medios y, principalmente sus periodistas, rompían con la agenda mediática impuesta por el régimen.
Rafael Williams ya dio muestras de malos humores y poca paciencia cuando del tema minero se trata. Un conflicto que como hace nueve años atrás lo tuvo como protagonista y, al igual que entonces, no puede (no sabe o no quiere) evitar que el impacto social se genere en Esquel y la zona. Es el mismo intendente que pretende dar otra vez la discusión, a pesar de la existencia del plebiscito del 23 de marzo del 2003, pero que –inexplicablemente- se niega a hablar sobre el tema.
En una ostentación de intolerancia y prepotencia Williams terminó reprochándole al periodista Federico Ovidi por qué insistía con el mismo tema. El colega de radio Kalewche y el diario El Chubut, intentaba conocer el posicionamiento sobre la probable habilitación comercial de un edificio donde pretende funcionar Minas Argentinas S.A./Yamana Gold.
Es curioso, la controversia se produjo el 1º de mayo en el marco del Día del Trabajador donde autoridades se regocijaban de la hermosa escultura emplazada en la avenida Ameghino y Pellegrini. La particularidad es que la afrenta la recibía un trabajador que sólo intentaba realizar su tarea, en un día feriado, de la mejor manera posible.
“Vos siempre me preguntás del tema minero, se ve que estás directamente militando. ¿Por qué no te ponés al frente con el cartel y dejás de ser periodista?. El periodista debe ser equilibrado, tiene que sostener la igualdad en todas las cosas y no insistir siempre sobre lo mismo. Siempre hacés lo mismo vos”, le reprochó Williams.
Pero lo peculiar de esta arremetida, también es que la frase proviene de un hombre, que se dice de extracción justicialista, y ahora fuertemente identificado con el gobierno Nac and Pop, la misma corriente que pregona por un periodismo militante. Pareciera ser que la militancia, es bien entendida cuando los propósitos comulgan con el modelo, pero no sería bien visto quien compartiría con los vecinos una preocupación en común.
Ya que incursiona en cómo entender el rol del periodista, no sería capcioso reflexionar acerca de cuál será el posicionamiento de Williams sobre la doble función que cumple Ricardo Bustos. ¿Cómo se sentirá cuando el medio o programa que conduce el gerente de relaciones comunitarias de Minas Argentinas S.A./Yamana Gold lo entrevista? Acaso entonces el intendente ¿rumiará esa idea del “periodista como un ser equilibrado?”.
No es la primera vez que Williams se siente incómodo cuando es consultado sobre la problemática minera. En el 2003 cuando el periodista Andrés Campos le consultó acerca del conflicto social respondió: “yo te voy a pedir… que sobre el tema minero no voy a hablar más, no respondo una pregunta más sobre esa cuestión”.
Entre la tendencia informativa solventada que demuestran algunos medios y este descrédito por la labor de un trabajador en búsqueda de un equilibrio y otra calidad periodística para Esquel, Williams da libre rienda a sus arrebatos con quienes se salen del libreto.
“No, no te respondo ninguna pregunta más”, cerró la charla con Ovidi, en un claro intento por restringir su ocupación. Los aduladores de turno celebran y hasta gozan hablando con el poder de turno de minucias, manjares e historietas que nada tienen que ver con el proceso informativo que requiere la comunidad.
La falta de una conducta crítica en los medios de comunicación, aún más de los propios periodistas es una de las fuentes vitales de todo proceso democrático. Por eso es de lamentar que estos gestos sean propiciados por quienes alegan discusión, participación y hasta a veces hablan de información y hasta de periodismo.
Pablo Fernando Quintana