Fue un accidente de alto riesgo porque llevaba 3.000 kg. de gelamón, un químico muy sensible al impacto. Dos ocupantes se salvaron de milagro. Investigan la seguridad. DIARIO DE CUYO
Un camionero que viajaba rumbo al emprendimiento minero Casposo, en Calingasta, con más de 8.000 kilos de tres clases de explosivos y detonadores, sufrió en la tarde de ayer un accidente impresionante y de alto riesgo: Al parecer, en una bajada pronunciada de la ruta 149 sufrió un problema con los frenos y pasó de largo en una curva, estrellándose contra una loma, a unos 120 kilómetros de la Capital y a unos 14 de Pachaco, en Zonda. A pesar de que no hubo explosiones, en la policía y fuentes del área minera consideraron el accidente de alto riesgo, porque entre la carga había “Gelamón’, un explosivo con nitroglicerina que es muy sencible al impacto.
Según la policía, también hubo peligro, porque en la carga iban los detonadores usados hacer estallar ese mismo producto químico. Y anoche personal de Gendarmería estudiaba si se habían cumplido o no con todas las normas de seguridad en el traslado, dijeron fuentes del caso.
Todo ocurrió minutos después de las 14,30. A esa hora un Ford Cargo de una empresa identificada como “Exploservi’ era conducido por David Leonardo Chávez, un joven de 30 años de Albardón que sufrió las lesiones más serias: un golpe grave en la cabeza y politraumatismo. Su acompañante, el soldador de la empresa, identificado Ricardo Alejandro Ortiz (52), jefe de familia, domiciliado en Villa Mallea, Capital. Según la policía, Ortiz sufrió golpes varios y escoriaciones.
Anoche, un familiar de Chávez aseguró a este diario que Ortiz les había dicho que hubo problemas con los frenos del vehículo, y que el chofer no pudo controlarlo ni aún metiendo cambios para hacer rebajes. En su descontrolada carrera, el camión aplastó el extremo de un guardarrail y literalmente se destruyó cuesta arriba en una loma.
El particular hecho era ayer investigado en dos frentes: policías de la comisaría 16ta. al mando del comisario José Eduardo Gómez, analizaban las causas del siniestro y sus consecuencias en las personas. Y Gendarmería se ocupaba de chequear si se cumplían o no las normas de seguridad en el traslado del peligroso material. Una versión no confirmaba indicaba que el vehículo no iba acompañado de una camioneta con balizas, usualmente usadas para el transporte en el trabajo minero.
El otro tema era la peligrosidad de la carga. Según la policía, el Ford Cargo (al parecer autorizado para esos traslados ) iba cargado con 8.000 kilos de “Sipolex’, un agente de voladura de menor poder que el gelamón, igual que el “Emultec’, del cual se habían contabilizado al menos 47 cajas.
La mayor atención estaba centrada en la presencia de los 3.000 kilos de “Gelamón’ y los detonadores que, según las fuentes, no debían ser parte de la misma carga. Por eso personal de Bomberos se encargaban ayer de alejar a cualquier persona ajena al trabajo específico realizado en la escena del siniestro para evitar imprevistos: “Deben alejarse, hay gelamón y es muy peligroso’, dijo uno de los uniformados que se ocupaba de aislar la zona donde trabajaban.