Los pobladores de Loncopué construyeron un hito en la lucha antiminera. El aplastante triunfo de la opción contra la minería a cielo abierto en Loncopué, Neuquén, deja varios datos para el análisis, algunos de ellos importantes a la hora del debate que se ha prometido sobre el tema y que, por ahora, brilla por su ausencia o está más contaminado que un dique de cola.
Fuente: Radiolaretaguardia.blogspot – Fotos: Neuquén al instante
06/06/2012. Vale hacer aquí un poco de historia local. La minería intentó instalarse en esta cabeza departamental ubicada a 300 kilómetros de la capital provincial en el año 2007. Allí nacieron la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Loncopué (AVAL) y la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Campana Mahuida (Avacam) y lograron frenar dos proyectos: primero evitaron el ingreso de una empresa china (Emprendimientos Mineros SA) y luego otro de la estatal Cormine (Corporación Minera de Neuquén).
Con la consolidación de las asambleas, comenzaron con la jugada de convocar a un referéndum. Basándose en una ordenanza municipal, los asambleístas impulsaron la consulta popular que sufrió todo tipo de ataques de parte del poder política provincial, encarnado por el Movimiento Popular Neuquino (en adelante Movimiento Feudal Neuquino) y el gobernador Sapag, quien intentó las mil y una para evitar el referéndum.
Todas las trabas se intensificaron en la última semana, con una interposición judicial de la Cormine que llegó al Superior Tribunal. El viernes, a sólo 48 horas de la consulta, el tribunal se expidió autorizando el referéndum (que es siempre de carácter obligatorio y vinculante, a diferencia del plebiscito).
Luego vinieron los cortes de energía, los panfletos anónimos en plena veda invitando a no votar y advirtiendo que no habría sanciones para los que se ausentaran (el mismo gobernador Sapag sostuvo este argumento), y hasta la visita del Ministro de Seguridad provincial, Gabriel Gastaminza, que se mostró preocupado “porque un ciudadano pidió a escribanos que fiscalicen y aquí no se lo permiten”. Olvidó decir que los que estaban a favor de la minería intentaron deslegitimar la consulta al no integrar la Junta Comicial Municipal (Juncom).
Pero finalmente el referéndum se organizó y, a pesar de las presiones que se sucedieron ese mismo día, la concurrencia fue mucha (70%, casi a la altura de una presidencial y de un nivel parecido a la que eligió al gobernador), y el apoyo a la ordenanza que deberá prohibir la minería a cielo abierto fue un aplastante 82%del Ministro de Seguridad provincial, Gabriel Gastaminza, que se mostró preocupado “porque un ciudadano pidió a
escribanos que fiscalicen y aquí no se lo permiten”. Olvidó decir que los que estaban a favor de la minería intentaron deslegitimar la consulta al no integrar la Junta Comicial Municipal (Juncom).
Esta consulta derriba algunos mitos:
1-Que no es posible realizar este tipo de consultas. Este mito cae con el histórico referéndum del domingo pasado. Si bien en otras regiones se han intentado convocatorias similares, por ej. en Andalgalá o en Famatina-Chilecito, hasta aquí el poder había conseguido evitar este tipo de evolución democrática. Si bien en Loncopué aprovecharon una ordenanza departamental que permite la realización de este tipo de consultas, también es cierto que el poder utiliza todos los recursos -los que están al alcance y los que no también- para escaparle a la opinión popular, pero parece que esta vez la voluntad popular y un buen abogado comprometido (el Dr. Cristian Hendrickse) lograron lo que parecía imposible. Sin dudas marcan un camino para las otras asambleas, así como éstas también sirvieron de guía a las de Loncopué para evitar, de cualquier modo, la instalación de las mineras.
2-Que las poblaciones emiten su opinión sobre la minería cuando votan a las autoridades provinciales o nacionales que sostienen la política de Estado minera. Este argumento venía siendo refutado por las asambleas en lucha en las diferentes provincias, pero este resultado certifica lo que los asambleístas decían. Hace demasiado poco, en 2011, en Loncopué, la fórmula Cristina-Boudou, con el apoyo de del Movimiento Feudal Neuquino, obtuvo el 73,79% de los votos. Alfonsín quedó muy lejos superando apenas el 8%. Para diputados nacionales, el partido que ganó todas las elecciones para gobernador realizadas desde 1962, obtuvo el 44% y el Frente para la Victoria lo siguió con el 34%. Es decir que la población apoyó abrumadoramente a la presidenta y al cincuentenario oficialismo provincial. Unos meses antes, también con proporciones similares, Sapag y el Frente para la Victoria habían alcanzado el primer y segundo puesto sin ninguna discusión. ¿Los habitantes de Loncopué están locos?, ¿son el alma de la contradicción?, ¿o tan sólo representan lo que sucede a lo largo de toda la región cordillerana? Lo cierto es que ya no quedan dudas: se puede apoyar las gestiones presidenciales y provinciales, y al mismo tiempo rechazar a la megaminería. Se cae el argumento de aquellos gobernadores (Beder Herrera o Corpacci como principales exponentes), que impiden la realización de consultas populares. Y no lo hacen por una sola razón: saben que los pueblos rechazan a la megaminería. Y que están decididos a impedir la depredación de todas las maneras, pero prefieren aquellas que profundizan la democracia.