Alerta y movilización tras la aprobación de los proyectos de explotación hidrocarburífera en el Mar Argentino .

El Gobierno nacional aprobó la explotación de hidrocarburos en la costa atlántica argentina a la altura de Mar del Plata y habilitó a la empresa noruega Equinor para que realice su proyecto de exploración sísmica en el Mar Argentino, al sur de la provincia de Buenos Aires.

El proyecto de la petrolera noruega tiene fecha del 20 de agosto de 2020, pero recién ayer fue aprobado por el ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, quien suma cuestionamientos debido a los incendios que se multiplican en todo el país y ya alcanza a 11 provincias.

El Gobierno nacional aprovechó de ese modo la distracción del periodo de entre fiestas para poder lanzar esta controvertida iniciativa, teniendo en cuenta las movilizaciones ocurridas hace escasos días en Chubut, que terminaron por frenar el proyecto megaminero del gobernador Mariano Arcioni.
Al respecto del proyecto que llevará a cabo Equinor en las costas bonaerenses, el abogado especialista en ambiente, Enrique Viale, señaló que “la posibilidad de ocurrencia de derrames de petróleo es del 100 por ciento con la exploración sísmica”.

La certeza del abogado es apoyada también por un estudio de impacto que llevó a cabo la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro(UNICEN), la cual realizó un análisis de probabilidad a partir de la producción de petróleo offshore en los últimos 50 años.

En esa línea, el estudio concluyó que “los resultados muestran que para algunos niveles de producción estimados para la plataforma argentina, la ocurrencia de derrames es del 100%, incluso de derrames de grandes cantidades mayores a 1.000 bbl”.

Por su parte, la coordinadora de la campaña de océanos de la ONG Greenpeace, Luisina Vueso, expresó: “No hay manera de llevar a cabo la exploración y explotación petrolera offshore sin que genere impactos irreversibles para los ecosistemas marinos, su biodiversidad, las costas, las playas y los principales medios de vida de las comunidades costeras”.

A fin de concienciar sobre las posibles consecuencias que podrían acarrear los proyectos aprobados por el Gobierno nacional, la propia Greenpeace elaboró a mediados de año un video en el que proyecta cómo afectaría un derrame de petróleo en la costa marplatense.

Asimismo, los vecinos y vecinas de Mar del Plata se organizaron en contra del proyecto de exploración hidrocarburífero y crearon la Asamblea por un Mar Libre de petroleras, desde la cual armaron una importante concentración ayer en Plaza España de la ciudad balnearia y esta mañana cortaron accesos a Chapadmalal, donde el presidente Alberto Fernández pasará la fiesta de fin de año junto a su familia.

“Esta resolución desoye el reclamo de las comunidades costeras que desde hace meses venimos manifestándonos contra la instalación de la industria petrolera en nuestras costas. (…) Refuerza con más claridad el carácter entreguista que tiene este gobierno y quienes lo antecedieron. Porque nos vienen demostrando que ante el extractivismo no hay grietas, y que los distintos gobiernos de turno han sido parte del entramado político-económico que avanza”, denunciaron en un comunicado.

¿Cuáles son los antecedentes de Equinor?

La empresa con capitales noruegos que fue aprobada para desarrollar proyectos de exploración sísmica en las costas bonaerenses, es una gigante petrolera con presencia en más de 30 países, incluido la propia Argentina.

En el país, desde 2017 participa de la explotación de Vaca Muerta con los métodos de fractura hirdáulica, y dos años después se asoció a YPF y Shell, las cuales también participarán del proyecto en Mar del Plata.

En total, la empresa se hizo de ocho bloques de exploración que se encuentran repartidos en la Cuenca Argentina Norte (CAN) y en las Cuencas Austral (AUS) y Malvinas Oeste (MLO).

Entre los últimos antecedentes, en septiembre de 2019 la empresa debió que reconocer un importante derrame de petróleo en torno a los 300 millones de litros, luego de que el paso del Huracán Dorian destruyera sus instalaciones en las Islas Bahamas.

Sin embargo, Equinor se encuentra en una aparente transición hacia el desarrollo de energías sustentables, en el marco del renovado impulso que el gobierno estadounidense de Joe Biden le imprimió a las organizaciones multilaterales para abordar la crisis climática.

En esa dirección, por ejemplo desarrolla proyectos eólicos marinos en las costas de Nueva York e, incluso, ha elaborado un ambicioso proyecto en el norte de Europa para encapsular dióxido de carbono y guardarlo definitivamente en el lecho marino.

No obstante, no será ese el caso de su presencia en Argentina, en donde hace escasas dos semanas la rotura de un oleoducto en las cercanías de Catriel, Río Negro, provocó “el daño ambiental de la industria hidrocarburífera más grande de las últimas décadas”, según describió el Observatorio Petrolero del Sur.

La reacción del pueblo no se hizo esperar

En Mar del Plata, se formó una “Asamblea por un Mar Libre de Petroleras” y desde entonces es quien lleva la delantera de las manifestaciones. No obstante, a lo largo del tiempo se fueron sumando al rechazo espacios como partidos políticos de izquierda, gremios, cámaras pesqueras y agrupaciones políticas dentro del propio Frente de Todos. Por eso, frente a la diversidad de expresiones en contra, la movilización no fue menor.

La concentración se dio en una Rambla que amaneció vallada para sorpresa de muchos, y desde allí se movilizó una extensa columna por el centro de la ciudad bajo la consigna denominada “Atlanticazo”, en referencia al “Chubutazo” con el que denominaron a las jornadas de marchas en Chubut en contra de la megaminería que su gobernador, Mariano Arcioni, había rechazado en campaña.

Además de Mar del Plata, se convocaron marchas en Necochea, Miramar, Partido de la costa, Villa Gesell y Bahía Blanca, como también en Ciudad de Buenos Aires y La Plata. También, en otras y lejanas latitudes como en Río Grande (Neuquén), en Posadas (Misiones), Esquel (Chubut), Gualeguaychú (Entre Ríos) y Ushuaia (Tierra del Fuego), entre otras.

Se trata de la primera gran jornada de movilizaciones luego de la que se produjo el 31 de diciembre en Chapadmalal, donde tras conocerse la finalización del estudio de impacto ambiental, muchos decidieron movilizar hacia la Residencia Presidencial en la Unidad Turística, donde el presidente Alberto Fernández decidió pasar Año Nuevo.

Fuentes: Infocielo – quedigital