“Si se permite que avance la megaminería, se terminará por lo menos una generación de pequeños productores”, afirmó Eduardo Chiquichano miembro de la Comunidad Aborigen Blancuntre Yala Laubat, en la que viven alrededor de 40 familias y que es lindante con lo que pretende ser el Proyecto Navidad. Alrededor de 100 pequeños productores de Gastre, Yala Laubat, Blancuntre y Gan Gan conforman la Cooperativa Lonko Trapial donde poseen entre 20 y 25 mil cabezas de ganado ovino, obteniendo aproximadamente 100 mil kg de lana por año. Su forma de organización autogestiva les permite no depender del poder político manteniendo la independencia para tomar decisiones. También aclaró que con el ejemplo de Mina Ángela, ya cerrada, saben que la minería no deja nada y sí enfermedades en la población”.
Fuente: Iván Marín para Cholila on line
El 99% de los productores no estamos a favor de la megaminería
Eduardo Ortega Chiquichano, poblador de la meseta chubutense, lo afirmó respecto a la zona donde pretende instalarse el Proyecto Navidad. Aparecieron ovejas muertas en el último tiempo.
“Si se permite que esto avance (la megaminería), se terminaría por lo menos una generación de pequeños productores”, manifestó a Cholila Online Eduardo Ortega Chiquichano, miembro de la Comunidad Aborigen Blancuntre-Yala Laubat, pequeño productor agropecuario de la meseta, integrante de la Cooperativa Lonko Trapial y enfermero de la zona hace 30 años.
Ortega Chiquichano vive en la comunidad Yala Laubat, lindante con lo que pretende ser el Proyecto Navidad. Describe que la comunidad posee personería jurídica con título de propiedad comunitario y que allí viven aproximadamente 40 familias. Ayer por la tarde Cholila Online transmitió una entrevista en vivo por su cuenta de Facebook, que la compartimos a continuación. Lo que sigue es un extenso diálogo que mantuvimos minutos antes.
El entrevistado informa que alrededor de 100 pequeños productores de la zona comprendida entre Gastre, Yala Laubat, Lagunita Salada, Blancuntre y Gan Gan conformaron hace 5 años la Cooperativa Lonko Trapial, donde poseen entre 20 y 25 mil cabezas de ovejas, obteniendo aproximadamente 100 mil kilos de lana por año, que le venden al parque lanero en Trelew. Destaca que el antecedente más próximo fue la Cooperativa Aborigen Blancuntre, que tuvo nacimiento a mediados de la década del ochenta.
¿Cómo es el pasar económico de las familias que pertenecen a la Cooperativa?
Salimos un poco de la asistencia del gobierno. El sistema de autogestión del producto es muy bueno. Somos libre de la parte económica, de la parte política porque no dependemos de una iglesia, pastor, ni del intendente que te lleva para que lo votes a cambio del paquete de arroz.
¿Qué opinión tenés de la megaminería?
Nosotros conocimos el movimiento que hubo de una mina que hace bastante cerró, Mina Ángela, muy cerca de Gastre. Lo que vimos es que no dejó nada. Si bien no tenemos certeza que haya dejado aguas contaminadas, pero casualmente en Gastre muere mucha gente de cáncer. Donde baja el arroyo estuvo la mina. Yo lo digo como enfermero, pongo la firma, muere mucha gente de cáncer. Por otro lado, Gastre es una población que desde que yo tengo conocimiento había 400 habitantes, y hoy habrá 500, es decir en 50 años no creció. O sea, Mina Ángela no fue positivo para nada. No dejaron ni una baldosa puesta.
Respecto al Proyecto Navidad recuerda que cuando comenzó su etapa exploratoria realizó 1200 pozos de cateo y que mientras esto sucedía la empresa usaba al Estado, y en particular al hospital de Gastre, en su beneficio. “Las rutas estaban hechas un desastre, el hospital quedó desmantelado por esta gente que usó las ambulancias para romperlas, no dejándole cubiertas, no dejándole nada”, destaca.
¿Como enfermero tuviste que atender a muchos trabajadores de la minera?
Sí, por accidentes que ocurrían todos los días.
¿Qué tipos de accidentes?
Había vuelcos, con maquinaria, chicos golpeados. Ellos se manejaban con la ART, pero la ambulancia local tenía que salir todos los días con los mineros para Madryn y Trelew a las clínicas. Y el paciente de las aldeas y comunidades que tenía turno debía esperar a que vuelva la ambulancia o a que haya algún chofer disponible.
En lo que hace a la situación del agua, señala que ya tuvieron inconvenientes: “En Yala Laubat nosotros vivimos sobre un mallín, un valle en el que nunca faltó agua y esa vez (en la etapa exploratoria del proyecto) tuvimos que hacer perforaciones de 100 metros para conseguir dos metros de agua. Nunca había ocurrido eso donde yo vivo. Estamos 40 km en línea recta donde están los 1200 pozos de la minería”. En ese sentido, describe que la comunidad se encuentra a aproximadamente 900 metros sobre el nivel del mar y el Proyecto Navidad cien metros más alto, por lo cual considera que sin dudas van a tener problemas con el uso que haga del agua la minera.
¿Cómo considerás que te va afectar la megaminería si se llega a instalar?
Hoy está la televisión, tenemos DirecTv, miramos documentales. O sea, vemos lo que pasa en el mundo con el tema de la minería. No solamente lo que dice el comerciante, de que va haber plata y trabajo. No estoy en contra del trabajo porque todos necesitamos un laburo, pero un laburo bueno, que no joda. Levantar una casa, arreglar algo. No que destruya la tierra. Eso pensamos los productores.
¿En general los productores no están a favor de la megaminería? ¿Tus compañeros de la Cooperativa qué opinión tienen al respecto?
No. Nosotros vemos que se está atropellando a la tierra. Y si se permite que esto avance, se terminaría por lo menos una generación de pequeños productores. No sé los grandes, pero los que vivimos realmente ahí no vamos a estar tranquilos porque van a empezar a escarbar por otro lado. Van a ir a mi campo, van a ir al campo del vecino, del otro socio, a ver qué tenés.
Ortega Chiquichano enfatizó sobre el rol de los medios de comunicación tradicionales respecto a la megaminería: “Hemos escuchado en los medios, por ejemplo a Di Filippo, por ahí a algún poblador que le hacen decir que no hay nada en la meseta. Es totalmente falso porque si ese periodista fuera a los Juzgados de Paz, a Gan Gan, Lagunita y Gastre, que es un triángulo y en el medio está la minera, vería que en ese censo nosotros tenemos más de 100 mil ovejas, sin contar las chivas, caballos, la fauna. No es que está desierto. Está bien trabajada la meseta, con animales, casi superpoblado. No es el desierto que hay en Telsen ni Bajada del Diablo. Y justo en el medio está la minería. Lógicamente que vamos a ser afectados con el agua, los camiones, la gente que va a venir, la que te va a comprar, robar, porque va a haber de todo. En pocos años nosotros vemos que va a haber una destrucción de la tierra”. Agrega que para él la “Conquista del Desierto todavía está en pie. Si antes Roca te atropelló de a caballo, hoy te atropellan desde satélites”.
¿Qué opinás de la Cumbre Minera en Telsen?
La cumbre minera solamente está de un lado. Yo creo que todavía no hay debate, porque cuando hay una sola posición y al que está por el no a la mina no lo dejan entrar, eso no es debate. La discusión se hace de a dos o no se hace.
Finalmente, el poblador de la meseta se mostró preocupado por las extrañas muertes de al menos tres ovejas en los últimos dos años en su campo. Presume que podría tratarse de algún tipo de cáncer producto de una posible contaminación ambiental.
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