Tras casi dos décadas de inactividad, la Argentina podría volver a extraer uranio de su territorio en un corto plazo y producido localmente para abastecer las centrales nucleares que tiene en funcionamiento. En Chubut la canadiense U308 Corp encontró recientemente un nuevo depósito del mineral amarillo y se prepara para procesado en “dos o tres años como máxímo”. Esa provincia patagónica posee una ley que prohíbe la minería metálica a cielo abierto, lo cual parece desconcer el sector minero que avanza gracias a la aprobación gubernamental de nuevos permisos de cateo y exploración.

 

Fuente: Mining Press

Así se lo confirmó Richard Spencer, el presidente de la minera canadiense U308 que la semana pasada anunció a sus inversores el descubrimiento de una nueva área de mineralización (La Susana) que está al sur del depósito de Laguna Salada, en Chubut.

Con este hallazgo, la compañía estima que puede duplicar las actuales reservas que posee dentro de ese área de 100 kilómetros cuadrados.

“La idea es proveer de uranio a la industria nuclear argentina”, dijo Spencer y reafirmó: “Esperamos comenzar con la producción en dos o tres años como máximo”.

Además precisó que la firma lleva hasta ahora invertidos unos u$s 15 M y adelantó que también buscarán “exportar desde la Argentina, dado que el país tiene acuerdos nucleares firmados con muchas naciones, incluyendo a China, Rusia y Carea del Sur”.

El Gobierno de Chubut, a partir de un artículo que este diario publicó recientemente, salió a negar sus intenciones mineras para la provincia. Sin embargo, en los hechos por lo menos la canadiense U308 está trabajando con fuerza y los recientes descubrimientos así lo confirman.

De hecho, Spencer adelantó que están “finalizando los detalles para firmar un acuerdo” con el gobierno chubutense y establecer un joint venture con la compañía provincial para la extracción conjunta de uranio.

El cálculo de la firma U308 es que, si se produce a nivel local, la Argentina buscará dejar de importar uranio para sus centrales nucleares actuales (y las próximas programadas) y pasará a comprar la oferta disponible al interior de sus fronteras.

En el caso de Laguna Salada, el tipo de mineralización se denomina shallow, por la poca profundidad en que se ubica, a unos tres metros de la superficie, lo que permite una explotación de relativo bajo costo y sin necesidad de hacer minería a cielo abierto, que en Chubut está prohibida por una ley provincial.

En marzo, además, se sumará una nueva exploración de uranio que se cargará al hombro la propia Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en el departamento de Sarmiento de la provincia de San Juan.

El mercado global del uranio

En los últimos tres años el precio del uranio ha ido bajando sostenidamente, tras un pico alcanzado en los primeros meses de 2011. Los cálculos de los operadores financieros extranjeros es que China podría llegar a dinamizar el deprimido mercado en los próximos años mediante sus 18 reactores nucleares en funcionamiento, más otros 30 en construcción y sus planes aún más ambiciosos para la próxima década.

De acuerdo a los datos de la Asociación Nuclear Mundial, a nivel internacional actualmente hay en operatividad unos 437 reactores nucleares, más otros 71 en construcción. En la Argentina funcionan tres: Atucha 1, Atucha 11 y Embalse.

La nómina de los principales proveedores de uranio está encabezada por Kazajstán que produce unas 21.317 toneladas al año, todas destinadas al mercado externo; seguido por Canadá con casi 9.000 toneladas y un consumo interno menor a los 2.000; y en tercer lugar se ubica Australia que también tiene un consumo bastante limitado.