El médico paranaense Damián Verseñassi fue despojado de la oficina que ocupaba en la Facultad de Ciencia Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), su equipo de investigación de campo reducido, y la amenaza cierta de dejarlo al margen de los campamentos sanitarios y los relevamientos en distintos pueblos de Entre Ríos y Santa Fe para determinar la incidencia del glifosato sobre la prevalencia de casos de cáncer.

Fuente: Entre Ríos Ahora

Durante su reciente viaje a La Haya, donde expuso en un tribunal internacional contra la multinacional Monsanto, cuenta Verseñassi a Entre Ríos Ahora, el decano de Ciencias Médicas, Ricardo Nidd, “corrió de los cargos de gestión a dos compañeros nuestros, uno es el profesor adjunto de la práctica final, con quien compartimos la responsabilidad de los campamentos; y la otra es la corresponsable de la materia salud socioambiental. Luego de eso, pusieron cadenas y candados en la puerta de la oficina donde tenemos guardadas las encuestas de los campamentos realizados, impidiendo que podamos acceder a ello. Y ahora nos amenazan con no renovar las designaciones del resto del equipo, correrme de los campamentos y poner en ese lugar a un hombre cercano al gobierno provincial”.

Durante 2015, uno de esos campamentos sanitarios se realizó en la ciudad de San Salvador, y al cabo de una evaluación de los datos recogidos se llegó a una conclusión inquietante: se corroboró que el polvillo de la localidad está contaminado por cuatro clases de pesticidas y que los mayores inconvenientes en materia de salud se reducen a enfermedades respiratorias y cáncer de pulmón.

Y que una incidencia clave tiene el uso de pesticidas en la producción agraria en la zona.

El decano Nidd dice que la divulgación de esos resultados pone a la Facutad de Ciencias Médicas ante una situación riesgosa, y frente a eventuales demandas judiciales, y por eso decidió reducir el equipo de investigadores, amenazar con continuar los recortes y despojar a los investigadores de su material. De un modo brutal, la oficina que ocupaban fue cerrada con cadena y candado.

“Lo de las cadenas fue muy fuerte, porque la oficina que mandó a encadenar es justamente el anexo de extensión universitaria –afirma Verzeñassi–. Nos preocupa que deje sin financiamiento a los campamentos que faltan”
Desde la Multisectorial Paren de Fumigarnos, censuraron la decisión de las autoridades de la Facultad de Ciencias Médicas, y lo consideraron como un “golpe institucional en la Universidad Nacional de Rosario”.

“A pocos días de una nueva decisión judicial en la provincia de Santa Fe que trajo algo de alivio a las poblaciones que padecen fumigaciones alejándolas de las personas por el riesgo que implican, uno de los pilares en demostrar relación estadística entre enfermedades y modelo agrario está siendo objeto de una nueva persecución”, dijeron en una declaración pública.

“El médico a cargo de los Campamentos Sanitarios, Dr. Damián Verzeñassi, cuyo equipo relevó cerca de 30 localidades de la región haciendo público lo que todas las comunidades y médicos advertían que estaba sucediendo es impedido por la fuerza de acceder a sus valiosos estudios”, agregaron.