Ante la política de apertura a la minería por parte del gobernador Javier Corral, una decena de comunidades serranas, así como la Red en defensa de los territorios indígenas de la Sierra Tarahumara, junto con El Barzon se manifestaron en “total desacuerdo con explotación minera en Chihuahua”.
Fuente: Regeneración
La explotación minera en la Sierra Tarahumara ha tomado un nuevo auge con compañías transnacionales y nacionales, afectando a comunidades indígenas invisibilizadas por los caciques, los ejidos y comunidades agrarias, señalaron en un pronunciamiento, comunidades y organizaciones.
Denunciaron que territorios pimas en Yépachi; territorios rarámuri de Guazapares, Urique, Uruachi y Ocampo, han sufrido una fuerte agresión ambiental por la minería, sin tomar en cuenta el bienestar de estas comunidades.
“La explotación minera en proceso y la que se trata de impulsar, son una desgracia más para los pueblos y comunidades indígenas de Chihuahua a costa de un “desarrollo económico” cuyos principales beneficiarios son las compañías mineras”, señalaron.
Agregaron que “tierra y agua quedarán contaminadas en aras de este desarrollo, que solo dejará desolación a los pueblos y comunidades indígenas”.
Por lo anterior y ante la visita que el Gobernador Javier Corral hizo a Canadá para asistir a la Feria de la minería, comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara, así como organizaciones civiles de Chihuahua, manifestaron su total desacuerdo con que se utilice la explotación minera en el estado de Chihuahua como un medio para impulsar el desarrollo económico”.
Su rechazo se basa en que “ello significa la devastación del medio ambiente, el despojo de territorios de las comunidades y pueblos indígenas”.
A lo anterior se añade la destrucción del patrimonio histórico y cultural así como “serios daños a la salud de las personas; contaminación del agua y muchas otras consecuencias negativas que, lejos de beneficiar a la economía de las y los chihuahuenses, disminuyen su patrimonio y agreden a su gente”, manifestaron.
Tanto comunidades, agrupaciones civiles y productores del campo de esa entidad recordaron que “si bien Chihuahua es un estado con un gran potencial minero, como lo manifestó el Gobernador Corral Jurado, también es uno de los estados con mayor riqueza natural debido a la diversidad de sus ecosistemas y de los pueblos indígenas de la Sierra Tarahumara”.
La explotación minera sólo significaría la devastación de esa riqueza y un daño aún mayor al bosque, organismo vivo que es disminuido año con año debido a la tala inmoderada, “legal” e ilegal, puntualizaron.
“Hemos observado y escuchado las experiencias de comunidades indígenas amigas en otras partes del país y del mundo, que hoy dan testimonio del calvario en que se puede convertir el luchar contra la imposición de una empresa minera y más, contra los daños que provoca”, dijeron.
En modo de clamor indicaron: “por eso nos adelantamos a los tratos que el Gobierno pueda hacer con las empresas mineras y manifestamos el más enérgico rechazo a la minería en el estado porque, ¡queremos cuidar nuestros territorios para seguir viviendo en ellos! ¡Queremos nuestro bosques, barranca y bienes comunes! ¡Queremos agua para todas y todos!”
Por su parte los pequeños productores agrícolas del estado, quienes también firmaron este pronunciamiento precisaron que “nos unimos a la defensa del medio ambiente y los recursos naturales, pues de ello también depende la producción de alimentos, para sostener nuestras vidas todas”.
Finalmente expresaron lo siguiente: ¡No queremos minería!
¡Queremos nuestro bosque! ¡Elegimos la vida!
Lo anterior fue expresado públicamente con las firmas de los representantes de las comunidades Bawinocachi; Bosques de San Elías Repechique; Choréachi (Pino Gordo); Coloradas de la Virgen
Cordón de la Cruz; Mala Noche; Mogótavo; y Tuáripa.
Las organizaciones civiles que sustentan este posicionamiento son la Alianza Sierra Madre; Awé Tibúame; Centro de educación y defensa de los derechos humanos e indígenas; Consultoría Técnica Comunitaria; mismas que conforman la Red en defensa de los territorios indígenas de la Sierra Tarahumara.
Por parte de los productores de la entidad se sumó el Barzón de Chihuahua.