El gobierno de Sebastián Piñera no ha definido totalmente cómo financiará la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto del pasado 27 de febrero y la oposición insiste en la conveniencia de modificar la carga impositiva a la gran minería privada de Chile.
Fuente: Xinhua
05/04/2010. El actual debate fue generado por los partidos de la opositora Concertación (Democracia Cristiana, Socialista, Por la Democracia y Radical), al proponer que se eleve el 5 por ciento del impuesto específico a ese sector o royalty, el cual fue introducido en 2006.
Sin embargo, las empresas argumentan que han tributado más de 27.000 millones de dólares en los últimos cuatro años.
Al mismo tiempo, el Consejo Minero, que agrupa a las mineras, reconoció que éstas han reportado ganancias por cerca de 57.000 millones de dólares desde que quedaron afectas al pago de royalty las compañías cuyas ventas anuales superaran los 80 millones.
En 2009, las grandes empresas, que producen las dos terceras partes del cobre chileno, registraron ganancias por sobre los 9.300 millones de dólares, mientras el promedio anual desde 2006 alcanza a los 14.427 millones.
Para este año, se prevén ganancias sustancialmente superiores, considerando que el 2009 fueron generadas con un precio promedio del cobre que apenas llegó a los 2,34 dólares la libra, mientras que en 2010 el promedio se sitúa en los 3,29 la libra, y con una tendencia alcista.
En el alza de la cotización del metal influye la gran demanda de China, India y varios países árabes.
Recientemente el economista oficialista Paul Fontaine propuso subir el impuesto a la renta operacional imponible desde el 5 al 8 por ciento, y extenderlo a compañías con ventas desde los 50 millones, lo que generaría una recaudación adicional al fisco de unos 500 millones de dólares.
Ello significaría que, aproximadamente, un 10 por ciento de esa cifra se originaría en empresas que actualmente no pagan royalty.
Pero el Consejo Minero rechaza esta opción, argumentando que “las empresas de la gran minería pagan impuestos a la renta que ascienden a una tasa entre 38 y 42 por ciento, como carga tributaria total, que es considerable y razonable en cualquier parte del mundo”.
Explicó que, además, las empresas de la gran minería están afectas a un Impuesto Específico a la Minería (Royalty), que es excepcional y se aplica únicamente al sector minero, lo que puede considerarse como una discriminación frente al resto de los sectores”.
También señala que el royalty grava actualmente las utilidades operacionales de las compañías con una tasa de 5 por ciento, la que por ser un porcentaje, genera mayores ingresos al Estado cuando el precio del cobre sube y las utilidades de las empresas aumentan.
Al respecto, recuerda que por concepto de royalty las mineras han aportado al Fisco más de 3.300 millones de dólares, mientras que las estimaciones iniciales apuntaban a unos “100 millones de dólares anuales, que correspondía a la cifra anual que el país estimaba necesario invertir en innovación”.
Los que apoyan una modificación tributaria a la gran minería argumentan que como el royalty grava las utilidades operacionales, éstas son influidas significativamente por los costos, variable que no puede ser efectivamente fiscalizada por el Estado.
Por eso, plantean que el impuesto debería aplicarse a las ventas, es decir, al valor bruto de la producción, tal como sucede en la gran mayoría de los países, lo que incrementaría significativamente la recaudación fiscal.
Sin embargo, el Consejo Minero recuerda que la mayoría de las mineras privadas suscribieron en 2005 y 2006, contratos de Inversión Extranjera con el Estado de Chile, en los cuales se les aseguró que no se les cambiarían los impuestos vigentes, garantía que se extiende por plazos de 12 y 15 años (2017 y 2019).
Además, las empresarios argumentan que del total que ha reportado al Estado el royalty sólo se ha utilizado para el cual se estableció este tributo la suma total de 516 millones de dólares. Es decir, solamente un 16,7 por ciento ha sido utilizado, quedando un remanente de 2.562 millones.
Pero aunque este acuerdo de invariabilidad tributaria haría inviable un aumento de royalty, por otro lado se argumenta que algunas mineras podrían estar dispuestas a negociar voluntariamente cambios, considerando que sus inversiones son de largo plazo y, una vez vencidos los contratos, podría venir una fuerte alza en sus tributos.
El presidente Piñera ha dicho que respetará el acuerdo suscrito con las mineras, pero ante la gran destrucción dejada por el terremoto la oposición continuará insistiendo en que el royalty sea elevado, aunque sea de manera transitoria.