Unas 1.000 personas marcharon por las calles de General Alvear, en la provincia argentina de Mendoza, para mostrar su oposición al desarrollo de las explotaciones mineras que puedan causar contaminación en la región. La gente exteriorizó su protesta con carteles y pancartas defendiendo el agua y el suelo.
Daniela Larregle dlarregle@losandes.com.ar
http://www.losandes.com.ar/2006/0826/sociedad/nota334486_1.htm
Nota del editor: La zona en que trabajan tres compañias mineras comprende el sur del departamento San Rafael y afectaría directamente al distrito sur de éste (Punta del Agua) y gran parte del oasis productivo del departamento General Alvear.

Pancartas y banderas argentinas contra la actividad minera Tal como había sido previsto, ayer al mediodía, la gente se volcó a la calle y caminó por la avenida Alvear Oeste hasta el edificio comunal, todos movilizados por la posibilidad de explotación de oro y plata en una amplia zona del vecino departamento de San Rafael.

Banderas argentinas y gran cantidad de pancartas rezando “No a la minería contaminante” eran portadas por pequeños con guardapolvos escolares, maestros, bodegueros, empresarios, integrantes de comunidades religiosas, comerciantes, agricultores, pobladores de Punta del Agua y vecinos. Acompañados por el intendente Juan Carlos De Paolo, el numeroso grupo caminó por la principal arteria de la ciudad hasta las puertas del Concejo Deliberante para entregar unas planillas con más de 7.000 firmas. “Espero que sigamos jugando todos para el mismo lado, porque aquí dependemos exclusivamente del agua y la agricultura”, manifestó Adolfo Nieto, presidente de la Cámara de Comercio, satisfecho con la cantidad de rúbricas.

Mientras la gente se manifestaba por el centro de la ciudad en el interior del recinto legislativo local el director de Minería de la provincia Alberto Rubio dio una clase magistral sobre la historia de la minería en Mendoza a ediles de Alvear, San Rafael y Malargüe.

“Estamos acá para decir sí al medio ambiente, a la producción, y no, a esta situación”, dijo Francisca Barros, de la iglesia Metodista quien destacó la recolección de 300 firmas entre los allegados a ese credo religioso.

A pocos metros, cinco amigas con uniforme del colegio San Antonio afirmaron que “debemos apoyar porque si hay perjuicio es para todos por igual”, remarcó Andrea Rodríguez estudiante de tercer año del polimodal. Por su parte, una mujer que llevaba a su lado su bicicleta comentó con franqueza que no conocía demasiado del tema, pero advirtió: “Es algo que hay que hacer por nuestros hijos y nietos porque ellos van a sufrir las consecuencias”.

Similares opiniones dieron Daniel Liviñi, quien viajó desde La Consulta a apoyar la oposición y el sanrafaelino Gustavo Señoreta. Mientras que para Pedro Pérez, de la entidad ruralista ODA, Mendoza no tiene un perfil minero. “Más allá de defender en lo particular al agro nos interesa más que nada el poder vivir tranquilos”.

Ante el reclamo de los manifestantes por la ausencia de los ediles en la calle, el presidente del cuerpo Carlos Rosa, dijo que la presencia del director de Minería fue una visita inesperada. Y acotó: “Rubio nos está informando, pero más allá de las especulaciones por su venida, el Concejo ya tomó una posición y no hay riesgo que se borre con el codo lo escrito con la mano”. Los ediles alvearenses -según Rosa- seguirán impulsando la idea de declarar la zona de Punta del Agua área protegida con carácter de reserva hídrica.

Por su parte, el intendente De Paolo se comprometió a compartir con las fuerzas vivas del departamento la totalidad de la información que ha sido requerida a los organismos oficiales, además de asegurar que serán “muy severos y constantes en los pasos que se vayan dando”.

Alberto Rubio, director de Minería de la provincia, antes de retirarse del salón del Concejo fue increpado por los manifestantes. Como respuesta dijo que de encontrarse una mina económicamente explotable primero la empresa debe presentar sus estudios explicando qué tratamiento le va a dar al mineral. “Si el yacimiento está en una zona con un acuífero con una determinada calidad de agua y no puede tratarse el mineral en ese sector, la planta de tratamiento deberá ser colocada a una distancia donde el estado permita el beneficio del mineral”.

Y aclaró: “La explotación no usa sustancias químicas (en alusión al oro y plata), pero sí la recuperación del metal donde son utilizados los compuestos y la planta deberá instalarse lejos de lugares de provisión de agua, acuíferos o vertientes. Si la técnica no es rentable para la empresa, el proyecto no se realizará”.