Es una plantación experimental en una chacra propiedad del Estado provincial en Dolavon, corazón del Virch. Corfo admitió que se utilizaron semillas de origen transgénico y glifosato. La empresa Nidera fomenta en la escuela agrotécnica de Bryn Gwyn la formación de los estudiantes para el desarrollo de la soja en Chubut.

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Fuente: Prensa Tercer Milenio

En un informe elevado a la Legislatura provincial el Ministerio de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos y Corfo revelaron que en la primera experiencia sojera en la chacra 223 A, localizada en el paraje La Angostura en Dolavon, se utilizaron cuatro variedades de semillas de la principal firma nacional Don Mario y glifosato Total Super de Cheminova Agro.

Asimismo el Director General de Ganadería y Agricultura del Chubut, Ingeniero Agrónomo, Ariel Aguirre explicitó que “no se realizó estudio de impacto ambiental, ni estimo necesario haberlo realizado” y que “la experiencia sea con un cultivo transgénico o no, es irrelevante”.

Aguirre admite en el flojísimo informe enviado a la Legislatura que proyectar el cultivo de soja en Chubut representa un riesgo y recomienda que “el Estado no debería dedicar esfuerzos a probar suerte en producciones que ningún organismo técnico jamás propuso”. Argumenta que la producción de soja “no es una actividad que haya sido priorizada jamás” y agrega que – a su criterio – hay que dejar “a la actividad privada (productores o empresas) que a su propio riesgo lleven adelante este y otros ensayos”.

Poco serio y preocupante

“Que Aguirre diga que la producción de soja bajo riego en el Virch no es prioridad de ningún organismo técnico del Estado provincial ni nacional y en el mismo informe nos diga que la responsabilidad técnica y financiera recaen en Corfo y Prosap es con poco, poco serio y preocupante. Es casi una ofensa a la inteligencia y el sentido común. Esto sin considerar que además la experiencia se hace en la chacra 223 A perteneciente al Ministerio de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos” manifestó el Presidente de la Fundación Patagonia Tercer Milenio Ing. Guillermo Gallo Mendoza, propulsor junto al Diputado provincial Javier Cisneros, del pedido de informe.

Evidentemente el funcionario provincial ignora peligrosamente los efectos nocivos que genera la utilización de glifosato y la implementación a gran escala de semillas de origen transgénico y contradice ferozmente lo sostenido por el titular de Corfo Claudio Mosqueira, quien manifestó recientemente que “en distintas zonas de la provincia también se puede sembrar soja”. “Esta es una demostración de lo que realmente quiere nuestro Gobernador” agregó Mosqueira dejando en claro el plan del gobierno chubutense.

Gallo Mendoza sostuvo que “la contraparte de este informe son las empresas transnacionales líderes Don Mario y Nidera que están vinculadas a los agronegocios” y agregó que “Don Mario y Nidera están experimentando en nuestro país en el marco del corrimiento de la frontera agrícola, con nuevas variedades de semillas transgénicas de soja, maíz, etc. y el paquete tecnológico que las acompaña y para ello cuentan con la participación necesaria de los Estados nacional y provinciales y el silencio de la mayoría de la población afectada”.

Las firmas Don Mario y Nidera lideran el mercado nacional de soja y juntas absorben cerca del 75% de las ventas de semillas y están íntimamente vinculadas con la multinacional Monsanto en el negocio, ya que durante mucho tiempo tuvieron especial interés en que el Gobierno apruebe la variedad de soja RR2, propiedad de la centenaria empresa trasnacional.

“Monsanto es la multinacional de semillas y agroquímicos más poderosa del mundo. Cuenta con apoyo político y rentabilidad millonaria, y su modelo implica corrimiento de la frontera agropecuaria, desalojos rurales, desmontes y masivo uso de agroquímicos” mantiene el periodista Darío Aranda. En agosto de 2012 a través de la Resolución Nº 446/2012, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación conducido por ese entonces por el chubutense Norberto Yauhar, autorizó la soja con tecnología INTACTA RR2 PRO de Monsanto para su uso comercial en Argentina. Para graficar el alto interés que tiene Don Mario en la tecnología de semillas transgénicas desarrollada por Monsanto, desplegó una fuerte campaña dirigida a los productores difundiendo que “la mejor genética DON MARIO, ahora con tecnología INTACTA RR2 PRO”.

“Monsanto, líder en el desarrollo e innovación de tecnología aplicada a la agroindustria, tiene como objetivo desarrollar novedosos productos de primera línea para que los productores de todo el mundo aumenten su producción, eficientizando el uso de los recursos claves necesarios” reza una publicación publicitaria de la firma Don Mario y en las condiciones contractuales destaca que “para la adquisición de las nuevas variedades DONMARIO INTACTA RR2 PRO el productor deberá suscribir una Licencia de Uso de la Tecnología con Monsanto (Licencia por Tecnología) y un Contrato con las Condiciones Generales de Comercialización de las variedades DONMARIO (Contrato por Genética)”.

Darío Aranda menciona que “luego de la devaluación de 2002, y cuando la demanda externa de soja aumentó, Monsanto intentó cobrar regalías por el ‘derecho intelectual’ de la semilla transgénica. La Federación Agraria Argentina (FAA) y el Gobierno rechazaron el pago. Monsanto llegó hasta los tribunales europeos, donde intentó frenar judicialmente los barcos con soja proveniente de Argentina, pero la vía judicial no prosperó”.

Bernardo Calvo, Presidente de Monsanto Latinoamérica Sur destacó en 2012 que ” vemos con agrado que se están dando las condiciones necesarias para avanzar con un nuevo modelo de negocios que reconozca la propiedad intelectual a las invenciones tecnológicas en soja”. Aranda resaltó que “en Latinoamérica, en sólo el primer trimestre del 2006, facturó 90 millones de dólares. Al año siguiente, mismo periodo, tuvo un incremento del 184%: 256 millones de dólares. ‘Gran parte se debió al mayor precio del herbicida glifosato’, anunciaba la empresa, que señalaba al glifosato como el responsable de la mitad de sus ganancias.

Glifosato en Chubut

Esta ampliamente probado el grado de peligrosidad que representa el uso de este agrotóxico a gran escala sobre la salud humana. En septiembre de 2010, 21 docentes y profesionales de la Universidad Nacional del Litoral elaboró en el marco de una causa judicial, un informe acerca del grado de toxicidad del glifosato. En las conclusiones se afirmó que “no existen agroquímicos inocuos. Todas las sustancias de uso fitosanitario, entre las que se incluye el glifosato, presentan toxicidad y por ende algún grado de peligrosidad tanto respecto a la exposición aguda como crónica”.

En tanto en el libro “¿Por qué los agroquímicos se transforman en agrotóxicos’? del Ing. Gallo Mendoza, se especifica que “el modelo agronómico: Soja RR + fumigaciones aéreas con Glifosato como principal componente + siembra directa, afecta a todo el sistema natural y productivo de las zonas donde es aplicado, comenzando desde el primer eslabón de la cadena trófica, es decir, los productores” y se agrega que “según algunos investigadores, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos de Norteamérica reclasificó pasando a la Clase II (categoría de los principios activos altamente tóxicos) a los plaguicidas que contienen Glifosato, mientras que la Organización Mundial de la Salud clasificó a este principio activo como Extremadamente Tóxico”.

Por su parte Greenpeace en su informe “Tolerancia a herbicidas y cultivos transgénicos. Por qué el mundo debería estar preparado para abandonar el glifosato” se pronunció en contra de la utilización del agrotóxico, demostrando holgadamente que los productos a base de glifosato pueden tener efectos adversos sobre la salud humana y animal y el ambiente.

El informe advierte que la exposición de los seres humanos al glifosato ha sido vinculada a varios efectos crónicos reproductivos (defectos de nacimiento), cáncer, neurológicos (incluso implicado en causar el mal de Parkinson), y efectos agudos por el uso directo del producto por los agricultores o por la exposición de los habitantes. “Un estudio demostró que aplicando glifosato y Roundup en diluciones muy por debajo de las utilizadas en la agricultura, las células embrionarias y placentarias resultan afectadas, produciendo daño mitocondrial y dos tipos diferentes de muerte celular, necrosis y muerte celular programada, dentro de las 24 horas” dice el informe.

En otro segmento se afirma que “el glifosato también puede lixiviarse hacia aguas superficiales y subterráneas, donde puede dañar la vida silvestre y, posiblemente, terminar en el agua potable”

La escuelita de Nidera

En el informe que elaboró el Ministerio de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos se incluye una descripción de la “Escuela y Soja: en la búsqueda de las sustentabilidad productiva” realizada en el 2009 en la escuela agrotécnica de Bryn Gwyn dirigida a 420 alumnos y donde dice que la multinacional de los agronegocios Nidera aportará el material para que los alumnos de la escuela incorporen la oleaginosa a la producción ganadera.

“Queda claro que la escuela es usada por Nidera Nutrientes, como base de experimentación y reproducción de los objetivos de la empresa” afirma el Presidente de la Fundación Patagonia Tercer Milenio Guillermo Gallo Mendoza. En el informe además se incluye un comentario de la Gerente de Marketing de Nidera, Camila López Colmano. “Estamos convencidos de que son las Escuelas, como formadores, el mejor ámbito para insertar practicas sustentables y, con este ejemplo, vemos que son los alumnos y sus docentes los mayores interesados en preservar el suelo en que producen y en el que viven” sostuvo López Colmano.

En los 90, cuando Felipe Solá era secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de Carlos Menem, la trasnacional de origen holandés se unió a Monsanto para poder desarrollar más eficientemente su actividad en el país.

El Ingeniero agrónomo Adolfo Boy sostiene que Monsanto le vendió a Nidera el paquete tecnológico por el cual se convertía a la planta de soja resistente a determinados herbicidas a base de glifosato. “Se pude decir que Nidera es Monsanto” afirma Boy. A fines de febrero de este año se anunció que la empresa estatal china Cofco compró el 51% de las acciones de la empresa Nidera por un monto que rondaría por los 1200 millones de dólares.