¿Por qué se resisten en Ottawa a implementar la notificación obligatoria de los pagos efectuados por las empresas extractivas a los gobiernos extranjeros?. Por Justin Ling, Montreal.

El G8 trabaja para aumentar la supervisión financiera y la rendición de cuentas para el sector de las industrias extractivas. Cuando los líderes del G8 se reúnan en Lough Erne, Irlanda del Norte del 17 a 18 junio, tendrán como anfitrión de la cumbre al primer ministro británico David Cameron. Los temas mas imporatantes a tratar serán: impuestos, el comercio y la transparencia.

Cameron ha dejado claras sus intenciones de renovar el enfoque de la comunidad internacional sobre la transparencia financiera en el sector extractivo.

En materia de corrupción, la luz del sol es el mejor desinfectante. se pretende hacer públicos los datos de los pagos efectuados por las compañías de petróleo, gas y minerales, destinados a impulsar la corrupción en otros países.

Aunque existe un firma consenso a la porpuesta de Cameron, Canadá parece ser muy tibia en su apoyo.

Los Estados Unidos aprobó la Enmienda en 2010, que amenaza con suprimir de la lista de la Bolsa de Nueva York a cualquier empresa que no publique sus registros de pago. La Unión Europea acaba de aprobar una serie de leyes de transparencia y Australia trabaja en el inicio de un proyecto piloto sobre esta iniciativa.

Mientras tanto, 21 países han firmado para que el Banco Mundial, exija Transparencia a las Industrias Extractivas (EITI) mediante un programa que busca crear un registro internacional de pagos – incluyendo regalías y bonos – que obligue a las empresas y los gobiernos a rendir cuentas públicamente.

A pesar que Canadá ha prestado oficialmente su apoyo a la EITI y anunció más de $ 12 millones en fondos para el proyecto, NO será obligatorio aplicar esta norma en Canadá.

John McKay está tratando de cambiar la opinión del gobierno. El diputado liberal por Scarborough Guildwood, ex abogado, quien trabaja desde hace mucho tiempo para aplicar regulaciones al sector extractivo, está tratando de aprobar el proyecto de la ley C-474. Este proyecto obligaría a Canadá a incluirse en el EITI, y de esa forma exigir a las empresas extractivas canadienses a presentar informes anuales de transparencia que revelen los pagos realizados los gobiernos extranjeros.

McKay, dice que si los EE.UU., Europa, Reino Unido y Australia exigen inormes a sus empresas, no habría ninguna desventaja competitiva para la publicación de informes financieros corporativos para las empresas canadienses.

A partir de esa iniciativa, Rusia, China y el resto del mundo debería unirse en el mismo sentido, y evitar las comisiones ilegales, los sobornos y la mala prensa que viene junto con ellos, ya que no es bueno para los negocios.

Hasta el momento la cadena de transparencia se rompe en Canadá. De seguir así, dice McKay, “Nos convertiremos en el hogar de la opción para las empresas que no quieren ser responsables y transparentes.”

McKay no es optimista respecto a sus conversaciones con el gobierno. Tradicionalmente el gobierno tiene la idea que la industria está en contra de una mayor transparencia y de la rendición de cuentas. Sin embargo Ben Chalmers, vice-presidente de l a Asociación Minera de Canadá, dice que la industria extractiva apoyo una “igualdad de condiciones”.

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A pesar que desde Ottawa se había logrado establecer un ente regulador de valores, la Corte Suprema de Canadá dejó trunco ese plan del gobierno, al dictaminar que se trataba de una potestad de las autoridades de cada provincia y declaró inconstitucional el ente regulador. Ahora Ottawa está interesado en avanzar junto los gobiernos provinciales.

El 17 de Junio Canadá enfrentará la presión de Obama y Cameron en la conferencia del G-8.