“Colapso, por qué algunas sociedades perduran y otras desaparecen” es un reciente libro que pone el acento en las verdaderas bombas de tiempo sociales que amenazan a Estados Unidos. Escrito por el conocido filósofo liberal Jared Diamond *, describe con precisión la ingrata experiencia minera en Estados Unidos. Describe los principales impactos ambientales de la actividad minera en el mundo. Habla sobre el principal dolor de cabeza financiero de los pulpos mineros: como evadir el pago del cierre de minas. Y para terminar el panorama, el condicionamiento de grupos de presión (gobernantes y políticos) que actúen en función de sus intereses con leyes benignas.
Fuente: Catamarcactual
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Parte I

Catamarca hoy es escenario de un latente debate sobre la conveniencia o no de la continuidad de las explotaciones mineras. El reciente movimiento de Autoconvocados en Tinogasta, verdaderamente masivo; la aplicación de retenciones a las exportaciones de metales por decisión de Néstor Kirchner y la lucha interna de la clase política catamarqueña para sentarse a negociar con los pulpos mineros (la puja por la Cámara de Diputados fue un ejemplo), marcan la agenda de lo que viene.

Generalmente las posiciones pro mineras, que en Catamarca tiene sus apóstoles en la política y en el periodismo, divulgan a la manera de homilías que “sin la minería la civilización no sería posible”.

Pero Catamarcactual escuchó de boca de los propios empresarios mineros reconocer que estaban en el “peor momento” desde que Menem y Arnoldo Castillo les abrieron las puertas en la década del 90 con estabilidad política, garantías fiscales por 30 años y, sobre todo, paz social alrededor de sus actividades.

Por eso es fundamental conocer los aportes de intelectuales que han realizado trabajos de campos en otros países donde la explotación metalífera ha tenido resultados alarmantes. Jared Diamond es uno de los intelectuales más reconocidos del mundo. Nacido en Estados Unidos, ha recibido el premio Pulitzer por sus trabajos sobre la evolución de las sociedades.

En su último libro, “Colapso, Por qué algunas sociedades perduran y otras desaparecen”, Diamond, miembro de la Academia de Artes y Ciencias de los Estados Unidos (no precisamente un órgano intelectual de la izquierda norteamericana), concluye que “la industria de la minería del metal es la fuente principal de contaminantes tóxicos de los Estados Unidos y responsable de casi la mitad de la contaminación industrial conocida”.

En un extenso relevamiento de catástrofes mineras provocadas en territorio yanqui, Diamond dice que “de todos los ríos del Oeste de Estados Unidos, casi la mitad cuentan con algunas zonas de su cabecera contaminadas por la minería”.

El especialista apunta que “la industria minera de los metales está decayendo en la actualidad hasta extinguirse debido en gran medida a sus propias fechorías”. ¿Estaremos importando fechorías en América Latina, Argentina y Catamarca, para exportar nuestras riquezas naturales? Pregunta a responder.
En Estados Unidos, las actitudes de los grupos empresariales (muchos de ellos canadienses y australianos), más la permisiva indolencia de las legislaciones de los gobiernos locales y el desinterés de las sociedades, se ha transformado en un costo importante para vastas regiones del “gran país del Norte”. Diamond lo resume en uno de los párrafos de Colapso: “Los contribuyentes estadounidenses afrontan en la actualidad una deuda total que asciende a 12 mil millones de dólares en gastos de limpieza y recuperación de terrenos ocupados por las minas de metales”.

La metodología de las empresas mineras es descripta como perversa por Diamond, al hablar sobre los dispositivos de limpieza de los terrenos utilizados en los enclaves mineros: “Las compañías mineras estiman a la baja los costes de la garantía y los gobiernos aceptan autogarantías y no exigen fianzas”.

Existieron casos en que las empresas mineras luego de terminar de explotar todo lo explotable, “se declaran en quiebra junto con las propias compañías de seguro afectadas”. ¿Cómo será el plan de cierre de minas de Minera La Alumbrera ? ¿Las gastos previstos serán de acuerdo a la realidad de tremenda operación que debe garantizar el recupero del terreno utilizado? ¿El gobierno de Catamarca realizó un correcto control del informe expuesto por la empresa minera?

Un dato importante sobre la baja credibilidad de la actividad minera en los Estados Unidos: Hoy en día, solo cursan carreras relacionadas con la minería la cuarta parte de los estudiantes universitarios estadounidenses que lo hacían en 1938. Únicamente hay 578 estudiantes que siguen carreras vinculadas a la explotación de metales, es decir a contramano del crecimiento explosivo que ha experimentado la población universitaria en los años transcurridos desde entonces.

Jared Diamond postula que “la industria del metal constituye un ejemplo excelente de cómo un negocio que promueve sus propios intereses a corto plazo por encima de los del público revela ser a largo plazo contraproducente y conduce al sector a la extinción”.

Para la próxima entrega veremos cómo actuaron en Estados Unidos las empresas mineras, sobornando a políticos para lograr legislaciones benévolas que favorezcan sus intereses. Cualquier parecido con nuestras experiencias será mera coincidencia. O no.

Parte II

Los problemas medioambientales son descriptos de acuerdo a diferentes efectos: El primero de ellos tiene que ver con la alteración de la superficie terrestre producida por las excavaciones. Este problema, según Diamond, es especialmente grave en la explotación de metales, comparada, por ejemplo, con la explotación petrolera que afecta a superficies menores.

El segundo problema medioambiental ocasionado por la minería del metal es la afectación de los cursos de agua con los propios metales, los productos químicos empleados para procesarlos, los drenajes de aguas ácidas y los sedimentos. Diamond describe “un famoso ejemplo como la oleada de patologías óseas originadas por el cadmio vertido en el río Jinzu, en Japón, procedente de una mina de plomo y cinc”.

También señala que “el consumo de agua de muchas minas es lo bastante elevado para ser relevante por sí mismo”. Algo de esto forma parte del debate en Catamarca, con las posturas de Autonconvocados hablando sobre la posible desaparición de acuíferos locales.

Interesante es la forma en que el científico habla sobre el tratamiento que reciben los residuos provocados por la actividad metalífera. Habla de “escoria” y a los diques de cola (como el que utiliza Alumbrera) lo llama “presa de escoria”. Con respecto a estas construcciones, señala que “en promedio todos los años hay un accidente en algún lugar del mundo que afecta a una presa construida con escorias”.

Recordemos que en Catamarca, hay una tesis del ingeniero Oscar Nieva que denuncia filtraciones del dique de Colas del emprendimiento de Bajo la Alumbrera , y que obligó a la Justicia Federal a tomar muestras de agua de los ríos y arroyos cercanos para realizar un monitoreo sobre sus niveles de contaminación.

Para Diamond, el factor económico provoca la inseguridad minera en los diques de colas. “Con frecuencia se construyen a bajo coste solo con los propios desechos en lugar con hormigón”, y estima que los realizados con concreto “se mantienen en actividad durante períodos muy prolongados, de modo que es necesario hacer un seguimiento continuo de su situación”.

Ante los frecuentes incidentes contaminantes, los gobiernos estatales y federales estadounidenses “comenzaron a exigir que las compañías mineras del metal alguna forma de garantía económica de que habría dinero suficiente para la limpieza y la recuperación en caso de que las propia minera se negaran”.

En este marco, Diamond destaca que “las estimaciones de los costes de limpieza realizadas por las empresas son relativas porque “los organismos administrativos carecen de tiempo, el conocimiento y los planos técnicos”, es decir entes regulares deficientes.

Por eso no extraña, que el científico establezca que “hay muchas razones económicas por las que pagar los costes de limpieza resulta más gravoso económicamente para las compañías mineras, a corto plazo es más barato para las mineras pagar simplemente a grupos de presión (políticos) para que insistan en que la normativa sea menos estricta”.

Como consecuencia de esta combinación (voracidad empresarial y complicidad política), hoy los contribuyentes estadounidenses afrontan “una deuda total que asciende a 12 mil millones de dólares en gastos de limpieza y recuperación de terrenos ocupados por minas de metales”. ¿Cuál fue la causa? Muchas empresas mineras se declararon en quiebra apenas terminaron las explotaciones, lo mismo que las compañías de seguro que habían contratado como garantes.

Para la próxima entrega, veremos las formas de presión de las comunidades mineras, entidades ecologistas y consumidores en todo el mundo. Interesantes paralelismo con respecto a nuestra situación actual en Catamarca.

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* Jared Diamond: Hay una persona que piensa, dice y escribió que la minería a cielo abierto con uso de cianuro contamina. Se llama Jared Diamond. Es biólogo evolucionista, fisiólogo y biogeógrafo. Profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Directivo de la World Wildlife Foundation (WWF). Ganó el premio Pulitzer en 1997 por su libro Armas, gérmenes y acero, y los más prestigiosos premios de la ciencia, como el MacArthur Foundation Genius Grant, The Conservation Medals of the Zoological Society of San Diego, la Carr Medal, el Tyler Prize for Environmental Achievement y el Japan’s International Cosmos Prize, en 2000 The National Medal of Science, etc. Autor de obras esenciales para abordar la historia de la humanidad desde una perspectiva socioambiental. Bill Gates dijo de su libro Armas, gérmenes y acero, lo siguiente: ¨es fascinante y fundacional para entender la historia humana¨. Jared Diamond, en su nuevo libro ¨Colapso, por qué algunas sociedades perduran y otras desaparecen¨, denuncia a la minería a cielo abierto con cianuro por contaminación.