Sofía, Bulgaria – 21/04/07. En un acto sin precedentes, los habitantes de un pequeño poblado de montaña en Bulgaria lograron impedir que se llevara a cabo un proyecto de minería de oro devastador para el ambiente. Durante 20 días de junio y julio de 2006, el pueblo de Popinci vigiló la ruta que lleva a la mina de oro del monte Petelovo. A pesar de la presión ejercida por la empresa, las autoridades federales y la policía, la comunidad local salió victoriosa: la compañía canadiense Martern canceló sus planes de construcción de una mina de extracción de oro con cianuro. La lucha de Popinci contó con el apoyo de las ONG ambientalistas y los ciudadanos/as de Bulgaria, mediante tácticas de internet.
Fuente: Bluelink.net

Protesta civil en base a TIC logra echar a mineros de oro
Había 50 personas viviendo permanentemente en el campamento y, cuando se necesitaba, llegaban 500 más. “Les impedimos subir”, explica Doika Terziiska. “Ya se sabe lo que hay allí. Se hicieron investigaciones y está probado que se puede extraer oro sólo con cianuro”.

Popinci es una pequeña comunidad ubicada en el centro de los Balcanes, en Bulgaria. Muchos de los 2.000 pobladores/as son mineros. Dos tercios de las mujeres son viudas de trabajadores que entregaron su vida a una de las numerosas minas de la región.

Todo empezó en los años 80, cuando el Comité Geológico de Bulgaria realizó una detallada investigación de la mina de oro que podía haber en el monte Petelovo, sobre el pueblo de Popinci. En ese momento, se calculó que habría entre 10 y 15 toneladas de oro. Luego de una serie de experimentos con varias tecnologías, se supo que la única manera viable de extraer ese oro era aplicando la decoloración con cianuro. Ese proceso implica romper las grietas que contienen oro con cianuro. Y la consecuencia sería que el agua subterránea se iría contaminando lentamente.

En la década del 80, se hicieron preparativos para la extracción industrial de oro y las autoridades locales realizaron un plan de desplazamiento para los habitantes del pueblo de Popinci. Pero en 1988, el proyecto se canceló: “en 1987 se habló de trasladar el pueblo de Popinci. Yo acababa de construir mi casa y el pueblo tenía cuatro mil habitantes. Iba a ser difícil reubicar a tanta gente, en aquel momento”, recuerda uno de los pobladores, Georgi Daskalov.

En 2004, el peligros proyecto de desarrollo resurgió cuando la compañía canadiense Euromax licitó los derechos de minería del monte Petelovo. “Desde entonces, no hemos parado”, afirma Georgi.

En los términos de licitación que estableció la municipalidad local de Panagyurishte, 99% de las ganancias procedentes de la extracción serían para la compañía y 1% para el Estado. La empresa trató de empezar a investigar las reservas de oro en verano de 2005. Fue entonces que la población estableció un campamento de protesta, impidiendo que las máquinas y equipos de llegaran a la concesión de la mina.

Un año después, Euromax adquirió los permisos necesarios y trató de reiniciar los trabajos de perforación. Los pobladores se opusieron fuertemente a todos los intentos de promoción de la minería. Poco después, los/as habitantes de Popinci oyeron que “algo sucedía” de noche y descubrieron que se había llevado una máquina perforadora al monte. En varias horas, quinientas personas se movilizaron y bloquearon el paso al generador necesario para hacer funcionar la maquinaria.

Para entender las acciones de los/as pobladores/as, hay que saber que nunca se hizo una consulta local sobre la mina. Tampoco se hicieron audiencias públicas sobre el proyecto antes de empezar los trabajos de perforación. El 29 de junio de 2006, la gente de Popinci estableció una barricada permanente en el monte Petelovo, bloqueando así la ruta hacia la mina. Abuelas ancianas, madres con hijos pequeños, adolescentes, y hombres y mujeres de mediana edad se sumaron desde entonces a la protesta para salvar a su pueblo, la tierra y la naturaleza del envenamiento con cianuro.

A pesar de las promesas preelectorales de los miembros parlamentarios de la región y los consejeros locales, los/as habitantes dejaron de contar con su apoyo. La población local quedó sola en su lucha contra los mercenarios bien pagos de la empresa, los políticos mercantilistas y la policía.

Sin embargo, los/as habitantes locales no se fueron del campamento y la ruta hacia la mina siguió bloqueada. Lograron incluso divertirse, como se demostró en la performance de “las abuelas de Popinski”, una banda folclórica creada especialmente para la ocasión. Las abuelas del coro compusieron canciones sobre la resistencia y el significado de los derechos humanos.

El apoyo llegó con una rapidez inesperada. ONG de la “Coalición Bulgaria libre de cianuro” dieron la alarma a través de los medios masivos de comunicación en todo el país. La coalición estaba luchando contra otras dos “inversiones” en explotación de oro mediante blanqueamiento con cianuro – Krumovgrad y Chelopech. El sitio web www.cyanidefreerhodopi.org, a cargo de Za Zemiata y otros miembros de la coalición ofrecía toda la información relevante sobre las campañas. Pero las noticias sobre Popinci circularon entre los círculos de la sociedad civil sobre todo gracias a los mensajes enviados diariamente a la lista de correo NGOs@bluelink.net, a cargo de la red de la sociedad civil ambientalista de Bulgaria y BlueLink, miembro de APC.

Con el tiempo, la presión contra el campamento fue creciendo. Dos participantes fueron golpeados. El 5 de julio, siete días luego de iniciado el campamento, uno de los manifestantes fue encontrado con una puñalada en el pecho. El hombre había tenido un desacuerdo con los guardaespaldas de la empresa el día anterior. Hasta ahora, no se dio a conocer más información sobre el caso.

Varios días después, los/as habitantes de Popinci detuvieron al presidente de Bulgaria, cuando se dirigía al centro administrativo de la región, Panagyurishe. Los/as manifestantes exigieron que se protegiera a los/as habitantes locales y al ambiente. El presidente Purvanov prometió responder a la semana siguiente y alertar al Alguacil principal y al Ministerio de Ambiente y Aguas.

Durante el décimotercer día de la protesta, el alcalde local organizó un referendum en el pueblo de Popinci y 97% de la población votó contra la extracción de oro en la región. Prohibida la realización del proyecto, la empresa Martern se retiró de la región. La decisión fue festejada con salvaje alegría en la cima del monte, donde los manifestantes/as estuvieron instalados durante casi un mes.

Filka Sekulova, autor de este artículo, pertenece a la Asociación Ambientalista Za Zemiata, cofundadora de la Red de información BlueLink