Diecisiete meses después de la rotura de una de las balsas que provocó el vertido de más de 24.000 m³ de agua y lodos sobre las parroquias coruñesas de Razo da Costa (Carballo) y Aviño (Malpica de Bergantiños) y tras el desentendimiento de los efectos del accidente por parte de la aseguradora, la Xunta continúa sin llevar a cabo el pretendido plan de rehabilitación del entorno obviando los riesgos todavía presentes en esta explotación abandonada.

Fuente: Iagua Blog Salvemos Cabana
Por el momento, en los terrenos afectados no se han llevado a cabo tareas que denoten de manera signiticativa ningún tipo de restauración, y la actuación de la Administración gallega parece haberse limitado únicamente a la instalación dos carteles de advertencia a la entrada del complejo sin haber señalizado en ningún caso las zonas de peligro de caída en los taludes, cortados verticalmente en algunos puntos varias decenas de metros y donde existe riesgo de accidente.

De hecho, el perímetro continúa completamente desprotegido y tampoco se ha procedido a la desecación de las balsas mineras lo que, más allá de la instalación de tuberías de drenaje en el lugar del suceso, continúan suponiendo un peligro potencial en caso de un incremento repentino del nivel de precipitación en el caso de condiciones meteorológicas adversas. Asímismo, llama la atención el hecho de que se hayan colocado grandes piedras a modo de barrera, lo que en ningún caso impide el acceso a la zona de taludes.

Por otra parte, la Plataforma ha podido constatar nuevamente el vertido de espumas y aguas contaminadas en la balsa situada al este de la concesión minera ‘Reconquista’, que está derivando monte abajo. Aunque Leitosa S.A.U., concesionaria de la última explotación minera del Monte Neme, solicitó en 2011 una autorización oficial de vertido al Dominio Público Hidráulico, el documento sometido a información pública hace referencia a “aguas residuales industriales y de escorrentía depuradas”, lo que en ningún caso tiene relación con la situación observable sobre el terrero y confirma una vez más el escaso control que la Dirección Xeral de Minas ejerció hasta la fecha del accidente, sucedido durante la madrugada del 10 de febrero del año pasado.

Un plan de restauración inconcluso e incompleto

Salvemos Cabana ya presentó en su momento alegaciones al proyecto de abandono y clausura del grupo minero ‘Monte Neme’ al considerar la rehabilitación propuesta como incompleta, al centrar la mayor parte de los recursos en el mayor hueco de explotación situado en la concesión ‘Rima’, pero dejando completamente al margen otras zonas del monte procedentes de la antigua explotación metalífera de wolframio, que aunque la Xunta considera restauradas presentan sin embargo un evidente estado de degradación ambiental.