La jefatura territorial de la Consellería de Economía e Industria denegó la solicitud de permiso de investigación presentada por una mercantil. La empresa aspiraba a poder investigar la mina con el objetivo de ver si podría volver a ponerse en explotación. Nuevo Boliche, la antigua mina de estaño y wolframio que se extiende entre Noalla y Aios, en Sanxenxo, abandonada a mediados del siglo XX y en un entorno de especial valor ambiental para el municipio turístico, no volverá a abrir sus puertas.

Fuente: La Voz de Galicia
El gobierno local mostró ayer su satisfacción por la decisión adoptada por la Xunta, a la que informó en el 2012 de su rechazo a la posible actividad minera en este entorno del rural sanxenxino, a escasa distancia de las playas de Pragueira y Bascuas. La Administración local insistió en su momento que este entorno cuenta con un alto valor paisajístico y medioambiental, directamente asociado al litoral. Además, en esta zona existen varios núcleos de población e instalaciones directamente vinculadas al sector turístico.

En sus alegaciones, el Concello recuerda que el turismo «constitúe a base económica do Concello, polo que non procede nunha área tan sensible a implantación dunha explotación mineira que prexudicaría enormemente aos asentamentos existentes, os establecementos hoteleiros e a paisaxe litoral». Y es que Sanxenxo temía que si esta mina se reabriese, espantase a los turistas de uno de los espacios más atractivos de su costa, con el daño irreparable para su prestigio y como capital veraniega de las Rías Baixas.

En el informe del Concello, el ejecutivo sanxenxino incidía en que la petición de la empresa Incremento Grupo Inversor, para investigar los recusos de Nuevo Boliche, afectaba a una superficie de 25 cuadrículas mineras en un espacio «formado por chairas e vertentes litorais directamente asociadas á presenza do mar». Además, el gobierno local echaba en falta un estudio ambiental que reflejase cómo afectaría la explotación al entorno circundante, a los recursos económicos y al paisaje marítimo.

Urbanismo matizó, asimismo, que la actividad minera no figura en el Plan de Ordenación do Litoral, al encontrarse en un área de mejora ambiental y paisajística. Solo podría introducirse esta excepción con un permiso expreso del Consello de la Xunta, previa justificación de recursos de extraordinario valor económico. Para Sanxenxo, el proyecto carece de esta justificación.

A su vez, las cuadrículas a investigar están afectadas por todo tipo de clasificación del suelo, tanto urbana como de núcleo rural, como urbanizables y rústicas de diversas protecciones. En el PXOM no se contempla la autorización de actividades extractivas en suelos urbanos, urbanizables y de núcleo rural, y en el caso de rústico se regula desde Medio Ambiente.