Los temporales del invierno hicieron saltar las alarmas en el Monte Neme, en la Costa da Morte gallega, en Españ, al reventar una de las tres balsas de una mina de wolframio y estaño ya clausurada. En febrero provocó un vertido de agua y lodos de más de 24.000 metros cúbicos y colectivos sociales y políticos alertaron de una posible situación de peligro a mayores del desastre natural. Dos meses después, se confirman los temores al detectarse “aguas ácidas tóxicas derivadas de la actividad minera preexistente”.

Fuente: Blog del Agua

La alerta la hace pública la plataforma Salvemos Cabana, constituida para oponerse a un nuevo proyecto minero en Corcoesto, en la comarca coruñesa de Cabana de Bergantiños, en base a un informaciones derivadas de los controles de la zona realizados por la Xunta de Galicia.

En febrero, tras el desastre, solicitaron a la consejeria de Sanidad que analizase el agua de las balsas mineras del Monte Neme y, en respuesta, la Subdirección General de Control de Riesgos Ambientales para la Salud ha explicado que el departamento de Aguas de Galicia “realizó y está realizando” análisis de los puntos de vertido y de las zonas receptoras.

Según la información a la que ha tenido acceso Salvemos Cabana, estos análisis han dado como resultado la medición de “alarmantes niveles de aluminio y bajos niveles de PH”, indicando la presencia de aguas ácidas tóxicas derivadas de la actividad minera preexistente. De momento se desconoce su grado de incidencia sobre las captaciones de agua para el consumo humano.