La minería vive buenos tiempos en Suecia después de años de recesión. Viejas minas se reabren y las prospecciones en busca de nuevas se suceden y el gobierno sueco planea abrir 47 minas. Una de ellas ya se proyecta en la región de Kallak y amenaza a sus habitantes y a la ganadería de renos. En enero, el Tribunal del Suelo y el Medio Ambiente sueco autorizó a la minera inglesa Beowulf Mining, realizar prospecciones en busca de mineral en Gállok-Kallak, en el norte de Suecia.

Foto: bloqueo del proyecto de la minera Beiwulf en Gállok (agosto 2013)

 

Fuente: Diagonal Global

Hay planeadas 47 minas nuevas para los próximos 30 años. El norte de Suecia, una zona rica en recursos naturales, ha sido tratado como si fuera una colonia interior. Está habitado por suecos y habitantes de la etnia sami, pueblo originario de la zona ártica que mantiene desde 1993 un cierto autogobierno y, gracias a varios convenios nacionales e internacionales, está dotado de un marco legal con el que protege su cultura y sus tierras. En enero, el Tribunal del Suelo y el Medio Ambiente sueco autorizó a la multinacional Jokk­mokk Iron Mines AB, filial de la inglesa Beowulf Mining, realizar prospecciones en busca de mineral en Gállok-Kallak, en el norte de Suecia. El lugar está a cinco kilómetros de la población de Jokkmokk-Jahka­mahkke, una de las ciudades más importantes de la zona.

Zona de pastoreo de renos

Durante los meses siguientes a la concesión, la preocupación entre los habitantes creció. La mina, en caso de hacerse realidad, quedaría en medio de las zonas de pastoreo de invierno y verano de los renos, un recurso fundamental para el pueblo sami. El 21 de agosto pasado comenzaron las explosiones controladas de prospección y las primeras protestas. Un activista contrario a la explotación se roció de gasolina mientras una treintena de compañeros se encaramaron a los árboles circundantes en un intento de parar las actividades mineras. Al día siguiente, la policía intervino sin mandato judicial, y echaron a los activistas de la zona. Tres días después, el 24 de agosto, 400 personas se unieron a una manifestación convocada por los dos pueblos más afectados, Jahka­gasska y Sirges.

La Administración local afirma que la apertura de la mina significaría nuevos puestos de trabajo, una noticia bienvenida en una zona con pocas expectativas laborales como es el norte de Suecia. Sin embargo, no se ha concretado cuántos puestos de trabajo se crearían. La postura de las autoridades ha sido desde el principio de descalificación y desprecio hacia los manifestantes y sus motivos. Tras la explotación de la mina, que tiene una duración planeada de 14 años, sólo quedará un suelo contaminado y un paisaje destrozado y, al cerrarse la mina, ningún trabajo, afirman los detractores del proyecto. Fred Boman, presidente de Iron Minings AB, en declaraciones a la Radio Nacional sueca, Sveriges Radio, calificó a los manifestantes de “estar mal de la cabeza”.

Los samis de Noruega y otros lugares de Suecia se han desplazado a Kallak para mostrar su solidaridad. El 27 de agosto, con motivo de su décimo aniversario, el Parla­mento sami sueco se reunió en Kallak para mostrar su apoyo a los manifestantes. La crispación en la población ha aumentado, creando una fuerte división entre los partidarios y los detractores de la futura mina. El 31 de agosto uno de los portavoces de los partidarios de la mina recibió una carta amenazante que contenía una bala de un rifle Winchester 222, usado para la caza de aves. No se sabe quién está detrás de la amenaza.

Por su parte, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU ha expresado su preocupación ante lo que está pasando en Kallak. La comisión ha recordado al Gobierno sueco que los samis tienen derecho sobre su tierra y agua. Este derecho implica poder impedir las actividades de la compañía minera. La comisión recalcó también que la Declaración sobre los Pueblos Indígenas, ratificada por Suecia en 2007, recoge el Principio del Consentimiento Libre, previo e informado, fundamental en la declaración, y que reconoce el derecho a permitir o rechazar actividades en sus territorios tradicionales.

Los intereses de la empresa

Sin embargo, a pesar de los tratados firmados el Gobierno sueco parece priorizar los intereses de las empresas mineras frente a los de la población local. La ley sueca de minería, que favorece la explotación de los recursos naturales, no será modificada de ninguna manera, según manifestó la ministra de Industria y Comercio, Annie Lööf.

La situación de Kallak se reproduce en otras zonas de Suecia. El 18 de septiembre, el Consejo Sami, que agrupa a todos los samis, independientemente de las fronteras estatales, denunció al Gobierno sueco ante la ONU por atentar contra sus derechos al aprobar que la compañía Nickel Mountain abra tres minas a cielo abierto en Vapsten, amenazando los pastos de los renos. En Kallak, al aspecto medioambiental y social se le suma la situación de peligro derivada de que la mina proyectada se encuentra cercana al embalse de Park, sobre el río Lule.

El comité contra la discriminación racial de la ONU ha expresado su preocupación ante lo que está pasando en Kallak. La comisión ha recordado al gobierno sueco que los sames tienen derecho sobre su tierra y agua. Este derecho implica el poder negar las actividades de la compañía minera. La comisión recalcó que la Declaración sobre los Pueblos Indígenas, ratificada por Suecia en 2007, recoge el Principio del consentimiento libre, previo e informado, fundamental en la declaración, y que reconoce el derecho de consentir o rechazar actividades en sus territorios tradicionales.
A pesar de los tratados firmados el gobierno sueco parece priorizar los intereses de las empresas mineras que las de la población local. La ley sueca de minería, que favorece la explotación de los recursos naturales, y no será modificada de ninguna manera según manifestó la ministra de Industria y Comercio, Annie Lööf.

La situación de Kallak se reproduce en otras zonas de Suecia. El 18 de septiembre el Consejo Same, que agrupa a todos los sames independientemente de las fronteras estatales, denunció al gobierno sueco ante la ONU por atentar contra los derechos del pueblo same al aprobar que la compañía Nickelmountain abra tres minas a cielo descubierto en Vapsten amenazando los pastos destinados a los renos. Sin embargo, en Kallak no sólo hay que considerar el aspecto medioambiental y social. La situación implica un grave peligro ya que la mina pensada se encuentra cercana al embalse de Parki. Este embalse sobre el río Lule representa el 10% de la producción eléctrica de Suecia. Si el embalse presentara grietas o se rompiera no sólo significaría un parón en la producción eléctrica sino también un peligro de muerte para las 10.000 personas que habitan la zona. También existe el riesgo del envenamiento de las aguas con lo que supondría no sólo para los seres humanos sino también para la rica fauna existente. En la mente de todos está la catástrofe ocurrida a finales del año pasado en Sotkarno, en el norte de Finlandia, donde el embalse de la mina de níquel de Talvivaara se rompió. Ello significó el vertido de centenares de metros cúbicos de agua contaminada con metales pesados. Las personas que viven en las cercanías de la mina no pueden consumir el pescado ni el agua de la zona. Para muchos se trata de la catástrofe medioambiental más grande ocurrida en los últimos años en Europa y un toque de atención sobre el peligro ambiental que implican las minas. Eso supuso el vertido de centenares de metros cúbicos de aguacontaminada con metales pesados. Las personas que viven en las cercanías de la mina no pueden consumir el pescado ni el agua de la zona. Para muchos se trata de la mayor catástrofe medioambiental ocurrida en los últimos años en Europa.

El 17 de septiembre la empresa minera envió 400 toneladas de mineral de hierro a Finlandia para ser analizadas. Del resultado de los análisis la compañía decidirá si continuar con la mina planeada. El gobierno ha instado al gobernador de la provincia Sven- Erik Österberg a iniciar reuniones para intentar alcanzar un consenso. Para los representantes sames no se trata de otra cosa que de un “gesto de cara a la galería”.