Mientras la Xunta de Galicia tramita la declaración de impacto ambiental que precisa Edgewater para abrir la conocida como mina de Corcoesto, los vecinos de Bergantiños que tienen tierras en su área de influencia, un territorio que ya fue excavado por los romanos, han empezado a recibir cartas de la firma minera en la que se les insta a vender sus terrenos antes del 31 de diciembre a un precio determinado (1,2 euros por metro cuadrado) si no quieren ser expropiados a la fuerza por la mitad de dinero.

Fuente: El País

La multinacional canadiense Edgewater, dedicada a la explotación de metales preciosos en todo el planeta, tiene sus esperanzas de negocio puestas en Cabana de Bergantiños y Ghana. Tanto en el municipio coruñés como en el país africano, la empresa con sede en Vancouver quiere explotar yacimientos de oro.

“Hasta el 31 de diciembre de 2012 se hará el ofrecimiento de compra de parcelas voluntariamente”, esgrime la carta firmada por Lluis Boixet Martí, gerente de Mineira de Corcoesto, la filial con domicilio en Cabana a través de la cual pretende Edgewater explotar el yacimiento. “A partir de esa fecha se iniciarán los correspondientes expedientes de expropiación forzosa y a precio inferior”. Fuentes de la empresa admiten que de momento la explotación no cuenta con todos los permisos necesarios para que su negocio tenga vía libre y que, si los obtiene en los próximos meses, será el Xurado de Expropiación, un organismo público, el que fijará cuánto dinero cobrarán los propietarios del suelo que ocupará Edgewater, tal y como confirma la Consellería de Economía e Industria, que no entra a valorar el contenido de las misivas. En un comunicado, la multinacional defiende que las cartas enviadas son “informativas”, con el fin de que los vecinos “no queden desamparados y puedan tomar las decisiones que consideren más oportunas”.

Para la Plataforma contra la Mina de Corcoesto, creada por habitantes de la zona para intentar frenar un proyecto que, aseguran, provocará graves daños ambientales en el paraje protegido por el que transcurre el río Anllóns, las ofertas que están recibiendo los dueños de las parcelas son “intentos intimidatorios” de la empresa minera “para hacerse con la propiedad de los montes, coaccionando a los vecinos con argumentos falsos para que estos cedan a sus intereses especulativos”.

La plataforma vecinal contraria a la mina recibió ayer el apoyo de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), que acusó a la multinacional canadiense de promover con sus cartas una “extorsión” a los propietarios de tierras en Corcoesto. A su portavoz, Xosé Manuel Beiras, los movimientos de Mineira de Corcoesto para sacar adelante su negocio le recuerdan a “procedimientos propios del franquismo en tierras que querían saquear”.

El PP se ha puesto de parte de la empresa. Los populares rechazan las críticas de AGE y acusan al partido de “buscar titulares alarmistas en los periódicos” a costa de una iniciativa que pretende “dinamizar” la economía gallega. El apoyo del partido que gobierna la Xunta y el ayuntamiento de Cabana de Bergantiños es uno de los factores de los que presume la multinacional Edgewater, que cotiza en la Bolsa de Toronto, al presentar a posibles inversores, en un lugar destacado de su web, su proyecto en Corcoesto. La minera canadiense se jacta de los “encuentros positivos” que ha mantenido en Galicia con responsables políticos con competencias mineras y ambientales y, sobre todo, de las “excelentes relaciones con las autoridades locales”.

La firma de Vancouver reproduce incluso una página del programa electoral con el que actual regidor del PP, Jesús Muiño, accedió a la alcaldía de Cabana en 2011 y en el que se compromete a apoyar el proyecto. AGE sostiene que Muiño está actuando como si fuese el “jefe de recursos humanos” de la empresa, recogiendo currículums para trabajar en la mina “en una clara actitud caciquil”. La creación de puestos de trabajo es el principal argumento que esgrime la Xunta para apoyar la mina.

Promesas de empleo

Mineira de Corcoesto, filial de la canadiense Edgewater, está a la espera de que el Gobierno gallego le dé o no el visto bueno a la declaración de impacto ambiental. Después el proyecto debe ser aprobado por el Consello de la Xunta y lograr otro tipo de permisos menores. Mientras tanto, la firma calcula ya que si la Administración le aprueba la explotación de oro en Cabana creará 271 empleos directos y promete que 140 los repartirá entre vecinos de la zona que serán formados como operarios. El PP sostiene que la mina generará 1.100 puesos de trabajos indirectos en Bergantiños.

La plataforma vecinal contraria a la mina y AGE rechazan estas promesas. “La Xunta está engañando a la ciudadanía ocultando daños ambientales e impactos sociales y aprovechándose de la crisis actual y de la necesidad de trabajo de la gente”, afirmó ayer el diputado de AGE Antón Sánchez. Según este partido, la empresa habla de 270 empleos porque con una cifra inferior no sería considerado proyecto estratégico y su tramitación sería más lenta y complicada. “Se trata de un proyecto insostenible que se aprovecha de la desesperación de la gente”, concluye Sánchez.