La actividad minera que se desarrolla en la provincia de Sichuan, en el oeste de China, y en concreto en el área donde se produjo el terremoto de Wenchuan en 2008 -uno de los peores de la historia- es un “grave” peligro para la zona ya que incrementa el “riesgo” de que se vuelvan a producir desastres naturales.

Fuente: Finanzas.com 

 

Ésta es una de las conclusiones del informe presentado hoy en Pekín por la organización Greenpeace en colaboración con una ONG local de Chengdu, capital de la mencionada provincia, tras años de estudio de la zona donde en 2008 murieron más de 90.000 personas por el grave terremoto.

Ambas organizaciones declaran que la extracción de fosfato en la Montaña de Longmen, ubicada en la zona afectada por el terremoto, está incrementando el riesgo de que se produzcan desprendimientos y otros desastres geológicos, lo que pone en un “grave peligro” la seguridad de los mineros y de la población localizada río abajo.

“Uno de los desprendimientos de tierras que se produjo tras el terremoto de 2008 en esta misma zona provocó 400 desaparecidos y dejó a 10.000 personas sin casa. Los riesgos son graves”, señaló hoy el experto Lang Xiyu de Greenpeace, en la sede de la organización en Pekín.

Xiyu denunció que después del terremoto de 2008 el área fue declarada como “zona de desastre”, por lo que actividades como la minería que actualmente se lleva a cabo en el lugar, “deberían haber sido restringidas”.

“El Gobierno chino y las compañías mineras deberían respetar la ley y reconocer la catástrofe que se está desvelando”, declaró el experto, quien instó a los líderes a detener la actividad minera en estas zonas de “alto riesgo”.

Y es que, como comentó el geólogo Yang Yong, “el área ya sufrió diversos y graves desprendimientos, aludes e inundaciones en 2009 y 2010, por lo que cualquier extracción de fosfato en la montaña de Longmen debe tener en cuenta primero el riesgo de hacer que éstos se repitan”.

Pero no sólo la actividad minera incrementa el peligro de este tipo de desastres, ya que Greenpeace también alerta del grave perjuicio que está sufriendo la población local de pandas gigantes que habita en el lugar.

“La minería y la construcción de carreteras ha forzado a la población de pandas gigantes local a concentrarse en un área más restringida y fragmentada”, explicó Lang Xiyu, líder de la campaña de Greenpeace.

Esto es resultado de las licencias otorgadas a compañías mineras en la zona por el gobierno provincial de Sichuan en 2012, para acortar el perímetro de la zona “declarada reserva natural” a favor de la actividad minera y en la que vive esta población de pandas, según detalló el experto.

“Los pandas deberían ser uno de los animales más queridos en China. ¿Cómo podemos estar dejando sus vidas por el camino en aras del crecimiento económico?”, concluyó Lang.