El presidente uruguayo, José Mujica, admitió ayer que la instalación de la minera Aratirí es una cuestión para el próximo gobierno y que el proyecto se enfrió luego de muchas idas y venidas, dijeron miembros de la Asociación Rural al diario El País. El proyecto es muy cuestionado por amplios sectores del campo y la ciudad y motivó masivas movilizaciones.

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Mujica confesó ayer ante miembros de la ARU que hace falta más análisis antes de otorgar los permisos a la empresa, que esperaba invertir más de 3.000 millones de dólares en el emprendimiento.

El presidente se presentó en un almuerzo invitado por la gremial y se espera que el sábado sea orador en el cierre de la Expo Prado. Allí hablará en público de Aratirí.

Aratirí es una empresa creada por la multinacional Zamin Ferrous para extraer hierro de terrenos situados en cuatro departamentos en los alrededores de Cerro Chato.

Durante el actual gobierno, Mujica hizo hincapié en la necesidad de asociarse con Aratirí para la construcción del puente de aguas profundas en La Paloma.La habilitación medioambiental ha tenido innumerables marchas y contramarchas. La presión de los grupos medioambientales y de los productores rurales de la zona ha sido intensa.

BLANCOS NO, TABARÉ SÍ.
Los candidatos presidenciales están divididos sobre la pertinencia o no de que los términos del contrato con Aratirí.

El Partido Nacional ha rechazado públicamente el proyecto. Este miércoles, el candidato a la presidencia Luis Lacalle Pou comentó en Twitter los dichos de Mujica.