Al inicio del año con bombos y platillos desde el gobierno se anunció avances del proyecto minero, inclusive hasta con la posible firma del contrato de concesión con Aratirí. La fuerte oposición ciudadana al proyecto de explotación de hierro, que incluye la construcción de un mineraloducto de 200 kilómetros y un puerto de aguas profundas para llevarse el mineral, explican los tiempos de la minera y el gobierno para presentar la iniciativa en términos menos irritantes.

Fuente: El País

El director nacional de Medio Ambiente, Jorge Rucks, en diálogo con Gente & Negocios analizó las distintas etapas hasta llegar al permiso ambiental.
“La evaluación ambiental del Proyecto Valentines de Aratirí en la Dinama está prácticamente estancada, hubo un proceso dinámico que se siguió hasta la aprobación de la Ley que definió un lugar específico para localizar un único puerto de aguas profundas en la zona de El Palenque, en Rocha. La empresa había presentado inicialmente una propuesta de localización de su terminal portuaria en otro punto de Rocha y frente a la exigencia de la nueva Ley deben ajustar dos componentes importantes del proyecto, la terminal portuaria y el mineroducto que une el distrito minero con esa nueva terminal. Esto no se hace en poco tiempo y eso explica el período actual en que no hay novedades en el proceso de evaluación ambiental”, dijo el director de la Dinama.

PARTICIPACIÓN PÚBLICA

“Luego de analizar la nueva información que se recibirá se debe considerar el inicio de una etapa clave que es la de la participación pública. Se deberá presentar un informe ambiental resumen por parte de la empresa que se debe poner de manifiesto durante 20 días hábiles a fin de recibir comentarios por parte de los actores que pueden sentirse afectados por el emprendimiento. Analizados estos aportes se pasa a la etapa de audiencia pública en que se trata el proyecto y sus impactos ambientales en forma presencial en la zona donde éste se propone localizar”, agregó el jerarca.

CLÁUSULA CONTRACTUAL

El contrato de la concesión minera debe contar con la aprobación ambiental para que pueda ponerse en marcha. Pero la firma del contrato no está atado al permiso ambiental. “Se puede firmar el contrato poniendo una cláusula en la que figuren determinadas exigencias ambientales de tal forma que si no se cumple con dicha cláusula, no se pone en marcha el contrato”, agregó Rucks.

El proyecto de la multinacional Zamin Ferrous estima invertir más de 1.000 millones de dólares en un complejo de 6.210 hectáreas, además de la construcción de un minero ducto de 212 kilómetros y una terminal portuaria en el océano Atlántico para exportar 18 millones de toneladas de hierro al año.