La producción de metales volvió a ser negativa pero los precios treparon. Pese a los altos precios, el gobierno se negó a aplicar en este sector un impuesto a las sobreganancias. Además aumentaron los conflictos en torno a la minería. 

 

Fuente: diario La República

31/12/2010. El 2010 estuvo marcado por las enormes ganancias que reportaron las empresas mineras. El alto precio del oro, que alcanzó la cifra récord US$ 1,390 la onza, la plata, cuyo precio trepó hasta el nivel histórico de US$ 29 la onza, y el zinc que llegó a US$ 412 la libra imprimieron una enorme sonrisa en el rostro de los mineros.

Sin embargo, pese a este contexto favorable, el gobierno se negó sistemáticamente a aplicar un impuesto a las sobreganancias mineras, como lo ha hecho a largo de los cuatro años de gestión y pese a haber sido una promesa de campaña electoral de Alan García durante el 2006. Solo entre las empresas que extraen oro y cobre, al cierre del año, las sobreganancias estarían por encima de los S/. 14 mil millones.

Y la rentabilidad del sector se situaría sobre el 40%, según las estimaciones del economista Pedro Francke. Se debe indicar que la rentabilidad de las mineras responde a un tema coyuntural, que es la alta cotización de los metales en el mercado internacional, y no a una mayor inversión de las empresas mineras.

Eluden pago de regalías

En materia tributaria otro asunto pendiente respecto a la minería constituyen los contratos de estabilidad jurídica que poseen diversas empresas y que les permiten “torear” el pago de las regalías mineras.

Al respecto, Jorge Manco Zaconetti, investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), afirma que empresas como Yanacocha, Barrick, Antamina, Cerro Verde y Tintaya “eluden el abono de las llamadas regalías mineras, escudadas en el manto de los contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa” que el gobierno no quiere tocar.

“Evidentemente con los altos precios del oro, plata y cobre el Estado está dejando de percibir millonarios ingresos por regalías no pagadas”, asegura.

Menor producción

La paradoja este año que se va estriba en que mientras los precios de los metales se dispararon, la producción metálica cerró con cifras negativas. José de Echave, presidente de Cooperacción, manifestó que, después de casi 21 años de crecimiento continuo del sector minero, el 2009 y este año presentaron un decrecimiento de la producción bruta interna de la minería metálica.

“Es notoria la caída de la producción del oro. Esto tiene una relación directa con la resistencia de las poblaciones hacia nuevos proyectos auríferos como en Cajamarca. Es más que paradójico que se anuncien US$ 41 mil millones en inversiones, pero al mismo tiempo el sector presente tasas negativas de producción”, manifestó.

“La disminución de la producción aurífera transita de los 5.3 millones de onzas en el periodo enero/octubre del 2005 a un poco menos de 4.4 millones de onzas hacia el periodo enero/octubre 2010”, señala Manco Zaconetti.

A la falta de nuevos proyectos, sobre todo auríferos, que según De Echave marcarían la ruta de la producción de este metal en el 2011, también se suma el agotamiento del recurso. La investigación de Germán Alarco, economista de Centrum Católica, reveló este año que las reservas del oro se acabarían en diez años, mientras que las reservas probadas de zinc no superarían los seis años y medio de vida, en tanto que las de estaño a duras penas sobrepasarían los siete años. Pero las reservas probadas de plata y cobre sí superarían los 17 y 35 años de vida, respectivamente.

Los conflictos son más intensos

Este año también en torno a la minería creció la intensidad de los conflictos sociales. Así lo determina el sétimo informe del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú. También concluye que la actividad minera está más presente justamente donde el Estado está más ausente.

El dato se corrobora consultando el reporte de conflictos sociales de noviembre de la Defensoría del Pueblo, puesto que de los 167 conflictos activos, 120 son socioambientales, en su mayoría referidos a la actividad minera.

La batalla por el agua en el sector minero

1] Un asunto que ya se vive con fuerza es la pugna por el agua, un recurso hídrico escaso en el sur del país (Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna), donde la escasez de agua es crónica, como señala el especialista Jorge Manco Zaconetti. Sobre todo es una creciente oposición de la población. “Evidentemente todo nuevo proyecto minero, sea Quellaveco bajo responsabilidad de AngloAmerican, o Tía María de Southern Perú Copper Corp., debiera hacer uso del agua de mar para hacer viable sus proyectos”, señala el investigador de la UNMSM.

2] En la misma línea se pronunció José de Echave. Según el experto, todo indica que en los próximos años los conflictos en torno al uso del agua se van a intensificar. Prueba de ello son los problemas entre Arequipa y Cusco presentados por el proyecto Majes-Siguas. Sostiene que debido a que el Perú avanza aceleradamente hacia un estrés hídrico (escasez del recursos) los proyectos mineros, para no granjearse mayores conflictos sociales, deberán apuntar hacia la desalinización del agua. “Yo creo que esa va a ser la tendencia, incluso el mismo Ministerio de Energía y Minas lo recomienda, porque la minería no puede terminar usando el agua que necesitan los agricultores”, señala.