mex_paredonesamarillos_map120Agrupaciones ambientalistas, líderes partidistas locales y diversos sectores sociales de Baja California Sur han manifestado su rechazo total a que la empresa minera Paredones Amarillos, subsidiaria de la estadunidense Vista Gold, realice trabajos de extracción de oro en la reserva de la biósfera de la Sierra de la Laguna, que es un área natural protegida.

Fuente: diario La Crónica de Hoy
La Paz, Baja California Sur – 17/01/2010. Los dirigentes estatales de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), Ricardo Barroso Agramont y Adrián Chávez Ruiz, coincidieron en manifestar su oposición para que la empresa Paredones Amarillos explote el metal precioso en la Sierra de la Laguna.

Chávez Ruiz manifestó en conferencia de prensa su posición en contra de que se desarrolle una minería de oro a cielo abierto, “aunque sea zona de amortiguamiento, ya que puede contaminar los mantos freáticos y agua que se consume en La Paz y Los Cabos, así como dañar el entorno ecológico de la zona”.

Ambos líderes partidistas afirmaron que la empresa minera tiene que cumplir con la ley, la cual establece que en el caso de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) el principal fin para su creación es el desarrollo de actividades económico-productivas que no sean de alto impacto al medio ambiente, con la incorporación de las comunidades en su beneficio.

Tanto el dirigente del PRI como del PRD se pronunciaron porque dicho proyecto de extracción de oro en la Sierra de la Laguna se vaya a una consulta directa con la ciudadanía, para su aprobación o no.

“Conocemos que en el caso de las Áreas Naturales Protegidas existe el procedimiento de consulta que tiene que llevarse a cabo con los posibles afectados, a efecto de valorar si esa actividad, aun en una zona de amortiguamiento, puede llevarse a cabo”, expresó Adrián Chávez.

La empresa Paredones Amarillos, subsidiaria de la estadunidense Vista Gold, terminó en días pasados su etapa de exploración y espera obtener el permiso federal de cambio de uso de suelo en el transcurso del primer trimestre de este año y así explotar una mina de oro a cielo abierto en la zona de amortiguamiento de la reserva de la biósfera Sierra La Laguna, en las inmediaciones del pueblo mágico Todos Santos, municipio de La Paz.

Al respecto, la Secretaría Estatal de Desarrollo y Fomento Económico informó que la empresa minera y el ejido San Antonio firmaron un acuerdo el mes pasado para poner en marcha el proyecto, por lo cual los ejidatarios recibirán un pago inicial de tres millones 200 mil pesos.

No obstante, el coordinador de la organización no gubernamental Agua de Niparajá, Pedro Zapata Morales, advirtió que harán uso de todos los medios jurídicos para que las autoridades federales y estatales cancelen el proyecto.

Las agrupaciones ambientalistas Guardianes del Agua, Defensa Ambiental del Noroeste, Pronatura Noroeste y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, además de Niparajá, afirmaron y advirtieron que la mina contaminará los mantos freáticos con cianuro, arsénico, ácido sulfúrico y metales pesados, e iniciaron una campaña de información mediante el documento La Sierra La Laguna y la minería de oro: 10 cosas que deberías saber.

En el documento informan que para extraer 40 toneladas de oro la empresa generará 11 mil toneladas de desechos al día, lo que dejará en 10 años un cráter de 58.7 hectáreas, equivalente a 54 canchas de futbol. Pero sobre todo las ganancias se irían al extranjero.

Asimismo, en el documento se informa que la Sierra La Laguna (único bosque de pinos y encinos de Baja California Sur, con 86 especies de plantas endémicas y principal fuente de agua dulce del sur de la entidad), está amenazada por el proyecto Paredones Amarillos, que además de explosivos utilizará químicos tóxicos como el cianuro de sodio, el cual generará compuestos que podrían envenenar los acuíferos de Todos Santos, El Carrizal y La Paz, que abastecen de agua a más de 200 mil personas.

“Los costos ambientales y sociales del proyecto son muy altos y los beneficios mínimos, pues se destruirá parte de la Sierra La Laguna y el oro obtenido hará ricos a unos cuantos extranjeros”, expresó Pedro Zapata.

Dijo que el proceso para obtener el metal precioso “consiste en rebanar cerros con explosivos, pulverizar el material rocoso y separar el oro con cianuro de sodio, lo que genera miles de toneladas de desechos, denominados jales, con altas concentraciones de arsénico, ácido sulfúrico y otros metales pesados que se depositan en presas, por lo que pueden filtrarse a los mantos acuíferos”.

Zapata Morales criticó el plan de manejo de la Sierra La Laguna, pues por una torpeza de las autoridades ambientales, algunas zonas del bosque son consideradas áreas de aprovechamiento especial, lo que permitió a la minera canadiense Echo Bay conseguir la concesión y la aprobación de la manifestación de impacto ambiental en 1997, permisos que más adelante traspasó a la estadunidense Vista Gold, con sede en Denver, Colorado.

“Cuando se hizo ese plan de manejo las autoridades pensaron que la minería sería subterránea, en galeras, como en los tiempos en que se explotó oro en San Antonio y El Triunfo, que forman parte de la región, pero ese tipo de extracción se agotó y ahora es a cielo abierto. Por esa torpeza estamos metidos en este lío”, expresó el activista.

La empresa minera Paredones Amarillos, que contrató a Carlos Calderón, ex gerente de la ex concesionaria Echo Bay, para dar continuidad al proyecto, y a Julio César Peralta Gallegos, ex delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Baja California Sur, dice en su portal de internet que la explotación minera de la Sierra La Laguna generará empleos, adquirirá materiales y servicios locales y pagará impuestos.

Para proteger el ambiente se comprometió a construir una planta desaladora, tener el máximo cuidado en el diseño, construcción y operación del proyecto, instalar sistemas de monitoreo para detectar en forma temprana posibles daños; dentro de lo posible, restaurar en forma simultánea las áreas afectadas y proporcionar los recursos para garantizar el cierre del proyecto al final de su vida útil.

Precisa que Paredones Amarillos planea procesar 38 millones de toneladas de mineral y la presa de jales tendrá capacidad para 40 millones de toneladas.

El depósito, añade, podrá almacenar 670 mil metros cúbicos de agua de lluvia, 2.5 veces la cantidad que se puede acumular en una precipitación de 315 milímetros causada por una tormenta o huracán.