Organizaciones de la sociedad civil dieron a conocer la recomendación sobre el proyecto de minería submarina Don Diego de Rodrigo Guerrero Riva, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Recursos Naturales de BCS a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental a cargo de Alfonso Flores Ramírez: “pudiera exacerbar la problemática de muy significativa”.

Fuente: SDP Noticias
Don Diego, actualmente en evaluación de impacto ambiental por segunda ocasión, pretende extraer fosforita utilizando una barcaza y una draga submarina durante 50 años. La superficie total a dragar del fondo marino sería el equivalente al 60 por ciento de la superficie del Distrito Federal y el equivalente en volumen para llenar 264 veces el estadio Azteca en la totalidad del proyecto.

La dependencia estatal hizo su declaración basado en la certificación negativa hacia el gobierno mexicano por parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), por no adoptar un programa regulatorio comparable al empleado en Estados Unidos para afrontar la pesca incidental de la tortuga amarilla en el Golfo de Ulloa.

El gobierno estatal también afirma que “El estudio señala que se realizaron muestreos durante los meses de julio y agosto del 2013 lo que parece insuficiente para la estimación de los impactos sinérgicos y acumulativos que se darán por el depósito del material suspendido en el fondo bentónico por parte del proyecto durante un periodo de 50 años”.

“Sin duda el proyecto es una amenaza para las ballenas, las tortugas y otras especies marinas de interés para la pesca comercial. Ahora con un embargo en puerta por parte del gobierno estadounidense, lo menos que Semarnat debería hacer es aprobar el proyecto Don Diego” dijo Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica (CBD).

Así mismo, el estudio no permite determinar de manera clara y contundente los impactos ambientales que el ruido tendrá hacia las tortugas marinas, lobos marinos y la ballena gris, ya que “lo más dañino potencialmente es al norte con las madres con cría y es precisamente la zona que queda más cercana al área de dragado. Si se aprueba este proyecto México podría incumplir compromisos internacionales que lo obligan a proteger estas especies vulnerables y el ambiente marino”, expresó Haydée Rodríguez, abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).

“La Semarnat debe seguir la línea que se ha marcado a nivel internacional y aplicar el principio precautorio, no sólo por ser el primer proyecto de su clase a nivel mundial, sino porque la manifestación de Impacto Ambiental no es lo suficientemente sólida y deja abiertas muchas dudas. Ante eso, México no puede permitirse ser un campo de experimentación de este tipo” manifestó Agustín Bravo Gaxiola, director regional del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, en el noroeste.