Una compañía minera Gurpo México no informó a tiempo sobre un enorme derrame de ácido, lo que permitió que llegara al cauce del río Sonora que provee agua a decenas de miles de personas, dijo un funcionario de protección civil. Las autoridades están tratando de desacidificar el agua en los ríos Bacanuchi y Sonora mediante la adición de calcio pero no se pueden quitar los metales pesados.

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Fuente: Associated Press

Carlos Arias, director de protección civil del estado norteño de Sonora, dijo que el derrame registrado en una mina de cobre ubicada cerca de la frontera con Estados Unidos fue provocado por defectos en estanques de contención o lixiviación recién construidos.

Tales estanques contienen los ácidos usados para extraer el metal de las rocas molidas. Pero Arias dijo que una tubería se rompió o desconectó el 7 de agosto, lo que permitió que unos 40 mil metros cúbicos (10 millones de galones) de ácidos corrieran hasta un río.

Agregó que el derrame de ácido sulfúrico fue visto por habitantes río abajo al día siguiente, y que la compañía operadora de la mina no había notificado a las autoridades estatales. La compañía Grupo México, que opera la mina Buenavista en Cananea, Sonora, no respondió ayer a solicitudes de comentarios.

El derrame es el peor desastre ecológico en la historia de la entidad, afirmó Jaime Varela Salazar, profesor emérito de la Universidad de Sonora (UNISON).

El catedrático de la Facultad de Ingeniería Química y Metalurgia, consideró que la contaminación por metales pesados del afluente que atraviesa siete municipios es sumamente grave por las implicaciones que tiene en la salud de los humanos, además que la contingencia podría durar hasta un mes, en los que más de 20 mil habitantes de la ribera estarán sin suministro del vital líquido.

La víspera, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a través del Organismo de Cuenca Noroeste confirmó que el agua del Río Sonora presenta contaminación con metales pesados por encima de la norma permitida para consumo humano, como fierro, aluminio, arsénico, cadmio, cobre, manganeso y níquel.

La contaminación ya no hay forma de eliminarla, y los tratamientos que pudiera haber serían demasiado costosos. Todo se va a diluir si llueve o con la misma corriente.

Las autoridades están tratando de desacidificar el agua en los ríos Bacanuchi y Sonora mediante la adición de calcio pero no se pueden quitar los metales pesados.