Residuos mineros cayeron directo al Tío Chico y contaminaron sus aguas y las de sus afluentes. Al menos tres ríos están seriamente contaminados tras el colapso de de la piscina de flotación de la concesión minera de Barranco Colorado, es el saldo del nuevo perjuicio ecológico ocurrido en el sitio Shumiral, del cantón Camilo Ponce Enríquez, de Azuay.

 

Ver tamibén:  Colapsa piscina de flotación de minera y contamina cuatro ríos

Fuente: La Hora

El desplome, ocurrido la noche del martes, originó la afectación directa de los ríos Chico, de Azuay y Gala y Tenguel, de Guayas, cuyas aguas pasaron de turbias a grises.

El miércoles a primera hora se movilizaron hasta la zona del desastre las autoridades de Ambiente, Salud, de la Agencia de Regulación y Control Minero, del Municipio de Ponce Enríquez y de la parroquia Tenguel, para conocer la magnitud de la tragedia y tomar acciones inmediantas.

La primera fue suspender las labores de la concesión minera hasta segunda orden, mientras realizan un plan de contingencia para desviar el cauce del río para retirar los desechos, que, según el presidente de la Junta Parroquial de Tenguel, Julio Símbala, provocaron la muerte de miles de peces en su zona.

Ayer en la tarde se activó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Tenguel, donde las actividades agrícolas siguen suspendidas, luego de conocerse que 1.820 hectáreas de banano resultaron afectadas por la contaminación.

Alerta

Por su parte, Estaban Torrachi, director del Ministerio del Ambiente en Azuay, junto a un equipo técnico y otro de la Unidad de Gestión Ambiental del Municipio de Ponce Enríquez, pidieron a la ciudadanía que no utilice el agua de estos ríos por ningún motivo, ya que el radio de intoxicación podría ser severo. Aunque, según él, los desechos de la piscina de flotación no contenían cianuro.

Sin embargo, una comisión encabezada por el acalde de Ponce Enríquez, Patricio Sánchez y delgados de la Secretaría de Medio Ambiente Zonal 6, realizó una inspección en varias mineras de la zona alta de ese cantón y constataron que algunas mineras habían vaciado sus piscinas al río, donde, al parecer, sí se encontraban residuos de cianuro.

A decir de Sánchez, no sólo la concesión de Barranco Colorado ha afectado al ambiente, también lo hizo la concesión Paz-Borja.

Las investigaciones continúan hasta que se determine grados de responsabilidad. Por lo pronto, ya presentaron la denuncia en la Fiscalía de Ponce Enríquez sobre el presunto delito ambiental contra las concesionarias involucradas y varias plantas de beneficio.

Mientras, por disposición de la ministra de Ambiente, Lorena Tapia, se realiza un muestreo de los incidentes de la contaminación, aguas arriba del río Chico y toda su zona de influencia, cuyos resultados estarían listos dentro de 15 días.

También se habla de que el Río Pagua, de El Oro, habría sido afectado también por esta situación. La tarde de ayer, la Secetaría Nacional del Agua lo negó. Sin embargo, entre las muestras tomadas para el estudio que se entregará en dos semanas también está parte del agua de este afluente.

Miles de peces muertos

El presidente de la Junta Parroquial de Tenguel, Julio Símbala, advirtió el 15 de agosto que en su jurisdicción se hallaban miles de peces muertos, según La Hora.

Los hechos involucran a la minera Portugalia, responsable al Barranco Colorado y El Pato, en Shumiral, del cantón Camilo Ponce Enríquez, provincia del Azuay. Además el Ministerio está investigando la responsabilidad de nuevos vertidos río arriba del lugar de la tragedia. El derrumbe de una pared de la piscina se registró cerca de las 18:00 del martes 13 de agosto. Es una “tragedia ambiental” dijo Patricio Sánchez, alcalde de Ponce Enríquez, destacando que a lo largo de 13 hectáreas se evidencia el lodo que arrasó con todo a su paso y afectó a los poblados que utilizan el agua para sus actividades, informó Ecuavisa.

El Ministerio Ambiental indicó a los moradores, entre ellos las comunidades de San Rafael, Parroquia Tenguel, Provincia del Guayas, “que tomen las precauciones debidas tales como evitar el uso del agua de río para actividades agrícolas y de consumo humano, en vista que no se conoce el contenido de la misma”, señaló en un comunicado.

La Unidad de Gestión Ambiental del Municipio de Ponce Enríquez, alertó a la ciudadanía en general de no utilizar el agua de los ríos mencionados “bajo ninguna circunstancia”, informó La Hora.

El Ministerio indicó que se tomaron muestras de aguas “en algunos sectores del río Chico con la finalidad de conocer qué componentes forman parte del relave vertido al río”, para determinar el grado de contaminación y la procedencia.

Piscina sostenida con sacos 

“El colapso de la pared lateral de la piscina hizo que el material vaya al río Chico, dispersándose río abajo. Una de  las acciones inmediatas que se tomaron fue desviar el cauce del río para evitar que el material presuntamente cianurado sea arrastrado por éste”, comunicó el Ministerio de Ambiente, y avisó que se ordenó construir un dique entre los terrenos afectados y el que se encuentra al frente.

Alexandre Benposta, accionista de Portugalia, aseguró a los medios que este derrame de desechos minerales es un “sabotaje”, informó Ecuavisa.

El director de Medio Ambiente del Azuay, Estaban Torrachi, declaró a La Hora, que se maneja esta “hipótesis de sabotaje, “pero eso es algo que se va a investigar”.  A su vez explicó que por el momento las actividades en la concesión minera fueron suspendidas. 

En respuesta, el presidente de la Junta Parroquial de Tenguel, Julio Símbala, sostuvo al medio ecuatoriano, que no cree que el derrame fue un supuesto sabotaje como hace presumir la empresa concesionaria, “pues según el dirigente que inspeccionó la zona del colapso, la piscina fue construida anti técnicamente, ya que estos residuos eran sostenidos por sacos”. 

Testigos informaron que en aguas arriba de la zona del derrame, ésta agua bajaba mostrando un color plateado. Para descartar que las empresas en los sectores Quebrada Fría y Bella Gal, aprovecharon la afectación para vaciar sus piscinas de desechos hasta altas horas de la tarde de ayer, se realizaron inspecciones. 

Esceptisimo

Pese al despliegue de técnicos y la preocupación de las autoridades, en el recinto San Rafael, de la parroquia Tenguel, sus habitantes se mostraron escépticos, al asegurar que este tipo de contaminación no es nueva, y que jamás se han tomado correctivos pese al sinnúmero de pruebas que han tomado, ya que “nuncan entregan ningún resultado”.

1.820 hectáreas de banano fueron afectadas.

15 días tardarán en llegar los estudios del muestro ordenado por el Ministerio de Ambiente.