Los estudios científicos en todo el mundo señalan los peligros de esta tipo de industria lo que ha movido a los países de la Unión Europea a prohibir el cianuro para la lixiviación, la población costarricense, mayoritariamente se opone a la minería y el país apostó desde hace años a un modelo de desarrollo en el cual la minería metálica no tiene ningún espacio.

La minería con cianuro es tan impactante que no debe depender de los avatares individualistas. Por Marco Araya.

La minería metálica que utiliza la lixiviación con cianuro, ha sido más que estudiada y científicamente se sabe que es una de las industrias más contaminantes para el medio ambiente, por ello, los permisos para que se instale,  no pueden depender de lo que piensen unas cuantas personas en un país,  por más cuello que tengan.

Hace como veinte años que las empresas mineras pusieron los ojos en la Zona Norte, utilizando la estrategia de acercarse a las autoridades locales para ofrecerles el “moro”,  porque el “oro” se lo pensaban llevar.

Tanto el Concejo municipal de San Carlos, los últimos gobiernos y otras instancias que tienen que ver con la minería,  han tenido posiciones a favor, en contra y ambivalentes.   Recordemos que el presidente Miguel Ángel Rodríguez le otorgó permiso de explotación a esta empresa, que meses después fue anulado por la Sala Constitucional, porque no tenía estudios de impacto ambiental.  Luego el presidente Abel Pacheco se opuso a la minería y declaró la moratoria indefinida a esta actividad. Llega el presidente Oscar Arias, declara Paz con la Naturaleza, y a sabiendas que este tipo de minería causa impactos irreversibles en el ambiente, elimina la moratoria, otorga permisos de explotación y la declara de interés público y conveniencia nacional… luego cínicamente afirma que está en contra de la minería.

La Sala Constitucional también ha tenido un comportamiento zigzagueante en relación a este proyecto dependiendo del pensamiento de los magistrados.  Es evidente que unos están a favor y otros están en contra.  Ahora la mayoría está a favor,  pero si les aparece un proyecto minero cerca de sus casas,  lo frenan de inmediato.

En estos años de lucha hemos encontrado esas mismas posiciones en la SETENA.  Dependiendo quién sea la cabeza y quienes conforman la plenaria, así dictan resoluciones con respecto a este proyecto.

Por San Carlos ha ocurrido lo mismo con las autoridades municipales, en un periodo se toma un acuerdo de oponerse a la minería, en el otro llegan regidores y regidoras que firman cartas de apoyo a la empresa minera, lo cual les permite gestionar los permisos ante SETENA. El alcalde Alfredo Córdoba (siguiendo la línea de Oscar Arias), se declara en contra de la minería en el periodo electoral y cuando queda electo, firma cartas a favor de la empresa y le abre las puertas para que se instalen.

Hoy, el nuevo Concejo Municipal, formado mayoritariamente por regidoras y regidores de pensamiento ambientalista y conocedores del daño que podría provocar en Crucitas este tipo de industrias, se pronuncian en contra de la minería. 

No es justo y no se debe permitir que unas cuantas personas, la mayoría ignorantes del tema, otros movidos por el dedo político y algunos por ambición,  tomen la decisión de apoyar una actividad que tendrá repercusiones perennes en una región y en un país. La decisión debe tomarse con el respaldado científico, con la consulta a la población debidamente informada y por el modelo de país que se quiere. 

Los estudios científicos en todo el mundo señalan los peligros de esta tipo de industria lo que ha movido a los países de la Unión Europea a prohibir el cianuro para la lixiviación, la población costarricense, mayoritariamente se opone a la minería y el país apostó desde hace años a un modelo de desarrollo en el cual la minería metálica no tiene ningún espacio.