La importancia del movimiento social en las grandes decisiones de los Estados se ratifica una vez más con la declaración del Gobierno colombiano de evitar la minería a cielo abierto en zonas de elevada importancia ecosistémica, como es el caso de los páramos en el norte de los Andes.

Fuente: diario El País

28/03/2011. Esta decisión se acaba de tomar tras más de tres meses de resistencia por parte de las comunidades locales y la sociedad civil frente a las pretensiones de la empresa minera canadiense Greystar de realizar un proyecto de minería de oro y plata a cielo abierto, en zonas declaradas dentro del marco jurídico colombiano como de protección ambiental, de gran importancia en la regulación hídrica y de alta biodiversidad.

Lo anterior está en sintonía con la solicitud de resolución del Parlamento Europeo sobre la prohibición del uso de las tecnologías mineras a base de cianuro, usual en estos tipos de minería, y es un gran precedente en Colombia, máxime cuando el Gobierno del presidente Santos establece como uno de los ejes de su Gobierno el minero-energético.

La predominante concentración de la sociedad moderna en los aspectos mercantiles del bienestar no visualiza otra forma distinta de organización e intercambio que aquella del mercado. Aplicar el principio de precaución en las decisiones en las que lo que está en juego es muy importante, es un factor clave, especialmente al tratar de homologarlos con el baremo del crecimiento económico. Esta vez la organización de la sociedad civil nos ha enseñado que otro mundo sí es posible. Sin embargo, hay que estar atentos.