El 15 de julio se cumplirá una audiencia con un campesino afectado por Mineros S.A, a la cual residentes de la ‘tierra del salchichón’ y Villahermosa se están alistando para hacer plantón, y decirle “no” a la minería en ambas poblaciones.

Fuente: Nuevo Día
Las denuncias por impactos ambientales generados por procesos mineros en el Tolima continúan en aumento. Ahora las voces de auxilio llegan del Líbano, población de vocación agrícola donde algunos habitantes aseguran que nacederos de agua están desapareciendo y que quebradas están reduciendo su cauce, a tal punto que en Convenio hay familias que tienen suministro de agua solo dos horas al día.

A esto se suma la presunta contaminación de afluentes y las afectaciones a la flora y fauna. Lo peor, dicen, es que las autoridades no han adelantado estudios al respecto, mientras las empresas solicitan ampliación para extender sus operaciones.

De acuerdo con la ingeniera forestal Carolina Guevara Rincón, miembro del Observatorio socio-ambiental de la provincia de lo nevados, la situación es crítica.

“A Líbano llegó la empresa Mineros S.A., que al tener los títulos y unas vías medioambientales cree que tiene derecho de entrar a cualquier lado. A la gente le dice ‘es que entramos porque entramos'”, expresa al señalar que “hemos venido comprobando que están ampliando su radio de acción, pese a que no hacen más que decir que se van del Líbano”.

Según Guevara Rincón, esta firma está adelantando el proceso de exploración cerca a quebradas y nacimientos de agua, fuentes que se vienen secando en las veredas El Rosario, San Vicente, La Marina, El Tesoro, La Trina, entre otras, que pertenecen a los corregimientos de Santa Teresa y San Fernando.

La desaparición de estos nacederos hacen que las fincas sean improductivas y algunos propietarios deban abandonar el sitio ya que no tienen con que satisfacer la necesidad de agua para consumo humano y menos para las actividades propias del campo, dijo otro habitante de la localidad.

Demanda en curso

Pese a esta situación, solo existe una demanda formal, la cual el próximo 15 de julio, a las 2 de la tarde, tendrá una nueva audiencia en la Fiscalía de Líbano, y en la que se reunirían contradictores de los procesos mineros en esta población y Villahermosa para exigir la suspensión de los títulos mineros y que “se diga no a las nuevas solicitudes”.

El presunto impacto ambiental que está en manos de las autoridades se registró en la vereda La Marina. “Esta empresa (Mineros S.A.) presentó unas guías minero-ambientales a Cortolima, para explorar en un predio llamado El Cairo, sin embargo, hicieron exploración en otros sin permiso, en zonas no permitidas, como áreas de cultivo, entre ellas en Villa Beatriz, donde después de la exploración se secó el único nacimiento de la propiedad, que se usaba para riego, para el ganado y para las actividades domésticas”, dice la Ingeniera Forestal.

Lo más grave, expresa, es que el denunciante, debió abandonar su parcela por amenazas recibidas.

Quebrada El Toro, este es su panorama

Los trabajos que viene adelantando el Observatorio socio-ambiental de la provincia de los nevados, en la vereda Matefique – Porvenir, dan cuenta de que la quebrada El Toro, concesionada para uso industrial a la empresa Mina el Gran Porvenir está sufriendo daños muy fuertes.

Habitantes de la zona son testigos del deterioro continuo de este afluente del río Lagunilla. A través de fotografías dejan ver el color gris que tiene el agua.

Fuentes consultadas por esta redacción aseguran que la quebrada emite olores nauseabundos y que en ella no habita ningún tipo de fauna, sumado a que en su lecho se puede encontrar material procesado de la mina que eso no debería estar permitido.

Sobre el particular, Carolina Guevara aduce que “esta empresa tiene explotación de oro por socavón, cerca al nacimiento del acueducto del corregimiento de Convenio, que brinda servicio a más de cinco mil personas”.

En Convenio están con sed

En Convenio, moradores advierten que la explotación en el Gran Porvenir está afectando el caudal de la quebrada La Honda, que nutre el acueducto del corregimiento, que no solo se usa para consumo humano, sino también para el riego de cultivos en la zona.

Juan de Jesús García, presidente del acueducto, expresa que en los últimos meses ha visto una reducción de un 20 por ciento del agua que llega a la bocatoma.

Este cambio ha generado inconvenientes para la prestación del servicio a los usuarios, en particular a aproximadamente 60 familias que habitan la parte alta de la vereda Santa Bárbara y la parte baja de La Esmeralda, quienes reciben el preciado líquido solo dos horas diarias.

“Allí llega una o dos horas en la noche, no hay servicio”, refirió.

El problema va en aumento, dado que las familias solicitan la instalación de puntos de abastecimiento y no se pueden autorizar, porque la capacidad del acueducto es insuficiente.

Entre tanto, el consumidor Carlos Rico, explicó que han denunciando estos hechos ante las autoridades ambientales, sin que a la fecha hayan surtido efecto.

“Aquí se está excavando a unos 400 o 500 metros y la realidad es que a esa profundidad el agua se afecta. Hay quebradas totalmente secas, toda una comunidad está afectada”, agrega.

” La empresa actualmente esta solicitando la ampliación de la licencia ambiental con el fin de explotar otro sector conocido como mina El Oasis, pero la comunidad se niega a este proceso por completo, ya que en el corregimiento también existen denuncias por la desaparición de nacimientos e impactos ambientales por los que la empresa no ha respondido. Estos hechos se denunciaron en una audiencia pública el pasado abril en la vereda Matefique – Porvenir, con la presencia de Cortolima y la Procuraduría ambiental del Tolima”, explica el libanense.

Tras estas situaciones, residentes de Convenio están implementando un documento para enviarlo al Gobierno nacional “para tratar de parar este monstruo minero; no lo hacemos solo por nosotros, sino por las nuevas generaciones”, acota Carlos Rico.