A mediados de noviembre la Unidad de Diagnóstico Parlamentario de la Cámara Baja, hizo público el documento “La desertificación en Chile”, en que la Unidad de Diagnóstico Parlamentario pretende dar cuenta de lo que para Naciones Unidas es el principal problema ambiental y de desarrollo que afecta a la humanidad. Según el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), los resultados son alarmantemente inconsistentes.

Por Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA)
Mediante una carta dirigida al presidente de la Cámara Nicolás Monckeberg y con copia a todas y todos los demás parlamentarios, OLCA hizo saber su preocupación sobre la omisión en el documento de cuestiones básicas, como la Convención sobre Desertificación y Sequía y otros instrumentos legales suscritos por Chile, sobre todo porque al pertenecer la Unidad al “Departamento de Evaluación de la Ley”, lo mínimo que se puede esperar es que en virtud del rol fiscalizador de la Cámara, se evalúen los compromisos que ha contraído el país hace ya más de 15 años. Esto lo vienen solicitando las comunidades y organizaciones afectadas por la situación de escasez hídrica, sequía y erosión progresiva de suelos, y ni antes ni ahora han sido consideradas.

Chile suscribió en 1995 la Convención de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía de Naciones Unidas, y el organismo internacional en el 2008 financió una evaluación de las políticas implementadas, obteniéndose resultados deficientes y haciendo una serie de recomendaciones; sin embargo en su momento nada dijeron las y los parlamentarios y no se consideraron ninguna de las propuestas emanadas. Ahora en su estudio se desentienden de estos antecedentes relevantes para comprender el estado de situación actual, que mantiene a un 65% del territorio nacional en grado de desertificación media o alta; y por otro lado, no se cuestiona la voluntad política de relegar a segundo plano las medidas de protección, cediendo frente a las presiones de los intereses económicos, sobre todo extractivistas, que pesan sobre las regiones. Por eso es que resulta inconcebible que el presidente de la Cámara, cuando presenta este estudio, manifieste como principal medida que se requiere un plan de acción.

En palabras de Lucio Cuenca, director de OLCA “si bien es siempre saludable que más conciencias y capacidades comprendan la urgencia de estas temáticas, resulta una broma de pésimo gusto que los diputados en vez de evaluar, se planteen la necesidad de un plan de acción, uno se pregunta para qué, ¿para volver a incumplirlo en los siguientes 20 años, cuando ya sea extremadamente inviable la recuperación de la fertilidad de nuestro suelos?”.

En la carta entregada se solicita entre otras cosas, que “la Cámara exija una evaluación de las políticas desplegadas por los gobiernos para, bajo el pretexto de enfrentar la desertificación, contribuir a la profundización de la misma. Esto nos parece urgente, considerando que está en tramitación una nueva versión del DL 701, altamente nocivo para las comunidades campesinas e indígenas, las tierras fértiles de nuestro país, y para las aguas que las riegan.”. Esto en alusión a que el decreto de fomento forestal DL 701, vence a fines de este año y pretende ser renovado para extender los monocultivos de pinos y eucaliptus, a sabiendas de que este tipo de plantaciones son la mayor causa de desertificación y pérdida de fertilidad de los suelos en el sur de nuestro país.

Comunicaciones OLCA

Para ver informe: http://www.camara.cl/camara/media/seminarios/desertificacion.pdf